Estamos de enhorabuena, ya que por fin pude echarle el guante a una entrega tan importante como es Legend of Mana. Gracias a esta remasterización podemos jugarlo por primera vez en Europa. Ya tuvimos remake de Secret of Mana, y ahora le toca el turno a otro grande de esta saga. Cabe destacar que este título fue de la etapa final de PlayStation, considerado una de las grandes joyas de la época y de lo mejor en desempeño 2D.
Puede parecer infantil, pero es muy exigente
A primera vista nos entra por los ojos la belleza de su apartado artístico. Quizás obviando los movimientos de ciertos personajes (como la roca o el árbol), es cierto que luce de una forma espectacular. Antaño también era así, y es algo que recuerdo con bastante cariño. Tuve la gran oportunidad de disfrutarlo en su versión americana junto con otros títulos que merecen un reconocimiento mayor (solo espero que si remasterizan Valkyrie Profile cambien su caótico sistema de mapeado).
Los fondos son tremendamente bellos y coloridos, los personajes tienen carisma y son divertidos, y por lo general se diferencian bastante entre sí. La diversidad entre los enemigos es bastante buena si contamos con los avances de la época, y los combates pueden ser algo complicados de manejar al principio, pero en cuanto nos hagamos a la acción será cuestión de práctica.
Vayamos a la historia
Nos encontramos en el mundo de Fa’Diel, donde el árbol de maná fue arrasado hace siglos. Este árbol proporcionaba alimento para los artefactos, por lo que nuestro protagonista (chico o chica, de libre elección) deberá restaurar esta fuerza y volver a dar vida a los diferentes lugares. Según vayamos encontrando artefactos y posicionándolos en el mapa, iremos desbloqueando historias personales de cada zona. Por supuesto existen historias con más chicha que otras, pero por lo general enganchan bastante y parece que cuando terminamos cada área nos quedamos con ganas de más.
La exploración en cada uno de los mapas es algo brutal, ya que los espacios se diferencian de una manera abismal entre sí. La diversidad de los biomas, los múltiples caminos y la subida de nivel hará que cada uno de los viajes sea un paseo que se disfrute. Los secretos de cada zona son muy interesantes y satisfactorios a la hora de descubrirlos, y algunas misiones nos tendrán dando vueltas de aquí para allá.
Pero cuidadito con el mapa
Hay que avisar que dependiendo del emplazamiento de cada artefacto nuestra aventura puede discernir de la de otros jugadores. Estas variaciones no son vitales a la hora de afrontar Legend of Mana, pero sí que da rienda suelta a la jugabilidad, ya que cuanto más alejado coloquemos un artefacto, más complejo será de superar.
Como acabamos de comentar, hay que intuir dónde colocar cada artefacto, pues podemos perder algunas misiones si el emplazamiento no es el adecuado. Hay que decir que algunas misiones secundarias apenas tienen indicaciones, por lo que podremos estar dando vueltas un buen rato. También ocurre en algunas misiones principales, pero en esta revisión tendremos la opción de evitar los combates para investigar sin interrupciones.
La mayoría de misiones secundarias son entretenidas, y aunque las recompensas no sean muy allá se disfrutan bastante. Ya sea por su epicidad o por su humor, Legend of Mana te hace que quieras completarlas para saber qué va a pasar, y ese carisma es difícil de conseguir en un juego.
Variedad a la hora de afrontar combates
Los combates se llevan a cabo en tiempo real, por lo que pueden ser algo alocados si no sabemos qué estamos haciendo. La variedad de armas de las que disponemos es una de sus mejores bazas, ya que podremos trazar diferentes estrategias dependiendo de nuestra elección.
Obviamente lo que más se nota es el daño que hace cada una de ellas, pero también el rango de alcance y su velocidad a la hora de atacar. Personalmente prefiero un ataque a distancia más rápido que algo de corto alcance, que aunque pueda ejercer más daño por cada golpe también te deje expuesto a los ataques enemigos.
Además del típico ataque rápido y el cargado, cada arma posee ataques especiales que deberán recargarse. Estos ataques determinarán la victoria contra los jefes finales, normalmente de tamaño considerable y ocasionando daños devastadores, ataques de área y lanzamientos de larga distancia. Los jefes son duros de pelar, y se aconseja subir de nivel antes de toparte con ellos, pero encontrar su punto débil y explotarlo es primordial.
Volvamos al aspecto gráfico
Antes mencionamos la belleza de sus decorados, y es que para esta remasterización se han redibujado todos los escenarios, y es algo que se nota muchísimo. El aspecto de la pantalla ha pasado de 4:3 a panorámico, dándonos la oportunidad de ver más mapeado que en el original. Las animaciones son muy fluidas y se nota que antaño fue un trabajo excepcional, un esfuerzo pixel-art de grandes dimensiones.
En cuanto al apartado sonoro tenemos mucho de qué hablar. Las composiciones de Yoko Shimomura se te graban en la mente ya que acompañan de una manera increíble a la experiencia (por algo es una de sus favoritas). En esta ocasión se han regrabado los temas con ciertos arreglos, más adaptados a esta generación, pero podemos cambiar entre la original y esta. He de decir que la nostalgia me pega fuerte, pero las nuevas composiciones son dignas de alabar.
Y ahora a disfrutar
Si además de pasarlo en grande jugando nos apasiona todo lo que lleva detrás Legend of Mana, tenemos para rato. Podremos pasar un buen puñado de horas escuchando la banda sonora del juego gracias al reproductor de música, pero también perdernos entre todo el material gráfico que se incluye, un despliegue de arte más que merecido.
Por si fuera poco, una de las funciones más alabadas del momento fue la inclusión de un segundo jugador (además de nuestra mascota) para facilitarnos el camino, que obviamente sigue presente. Además tenemos una perfecta localización en español, que nos ayudará bastante (sobre todo en la misión de los Dudbear) y nos divertirá muchísimo ya que cada personaje tiene su propia personalidad diferenciada.
Otra de las inclusiones es el minijuego Ring Ring Land, solamente disponible si teníamos una PocketStation, que nos brindará objetos gracias al desempeño de nuestra mascota. Algunos de los objetos que podremos conseguir son bastante raros de sacar en su exploración normal.
Conclusiones
Hay que tener en cuenta que no todos los RPG son iguales, y los ARPG menos. Legend of Mana no es lineal, no es un Final Fantasy y no es un juego al uso. Su belleza reside en un apartado artístico sublime, unas misiones carismáticas y la magia de exploración por antonomasia. Las más de 200 habilidades de combate hacen que sea cuanto menos curioso, aunque con la opción de evitar combates menores quizás algunos elijan perder parte de este encanto.
Siguiendo con los combates, solo podemos atacar en horizontal, algo que se programó así en su momento y hay que aceptarlo. No sé quién esperaba que eso fuera a cambiar, pero desde luego no son mentes privilegiadas. Si bien es cierto que el aspecto renovado de los fondos choca con un pixel-art apenas tratado, el juego se ve mejor que nunca, se juega con una fluidez impensable para quienes venimos de PlayStation, y será todo un descubrimiento para quienes no lo pudieron catar en su día.
Aún así, recordar que es un juego de hace 22 años. No tiene las facilidades que todo el mundo parece necesitar ahora, como indicaciones de qué hacer o dónde ir, un mapa o sugerencias de acción. Si necesitas este tipo de adiciones es mejor que te armes de paciencia, o que busques un título más acorde a tu manera de jugar, antes de lanzar comentarios negativos sobre una obra imprescindible en el género.
