El rover Perseverance de la NASA ha recolectado dos muestras de rocas con signos de que estuvieron en contacto con el agua durante un largo período de tiempo, lo que impulsa las especulaciones sobre la existencia de vida hace mucho tiempo en el Planeta Rojo.
«Parece que nuestras primeras rocas revelan un entorno sostenido potencialmente habitable«, asegura Ken Farley, científico del proyecto de la misión, en un comunicado. «Es algo significativo que el agua haya estado allí durante mucho tiempo«.
El robot de seis ruedas recogió su primera muestra, denominada «Montdenier» el 6 de septiembre, y la segunda, «Montagnac» de la misma roca el 8 de septiembre. Ambas muestras, un poco más anchas que un lápiz de diámetro y unos seis centímetros de largo, ahora se almacenan en tubos sellados en el interior del rover. Un primer intento de recolectar una muestra a principios de agosto fracasó después de que la roca resultó demasiado desmenuzable para resistir el taladro de Perseverance.
Hace 3.500 millones de años había en este lugar de Marte un lago, cuando las condiciones del planeta eran mucho más cálidas y húmedas
El rover ha estado operando en una región conocida como el cráter Jezero, justo al norte del ecuador y hogar de un lago hace 3.500 millones de años, cuando las condiciones en Marte eran mucho más cálidas y húmedas que hoy. Se descubrió que la roca que proporcionó las primeras muestras era de composición basáltica y probablemente el producto de flujos de lava. Las rocas volcánicas contienen minerales cristalinos que son útiles en la datación radiométrica.
Esto, a su vez, podría ayudar a los científicos a construir una imagen de la historia geológica del área, como cuándo se formó el cráter, cuándo apareció y desapareció el lago y cómo cambió el clima con el tiempo. «Algo interesante acerca de estas rocas es que muestran signos de una interacción sostenida con el agua subterránea«, comenta la geóloga de la NASA Katie Stack Morgan en una conferencia de prensa.
Los científicos ya sabían que el cráter albergó un lago, pero no podían descartar la posibilidad de que hubiera sido algo puntual y breve, con inundaciones llenando el cráter durante tan sólo 50 años. Ahora están más seguros de que el agua subterránea estuvo presente durante mucho más tiempo.
Las sales, excelentes minerales para preservar signos de vida antigua
«Si estas rocas experimentaron agua durante largos períodos de tiempo, puede haber nichos habitables dentro de estas rocas que podrían haber sustentado la vida microbiana antigua«, agrega Stack Morgan.
Los minerales de sal en los núcleos de las rocas pueden haber atrapado pequeñas burbujas de agua marciana antigua. «Las sales son excelentes minerales para preservar signos de vida antigua aquí en la Tierra, y esperamos que lo mismo pueda ser cierto para las rocas en Marte«, insiste Stack Morgan.
La NASA espera devolver las muestras a la Tierra para un análisis de laboratorio en profundidad en una misión conjunta con la Agencia Espacial Europea en algún momento de la década de 2030.
Fuente: NASA.