Los amantes del J-RPG más puro y los Dungeon Crawlers están de enhorabuena. El equipo de Disgaea nos presentan una secuela de su Labyrinth of Galleria, solo apto para los jugadores más exigentes.
Nippon Ichi Software, la desarrolladora conocida mayormente por la genial saga Disgaea nos deleitó hace unos años con Labyrinth of Galleria: Coven of Dusk, un Dungeon Crawler se estrenó en 2016 para PlayStation Vita, que nos ponía al mando de un ejército de títeres para que explorásemos un sinfin de pasillos laberínticos repletos de enemigos. El título llamó la atención de los más forofos del género, considerándolo por muchos como un imprescindible para un género que, siendo honestos, al ser de nicho cuenta con pocos títulos y pocos seguidores.
Ahora recibimos para Nintendo Switch, PlayStation 5, PlayStation 4 y PC su secuela espiritual, llamada Labyrinth of Galleria: The Moon Society, que como toda secuela promete ser más y mejor que la primera parte.
A la búsqueda de los Curios
La historia de The Moon Society nos presenta a Eureka, una joven que busca trabajo y que se considera buena encontrando cualquier cosa perdida. Pronto se topa con una oferta de trabajo en una vieja mansión, con un trabajo que le viene como anillo al dedo… pero pronto descubrirá que la tarea que le proponen es más compleja de lo que ella pensaba.
Dicha tarea será buscar y encontrar Curios, unos extraños artefactos localizados en un misterioso laberinto al cual se accede a través de un armario de la mansión. Para tal tarea, la bruja Madame Marta nos explicará que usaremos un espíritu con forma de lámpara llamado Fantasmagorie. Será gracias a este fantasma con el que podremos controlar a las marionetas guerreras que nos ayuden a avanzar en el laberinto, el cual está repletito de trampas y enemigos.
Con este aparente simple guión, nos aventuraremos a avanzar en un gran y profundo laberinto, con muchas plantas, largos e intrincados pasillos, obstáculos, y por supuesto, monstruos. La exploración es la típica del género: avanzaremos en primera persona dando “pasitos” en cada casilla del mapa. Durante la exploración podremos encontrar tesoros como items curativos, mecanismos que nos impidan el paso y poderosos enemigos que nos pongan la vida difícil.
La gestión de las unidades, clave para nuestro éxito
Los enemigos los veremos deambulando por los pasillos en forma de espíritu, y como en cualquier RPG de turnos clásico, al tocarlos será cuando pasemos a la fase de combate. Aquí en principio no hay ningún misterio, ya que transcurren como un J-RPG normal. La diferencia es que en este título, en lugar de controlar al típico grupo de héroes, controlaremos a todo un pelotón. Al inicio del juego solo manejaremos a unos tres guerreros, pero poco a poco el número aumentará hasta los 15 luchadores de diferentes clases, divididos en grupos.
Básicamente esta es la premisa del juego, y aunque al comienzo nos limita las capacidades para no ahogarnos con demasiada información, lo cierto es que conforme avancemos, iremos desbloqueando cosas como nuevas clases para nuestras unidades, o habilidades para Fantasmagorie que nos ayuden en la exploración del laberinto, como romper muros o atravesar zonas venenosas.
Si sois de los que os gusta personalizar y equipar hasta el más mínimo detalle a sus unidades, estáis de suerte: Antes de cada incursión al laberinto, podremos personalizar a gusto a cada una de nuestras marionetas. Desde cambiar su clase, personalidad, habilidades, y por supuesto equipamiento, hasta darles el estilo que nos guste eligiendo su género, diseño o colores. Dependiendo de lo equilibrado que formemos el equipo, tendremos posibilidades de éxito más adelante en el laberinto contra los enemigos más poderosos.
Un título solo para los más fans
Hay que volver a subrayar que este título está enfocado a un público muy concreto y no es para todo el mundo. Requiere que una gran parte del juego lo dediquemos a la gestión de nuestras unidades, ya que de ellas depende el éxito en los combates. Su sistema de exploración en primera persona y mediante casillas, típico de los Dungeon Crawler, se ve actualmente muy obsoleto, y los combates por turnos, aunque ofrecen mucha profundidad, puede que por su simpleza no sean del agrado de muchos.
Al mismo tiempo, este título cae en el problema de que no explica muy bien sus mecánicas. Tiende a soltar todos los tutoriales en los primeros minutos de juego, e impide que aprendamos de manera natural conforme vamos avanzando y descubriendo las cosas de manera más orgánica. Un problema que suelen tener muchos juegos japoneses desde hace tiempo.
El inconfundible estilo de Disgaea en lo audiovisual.
Respecto a su apartado visual, contamos con el gran Takehito Harada diseñando personajes, aportando personalidad y carisma a cada uno de ellos. Los escenarios son tridimensionales, aunque bastante básicos y sin muchas florituras. Por otro lado, las animaciones son casi inexistentes. Solo en los combates veremos a los enemigos en movimiento.
En el sonido tenemos doblaje tanto en inglés como en japonés, mientras que la banda sonora está compuesta por Tenpei Sato, el mismo artista que en Disgaea, por lo que podemos esperar unas melodías muy de su estilo y de calidad.
Un dato importante es que el juego viene con textos completamente en inglés a nuestras tierras, lo cual puede ser un punto negativo para muchos.
Conclusiones del análisis de Labyrinth of Galleria: The Moon Society
Como ya adelantamos al comienzo de este texto, Labyrinth of Galleria: The Moon Society, es un título de nicho. Está dedicado a los amantes de los J-RPGs más complejos, y de los fans de Dungeon Crawlers como la saga Etrian Odyssey. Además, la lentitud con la que cuenta sus primeras horas de juego, y el poco tacto que tiene este título en explicar ciertas mecánicas hacen que solo algunos vayan a disfrutarlo. Pero os aseguramos que si sois de ese pequeño grupo, lo vais a disfrutar, y mucho, durante un buen puñado de horas.
Si queréis ver más análisis y noticias de vuestros juegos favoritos, visítanos en Fantasymundo.