Es una de las temáticas que más ha triunfado, con permiso de los MOBA, y tiene una larga tradición en los videojuegos.
Los juegos de disparos en primera persona (FPS, en su versión en inglés) o, simplemente, “Shooters” han sido una de las temáticas que mayor éxito han tenido en el universo de los videojuegos. Tiene cierta lógica, por tanto, que hoy tengan un papel tan relevante en los eSports. Juegos como CS:GO, Valorant, Overwatch o Call of Duty, por citar algunos ejemplos, congregan una parte importante de la audiencia global de los deportes electrónicos. Y, aunque los MOBA, como League of Legends o Dota 2, siguen acaparando los primeros puestos (especialmente en el caso de LOL), este género tiene un gran número de adeptos.
Un repaso por la historia
Los “Shooters” ostentan una larga tradición en el mundo de los videojuegos. Si bien es cierto que el primer caso conocido se remonta a los años 70, su verdadero auge comenzó a principios de los años 90 con un mítico título: Doom. Hubo un antecedente de interés, el Castle Wolfenstein, en los 80´s. Pero Doom tuvo un gran éxito y abrió la puerta a otros grandes representantes, como Duke Nukem 3D, Quake u otros títulos de su propia saga. A finales de la década iban a llegar otros notables ilustres, como Half-Life o Medal of Honor. En los años 2000 se produjo la generalización del uso de la red y esto tuvo un gran impacto en el mundo de los juegos. Y no sólo en este género. Aparecieron los entretenimientos online, lo que propició las búsquedas de casino bono sin depósito y de amplios catálogos que incluían grandes clásicos que, hasta entonces, sólo eran accesibles en los centros físicos. También implicó la posibilidad de hacer partidas a videojuegos en red, con amigos o absolutos desconocidos, formando equipos y completando misiones.
Así, la saga de Call of Duty consiguió una enorme popularidad. También de un “mod” de Half Life se iba a desarrollar, en 1999, otro de los “reyes” de los eSports: el Counter-Strike. Durante la década iban a aparecer otros míticos juegos, como Halo, Resident Evil o Far Cry. Llegarían, más delante los “Battle Royale”, como PUBG o Fortnite. Y Riot Games, responsable de League of Legends, lanzaría Valorant. Los eSports reflejaban el éxito de estos títulos con eventos multitudinarios. Los aficionados querían ver a los expertos desarrollando sus habilidades. El precedente había sido visualizar videos de “streamers” jugando sus partidas con un tono muy desenfadado. Pero, ahora, ya estábamos ante los verdaderos profesionales. El formato FPS, además, encajaba muy bien con la dinámica de estos espectáculos deportivos; sobre todo en las categorías de “Shooters” tácticos, con batallas entre equipos.
El panorama actual
Durante el 2021 se pudo comprobar el estado de forma de los “Shooters” en el ecosistema de los eSports, dado que Free Fire se convirtió en el juego con mayor pico de audiencia del año, con más de 5,4 millones de espectadores simultáneos en el Free Fire Wold Series Singapore. El tercer lugar fue para PUBG, con 3,8 millones en su Campeonato Global, y CS:GO ocupó el sexto lugar, con su Major de Estocolmo y casi 3 millones. En 2022 el éxito de los MOBA fue incontestable. League of Legends y Mobile Legends copaban gran parte de la lista de los más seguidos; además, en las primeras posiciones. Pero dos Majors de CS:GO se colaban en la quinta y la sexta posición, con casi 70 millones de horas visualizadas cada uno. Valorant se situaba en el novenos puesto del Top 10, gracias a Valorant Champions, y acumulaba 60 millones de horas vistas en las 115 horas de retransmisión.
Aunque pueda parecer un retroceso respecto del año anterior, estos datos demuestran que los FPS siguen en plena forma en el ecosistema de los deportes electrónicos. Free Fire y PUBG siguen teniendo un gran seguimiento en los eSport, pese a que ahora estén fuera del Top. También Call of Duty, COD Mobile y Overwatch. A Fortnite siempre le ha costado un poco más encajar en este tipo de espectáculos deportivos, pero tiene su propia audiencia. Y, por supuesto, llegarán más títulos novedosos y atractivos que puedan competir con los anteriores. Lo que parece claro es que pocos géneros han tenido un éxito histórico tan grande, tanto en los videojuegos como en su versión competitiva, los deportes electrónicos.
