No me cansaré de repetirlo: si una fórmula sigue funcionando, apostar por ella es lo más inteligente. «Larry David» estrenó su decimoprimera temporada en HBO volviendo por los mismos caminos de estos años atrás y, la verdad, el primer capítulo es otra gozada de su humor que, si eres fan de su estilo, te encantará. Además, como es habitual, está plagado de estrellas de la pantalla: Alex Brooks, Lucy Liu y John Hamm se interpretan a sí mismos dentro de un argumento lleno de surrealismo, crítica social y autobiografía.
En esta ocasión, «Larry David» combina varios hilos argumentales tan actuales como hilarantes, tan dados al humor como a la indignación
El primero de ellos es su edad, la vejez y sus achaques. La serie se llama como se llama, en parte, porque alberga esa vía a través de la cuál él se ríe de sí mismo, y nosotros nos reímos también con él. Ahí tenemos a ese señor de 74 años intentando ligar con Lucy Liu (52), demostrando una fortaleza mental y una vitalidad física que cualquier malentendido, por pequeño que sea, podría poner en duda. Ahí tenemos una capacidad de hacer comedia que en este capítulo se explota brillantemente.
Alex Brooks y John Hamm se apropian de otra línea argumental: la extraña costumbre, cada vez más de moda, de celebrar funerales en vida. Posiblemente, proveniente de cierta egomanía por escuchar lo que, de otra forma, nunca oirías, Larry David lo eleva con su guion al conectar este “ego” con la denuncia de la gente que, realmente, se esconde tras esta costumbre. No se trata tanto de una despedida como de un acto de egolatría, un culto a la personalidad disfrazado, cínicamente, de acto fúnebre.
A estas dos líneas principales se les unen otras dos líneas secundarias más: una sobre la facilidad con que las plataformas digitales (Netflix es, esta vez, el motivo de mofa) aprueban nuevos proyectos casi sin valorar nada, y otra poniendo en valor la profesión de “actor/actriz” y denunciando el método fraudulento conque ciertas personas consiguen hacer intrusismo profesional. El punto de unión de estas dos líneas es hilarante, impactante y es con el que arranca el episodio así que… spoilers cero. Tendréis que verlo si queréis saber cuál es.
Larry sigue en forma, con guiones finísimos y equilibradísimos
Conclusión: Larry David sigue en forma, maneja la vis cómica como casi nadie en la televisión, ha conseguido mantener vivísima durante once temporadas una serie que te hace cortos cuarenta minutos y, aún por encima, escribe guiones finísimos y equilibradísimos para los que reclama a grandes estrellas de la pantalla que hacen que verla sea una auténtica gozada.
Si te gusta tu humor, te encantará. Si te gusta el humor, este es del mejor. Y si quieres saber cómo se hace excelente televisión, desde los mismos guiones hasta su producto final, viendo ‘Larry David (Curb Your Enthusiasm)’ (HBO) aprenderás varias lecciones valiosísimas con cada episodio.
Larry David sigue siendo Larry David. Y esto es genial.