1945. La IIª Guerra Mundial ha terminado y la ciudad de Berlín está dividida en cuatro sectores: estadounidense, británico, soviético y alemán. Esta serie se sitúa, de forma original, en este contexto, alternando tres lenguas (alemán, inglés y ruso) de una forma totalmente verosímil, y aprovechando esta circunstancia para mostrarnos los distintos modos políticos a través de la gestión de cada una de estas zonas (adivinad quién sale mal parado aquí…)
La división de Berlín, con todo su caos, complica las investigaciones policiales, sobre todo cuando se trata de un líder delincuente que intenta aprovechar la ocupación en su propio beneficio. Este gran criminal responde al seudónimo del Engelmacher, palabra alemana que designa a la persona que practica abortos clandestinos. Él tiende una red que capta a mujeres para cometer delitos o espiar a los distintos sectores de la ciudad. Para detenerlo, en la comisaría del sector estadounidense se ufanan en ello la agente alemana Elsie Garten (interpretada por Nina Hoss) y el policía estadounidense de origen germano Max McLaughlin (Taylor Kitsch).
«Los vencidos» es entretenida, la coordinación de sus distintos hilos argumentales está muy bien llevada, y las actuaciones están a la altura, pero con un desequilibrio interno
Esta ‘caza del criminal’ es la supuesta línea de tensión principal, si bien en ningún momento alcanza un punto de intensidad lo suficientemente elevado como para creernos que es así. Aún a pesar de la subtrama de Karin (Mala Emde), una de las mujeres captadas en la red de este criminal.
Para más inri, existen otros argumentos, aparentemente secundarios, que sí alcanzan esa dureza y fuerza hasta conseguir por veces, incluso, ponernos la piel de gallina. Entre estas líneas argumentales destaca la búsqueda que Max emprende de su hermano Moritz (Logan Marshall-Green): un exsoldado estadounidense con tendencias violentas que, acabada la guerra, se dedica a cazar, torturar y asesinar a oficiales nazis. Tanto la caza de Moritz como el descubrimiento de la naturaleza de la relación entre los hermanos acaban por ser lo más interesante y mejor construido, y esto es un problema.
La serie carece de fuerza
Lo es porque «Los vencidos» no tiene la fuerza suficiente, en sus demás hilos argumentales, como para soportarlo. Por ejemplo, la relación de Max con el matrimonio Franklin, donde tenemos la oportunidad de disfrutar de Michael C. Hall en el papel del enlace político estadounidense Tom Franklin, se sostiene sobre una base tan floja que casi toda su fuerza proviene de la tensión sensual y el carisma de Claire Franklin (Tuppence Middleton); una mujer frustrada que busca desesperadamente una salida a su estancada vida.
Lo mismo podemos decir del chantaje que el bando soviético ejerce sobre Elsie con la captura y la detención de su marido, o las mujeres captadas en la red del Engelmacher, o la miserabilísima vida reinante en el Berlín ocupado… entre otras. Ninguna tiene, per se o en conjunto, la fuerza suficiente para ayudar a sostener una serie dónde lo más interesante es el contexto.
Aún así, «Los vencidos» (Netflix, 2021) es entretenida, la coordinación de sus distintos hilos argumentales está muy bien llevada, y las actuaciones están a la altura. La pena es el desequilibrio interno de una serie donde una trama secundaria acaba siendo el atractor fundamental de una tensión dramática irregular y, en general, más bien floja.