Una especie recientemente descubierta de dinosaurio desdentado de dos dígitos (Oksoko avarsan) ha arrojado luz sobre cómo un grupo de animales parecidos a los loros prosperó hace más de 68 millones de años. Esta especie inusual tenía un dígito menos en cada antebrazo que sus parientes cercanos, lo que sugiere una adaptabilidad que permitió a los animales propagarse durante el Período Cretácico Superior, según los investigadores.
Un equipo dirigido por la Universidad de Edimburgo desenterró múltiples esqueletos completos de la nueva especie en el desierto de Gobi en Mongolia. Con el nombre de Oksoko avarsan, las criaturas omnívoras emplumadas crecieron hasta alcanzar los dos metros de largo y sólo tenían dos dígitos funcionales en cada antebrazo. Los animales tenían un pico grande y desdentado similar al que se ve hoy en las especies de loros.
Los fósiles notablemente bien conservados proporcionaron la primera evidencia de pérdida de dígitos en la familia de dinosaurios de tres dedos conocida como oviraptor. El descubrimiento de que podrían evolucionar adaptaciones de las extremidades anteriores sugiere que el grupo podría haber alterado su dieta y estilo de vida, y les permitió diversificarse y multiplicarse, según el equipo.
Los investigadores estudiaron la reducción de tamaño y la eventual pérdida de un tercer dedo a lo largo de la historia evolutiva de los oviraptores. Los brazos y las manos del grupo cambiaron drásticamente junto con las migraciones a nuevas áreas geográficas, específicamente a lo que ahora es Norteamérica y el desierto de Gobi.
Este descubrimiento de unos animales que recuerdan a los loros arroja luz sobre el hecho de que los oviraptores eran muy diversos antes de la extinción que diezmó a los dinosaurios
El equipo también descubrió que Oksoko avarsan, como muchas otras especies prehistóricas, era social en su juventud. Los restos fósiles de cuatro dinosaurios jóvenes se conservaron descansando juntos.
El estudio, publicado en la revista Royal Society Open Science, fue financiado por The Royal Society y el Consejo de Ingeniería y Ciencias Naturales de Canadá. También involucró a investigadores de la Universidad de Alberta y el Museo de Dinosaurios Philip J. Currie en Canadá, la Universidad de Hokkaido en Japón y la Academia de Ciencias de Mongolia.
El Dr. Gregory Funston, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, quien dirigió el estudio, comenta que «Oksoko avarsan es interesante porque los esqueletos son muy completos y la forma en que se conservaron descansando juntos muestra que los jóvenes vagaban juntos en grupos. Pero lo que es más importante, su extremidad de dos dedos nos llevó a observar la forma en que esta y la extremidad anterior cambiaron a lo largo de la evolución de los oviraptores, algo que no se había estudiado antes. Esto reveló algunas tendencias inesperadas que son una pieza clave en el rompecabezas de por qué los oviraptores eran tan diversos antes de la extinción que diezmó a los dinosaurios«.
Fuente: The Royal Society.