La violencia con armas de fuego aumentó en más del 30% en los Estados Unidos durante la pandemia de COVID-19, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Penn State College of Medicine. Los investigadores comentan que el estrés, la violencia doméstica, la falta de interacciones sociales y un mayor acceso a armas de fuego podrían haber contribuido a este aumento.
Según los investigadores, estos hallazgos se producen en un momento en que muchos hospitales siguen inundados de casos de COVID-19 y enfrentan desafíos relacionados con recursos limitados, como productos sanguíneos, camas de cuidados intensivos, equipo de protección personal y material. Según este estudio, la violencia con armas de fuego aumenta la carga sobre los sistemas de atención médica que ya en una situación corriente tienen una gran demanda. Los investigadores también advierten que, si los incidentes relacionados con armas continúan aumentando, los hospitales pueden experimentar una tensión adicional.
Los investigadores obtuvieron datos sobre muertes por disparos, suicidios y lesiones relacionadas con armas del Gun Violence Archive. Analizaron los incidentes diarios en cada estado, así como en el Distrito de Columbia, desde febrero de 2019 hasta marzo de 2021. Compararon los incidentes reportados antes de la pandemia (febrero de 2019 a febrero de 2020) con la violencia con armas de fuego informada durante el primer año de la pandemia (marzo 2020 hasta marzo de 2021).
En algunos estados como Minnesota, Michigan y Nueva York, la tasa de violencia con armas de fuego aumentó en más del 100%
Según los hallazgos, 28 estados, incluido Pensilvania, experimentaron un número significativamente mayor de tiroteos durante el primer año de la pandemia. En algunos estados como Minnesota, Michigan y Nueva York, la tasa de violencia armada aumentó en más del 100%. Mientras tanto, Alaska fue el único estado que registró tasas significativamente más bajas de violencia armada durante la pandemia.
Según los investigadores, el estrés y la preocupación añadidos, junto con el miedo y la incertidumbre, pueden haber impulsado un aumento en las ventas de armas. Según los datos del Sistema Nacional Instantáneo de Verificación de Antecedentes Penales, hubo un aumento del 41% en las pistolas vendidas en marzo de 2020 en comparación con el mismo período en 2019. Según los investigadores, todos estos factores pueden haber llevado al aumento de las armas de fuego, lesiones y muertes relacionadas durante la pandemia.
Un 41% más de pistolas vendidas en marzo de 2020 en comparación con el mismo período en 2019
«La pandemia ha producido efectos en cadena dañinos que deben abordarse«, comenta el coinvestigador principal, el Dr. Paddy Ssentongo, profesor asistente en el Penn State Center for Neural Engineering. «El aumento de la violencia armada en la era de COVID-19 es un claro recordatorio que no podemos permitirnos seguir ignorando. Ahora es el momento de centrarnos en esta crisis de salud pública«.
«Nuestros datos refuerzan la necesidad de promover múltiples intervenciones (vacunas, pruebas, rastreo de contactos, enmascaramiento y ventilación) para mitigar la pandemia de COVID-19 y, al hacerlo, es de esperar que podamos aliviar los efectos posteriores«, agrega la coinvestigadora, la Dra. Jennifer McCall-Hosenfeld, profesora asociada en los Departamentos de Medicina y Ciencias de la Salud Pública.
El estudio ha sido publicado hoy en Scientific Reports.
Los investigadores de Penn State Anna Ssentongo, Emily Heilbrunn, el Dr. Joshua Hazelton, el Dr. John Oh y Vernon Chinchilli también contribuyeron a esta investigación. Claudio Fronterre, de la Universidad de Lancaster y el Dr. Shailesh Advani de la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown y los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., también formaron parte del equipo de esta investigación.