La sombra Roja es una novela gráfica escrita por Jean-Pierre Pécau y dibujado por Jandro González. Norma es la editorial encargada de traer este thriller histórico al castellano.
Esta historia auto conclusiva ha sido publicada en un formato cartoné de gran tamaño y a todo color.
La trama de Sombra roja se mueve en torno a dos personajes relevantes del siglo XX. Este fue un período lleno de engaños, posicionamientos políticos y confrontamientos entre los bloques que protagonizaron la Guerra Fría. Todo esto guiados por Jorge Semprún, un escritor que comienza a investigar sobre la misteriosa muerte de la famosa fotógrafa Tina Modotti.
La historia de manos de Jean-Pierre Pécau
Jean-Pierre Pécau ha realizado una gran labor de investigación para elaborar esta historia. El escritor Jorge Semprún se topa con unas fotos de la reconocida Tina Modotti. A raíz de este hallazgo, comienza a investigar la extraña muerte de la conocida fotógrafa y militante revolucionaria. Ambas vidas se cruzaron en el pasado en una época donde la evolución del frente soviético llevó su mensaje a los rincones más artísticos y librepensadores.
Gracias a esta premisa, Pécau nos va mostrando la evolución del ideal comunista. Una idea llena de esperanza, que acabó convirtiéndose en una pesadilla representada por Stalin.
Todo este viaje permite recorrer gran parte del mundo, conociendo a influentes figuras de la época, como Frida Kahlo y Diego Rivera, entre otra gran selección de artistas y pensadores comprometidos con el movimiento comunista.
La historia funciona a base de flashbacks entre los años 80 (el presente de la historia) y todo lo ocurrido tras la formación de la Unión Soviética y la propagación del comunismo por todo el mundo. Así, el lector tiene que saltar entre ambos momentos para ir encajando y comprendiendo todo el contexto social y político que vivían los personajes y como todo esto llevo a la misteriosa muerte de Tina Moddoti.
El guionista trabaja más en el desarrollo de personajes y la relación entre ellos que en el misterio que motiva a Semprún a comenzar su investigación. Al final esto último es sólo una excusa para reflejar la época del comunismo y las relaciones entre los artistas y pensadores que apoyaron esta idea.
Pero la historia no se queda en eso. La sombra roja está llena de amor, de espionajes, de enfrentamientos secretos entre pensamientos opuestos y la relatividad moral que incluye siempre la idea del bien común.
El dibujo de Jandro González
Jandro González es el encargado de ilustrar La sombra roja. La labor que hace aquí el dibujante es digna de alabanza. Por un lado tenemos grandes fondos, personajes bien definidos y con una expresión increíblemente detallada. Los rostros transmiten multitud de sentimientos e inquietudes al lector. Y el detalle del dibujo es propio de este género de cómic europeo.
Además, el dibujante ha tenido que trabajar mucho los fondos, dado que forman parte de la historia. Y lo mismo ocurre con los personajes. La trama se desarrolla a lo largo de varios años, y el dibujante ha tenido que ir adaptando el dibujo de los personajes a la edad que van adquiriendo con el paso del tiempo.
El color del pasado
Jandro González hace también de colorista. Y realiza un trabajo increíble. Consigue ambientar el pasado a través de tonos sepias con menor definición de color. Esto facilita al lector ubicar cronológicamente los acontecimientos que está presenciando sin necesidad de recuadros narrativos. Pero esta sensación de pasado también consigue dársela al presente de La sombra roja, el cual ocurre en la década de los 80. De esta forma, consigue crear un ambiente de pasado, y en contraste con ese, colorear los flashbacks de la historia de tal forma que el lector sea capaz de entender que esas páginas son anteriores en el tiempo a las otras.
Conclusión
La sombra roja hace se asemeja al género histórico propio de las novelas. En esta trama se mezcla amor, política, arte, y un sinfín de personajes llenos de entresijos, secretos e ideales.
Esta obra agradará a aquellos amantes de la historia del siglo XX, del arte y de los ideales revolucionarios propios de la época. Pécau consigue crear una trama llena de suspense contada en dos tiempos.
Uno de los problemas que tiene La sombra roja es precisamente esta mezcla de personajes. Para aquel lector que no esté puesto en los movimientos artísticos y liberales del siglo XX, el exceso de información puede hacer que pierda un poco la trama. Esta sensación puede acrecentarse al haber saltos temporales, que desubiquen al lector. Igualmente ocurre con la trama política de fondo. La increíble labor de investigación que ha realizado Pécau tiene sus ventajas para aquellos amantes de la historia, puede puede dejar en fuera de juego a aquellos que desconozcan los hilos políticos de la época.
La sombra roja es una obra que debe leerse con detenimiento, empapándose de la historia, los ideales, el arte y los diálogos que se esconden tras los personajes. Una gran novela gráfica histórica, que no es recomendable para todo el mundo. Dada la densidad de la historia, no la recomendaría a lectores noveles. Y a los veteranos, sólo si les interesa la historia del siglo XX, y al ser posible con conocimientos de historia de la época.