¿Sabrías decir el nombre de alguna persona famosa que se dedique a las ciencias? Seguro que a lamente nos vienen varios nombres… ¿Cuántos de esos nombres son de científicas, de mujeres famosas dedicadas a la ciencia? Probablemente sean pocos o ninguno, escasas veces se leen en los libros las grandes aportaciones de las mujeres, en este caso, a la ciencia. Y no por falta de ellas precisamente. «Las chicas son de ciencias: 25 mujeres que cambiaron el mundo» nos muestra 25 científicas y sus descubrimientos y aportaciones, además de la lucha de algunas de ellas por conseguir llegar donde llegaron, ya que no fue un camino fácil en muchos de los casos.

De nuevo  la editorial Montena nos trae un libro dedicado a ellas, 25 mujeres, dedicadas a la ciencia, a las que deberíamos sumar seis más, quizás las más conocidas, que encontraron su hueco en «Las Chicas Son Guerreras«. Un libro dedicado a grandes mujeres de todos los ámbitos que también nos traía Montena y, por supuesto, de sus autores Irene Cívico y Sergio Parra. Esta vez le dedican sus páginas al mundo de la ciencia, un mundo como muchos otros, complicado para el acceso de las mujeres.

Este libro comienza desde en el siglo IV a.C. de forma cronológica iremos descubriendo todos los personajes. En este caso conocemos a la primera médica de la historia, Agnodice, en la antigua Grecia. En un momento y una cultura donde la medicina no estaba permitida para las mujeres ella luchó por ayudar a otras mujeres y sus bebés. Con el apoyo de su padre y del resto de las mujeres de la ciudad evitó ser condenada, y pudo seguir ayudando a abrir paso a las demás.

Encontramos todo tipo de ciencias: medicina, biología, física… y también astronomía, concretamente a Caroline Lucretia Herschel, ¿Herschel? Si, quizá su apellido resulte familiar a algunos, hermana de William Herschel gran astrónomo y fabricante de telescopios, no trabajaba sólo. Tuvo una vida complicada en parte a su propio aspecto, juzgada como muchas otras mujeres a lo largo de todas las épocas, también afectó a la vida de esta protagonista de la historia.

La ayuda de su hermana era vital para los descubrimientos de William, pero Caroline hizo sus propios avances y descubrimientos, afortunadamente supieron reconocerlos y el propio Rey de Inglaterra le asignó un sueldo, bien es cierto no al mismo nivel que su hermano, pero fue reconocida por su trabajo. En el siglo XVIII, lamentablemente, era un gran logro conseguir algo así. Y posteriormente, distintos astrónomos a lo largo de la historia nombrarán algunos descubrimientos con el nombre de Caroline o Lucretia en su honor.

Por supuesto, no hay que olvidar que en España también han existido, y existen grandes, científicas. Por ello hay que destacar el hombre de María Teresa Toral, nacida en 1911, fue una mujer increíble, capaz de hablar cinco idiomas, estudió farmacia y química terminando con grandes honores. Por esta razón no le fue complicado trabajar con grandes científicos, junto con su equipo, determinaron los pesos moleculares y atómicos de distintos elementos.

 

Su vida se vio truncada por la guerra civil, fue apresada y acusada de apoyar el bando republicano con armas químicas. Cuando consiguió salir parecía llevar una vida más tranquila lejos de los laboratorios, con su trabajo en una farmacia, pero ella, luchadora desde el inicio quería acabar con el régimen. de nuevo la volvieron a encerrar y con un pronóstico aún peor que el primero. No obstante, y gracias al apoyo de colegas científicos de distintos lugares del mundo, fue liberada, aunque tuvo que vivir lejos, en México. En este país siguió trabajando y luchando por las personas de su país, además también era buena en arte y con el que se hizo muy reconocida en México.

Este libro nos abre los ojos y muestra además de que las mujeres también son de ciencias, muchos descubrimientos y avances, que quizá de otra forma, no conoceríamos cuál es su origen.

Además, «Las chicas son de ciencias: 25 mujeres que cambiaron el mundo» es un libro vistoso y agradable, no se hace nada pesado , y es accesible para un gran público, también gracias a sus ilustraciones, Nuria Aparicio vuelve a poner cara a los nombres de grandes científicas, con muy buen gusto y las muestra trabajando en lo que más deseaban ser, científicas. Esta nueva colaboración de los autores con la ilustradora hace un libro redondo y muy recomendable. ¿Tendremos un nuevo libro pronto?

Puedes leer aquí un extracto.

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