Los humanos están técnicamente clasificados como omnívoros, lo que significa que podemos sobrevivir con una variedad de dietas diferentes, incluidas las que están compuestas completamente de carne, sólo plantas o una mezcla de las dos. A medida que el mundo se enfrenta a más y más problemas ambientales y la agricultura animal continúa volviéndose insostenible, más y más personas están cambiando a dietas basadas en plantas sin procesar.
Estas son dietas que se enfocan en comer una amplia gama de frutas, verduras y nueces, y cubren todas las vitaminas, minerales y otros compuestos esenciales que el cuerpo necesita para estar saludable. Echemos un vistazo a parte de la ciencia detrás de por qué una dieta basada en plantas es buena para todos.
Reducción de la inflamación
La inflamación es un mecanismo de defensa que el cuerpo induce cuando está bajo estrés, pero debido a la cantidad de alimentos procesados que consumimos, la inflamación crónica ha ido en aumento y eventualmente conduce a una amplia gama de diferentes problemas de salud. Los estudios han demostrado que seguir una dieta basada en plantas, específicamente una que se enfoca en comer alimentos integrales, puede tener un efecto dramático en la cantidad de inflamación que sufre el cuerpo. Combinado con ejercicio regular, la inflamación puede eliminarse virtualmente del cuerpo por completo.
Huella de Carbono
La huella de carbono de un individuo se refiere a la cantidad de carbono que produce una persona, y gran parte de ella puede vincularse a su dieta. Los que comen carne, por ejemplo, producen cantidades mucho mayores de carbono en general debido al hecho de que la cría y el procesamiento de la carne es un proceso intensivo en carbono. La producción vegetal a gran escala, aunque produce carbono, es solo una fracción de la cantidad que emite la industria de la agricultura animal. De hecho, la mayoría de los expertos y gobiernos recomiendan reducir el consumo de carne en torno a un 90% para compensar la cantidad de carbono que una persona produce con su dieta.
Riesgo de enfermedad cardíaca
La carne contiene una amalgama de diferentes compuestos que se ha demostrado que aumentan el riesgo general de enfermedades del corazón, especialmente las carnes rojas y grasas. Comer alimentos vegetales integrales reduce significativamente este riesgo, ya que uno de los compuestos principales que se encuentran en la mayoría de los alimentos vegetales es la fibra, algo que el cuerpo necesita en una cantidad considerable todos los días. Cuantas más plantas consuma una persona, menos grasas saturadas, sal, colesterol y placa introducirá en su cuerpo. Aquellos que sufren de problemas cardíacos han encontrado una gran mejoría al cambiar a una dieta basada en plantas, lo que significa que es mejor comer nueces en lugar de patatas fritas mientras juegan al bingo Chile.
Deterioro Cognitivo
La demencia y otros problemas relacionados con el cerebro van en aumento en todo el mundo, y los expertos en salud creen que este aumento está directamente relacionado con un mayor consumo global de alimentos de origen animal. La investigación ha descubierto que comer frutas y verduras no solo reduce en gran medida el riesgo de desarrollar estos problemas, sino que incluso puede comenzar a revertirlos en algunos casos. Esto se debe a que las plantas contienen una variedad de nutrientes especiales que no se encuentran en la carne y brindan todo lo que el cerebro necesita para mantenerse saludable.