Marie-Castille Mention-Schaar presenta a concurso Le ciel attendra, una película que se mete de lleno en el problema de las redes de captación de yihadistas adolescentes en Europa. Mention-Schaar, que ganó el premio del Conseil représentatif de les institutions juives de la France en 2015, tiene en su haber ya 4 largometrajes como directora.
En Le ciel attendra conocemos a Sonia, una adolescente que, en los primeros compases, es interceptada por la policía y recluida en su casa por haber sido captada para marchar a Siria o realizar un atentado en Francia. Más tarde se presenta Mélanie, una chica estudiosa, amante de la música y de tocar el chelo, aunque un poco hastiada de la vida adolescente. Será la segunda quien muestre el proceso de radicalización de los jóvenes y cómo las mentiras de los grupos extremistas pueden llegar a convencerlos para marcharse a Siria.
Es una película dura, intensa y con una realización espectacular. Lo más importante, sin duda en la cinta, es el guion, que no sigue una línea temporal clásica, sino que va saltando y se desarrolla, sobre todo, de fin a principio cronológicamente. Sin embargo, aunque pueda parecer complicado, la perfección estética y de la manera de narrar de Emilie Fréche y la propia Marie-Castille Mention-Schaar, no provocan ningún tipo de confusión en el espectador, que es consciente, cuando la realizadora quiere, del modo en que se están desarrollando los acontecimientos.
Noémi Merlant y Naomi Amarger se comen la pantalla a pesar de su juventud. Todo el reparto está en perfecta sincronía y las escenas de radicalización de las jóvenes son verosímiles y provocan sentimientos encontrados en el espectador. Y es que el guion, como he dicho, es perfecto, penetra en la mente y te deja reflexionando con los títulos de crédito, con mal cuerpo, para ser más exactos.
A pesar de lo delicado y actual del tema, Mention-Schaar ha conseguido una película redonda que debería exhibirse a los chavales en las escuelas. Redonda, hermosa y descorazonadora. Quizá hay que aprender a escuchar más a los más jóvenes.
Le ciel attendra, Marie-Castille Mention-Schaar (Francia). Official Section FICX (English)
A film about radicalization and the enrollment of new European jihadist.
Marie-Castille Mention-Schaar presents Le ciel attendra on the Official Section of FICX. It is a movie deeply involved in the problem of jihad recruitment networks focused on teenagers in Europe. Mention-Schaar, who won the award of the Conseil représentatif de les institutions juives de la France in 2015, has already 4 feature films as director.
In Le ciel attendra we meet Sonia, a teenager intercepted early in the film by police and imprisoned in her own house because she was arranging her travel to join the jihad in Syria or, maybe, preparing a terrorist attack in France. Later, we meet Mélanie, a serious girl, music lover who plays cello but who is slightly jaded about being a teenager. It will be Mélanie who shows to the public the process of teenager’s radicalization and how the lies of extremist groups can convince them about moving to Syria and joining the jihad.
This is a harsh, intense and spectacular film. The most important thing here is the script, which does not follow a classical timeline, but jumps over the situations and develops an end-to-begin movie. However, although people can consider that somewhat complicated, the aesthetic perfection and the manner of writing of Emilie Fréche and Marie-Castille Mention-Schaar does not cause any confusion, who is all time conscious about the way the events are developing in the movie.
Noémi Merlant and Naomi Amarger are enormous in the screen despite their youth. The whole cast is in perfect synchrony and the scenes of radicalization are plausible and cause strong feelings into the viewers. The script, as I said before, is perfect because penetrates the mind and leave you reflecting when the ending credits roll down.
Despite the delicacy and trending of the subject, Mention-Schaar has shot a perfect film that should be exhibited for kids in schools. Perfect, beautiful and heartless. Maybe we need to listening to the young people.