La saga Resident Evil tiene ya sus casi tres décadas entre nosotros y cuenta con numerosos juegos a sus espaldas. La saga de terror ha sentado las bases desde su primer título en lo que respecta a canon, siendo el rey del género. En este reportaje se va a tratar los diferentes tipos de virus que han ido apareciendo a lo largo de la saga.
Este género se inspiró en la película de 1968 del director George A. Romero, donde los muertos o llamados popularmente zombies vuelven a la vida. En Resident Evil se le da una causa común para que los muertos vuelvan a la vida a través de un virus creado por la compañía farmacéutica Umbrella.
Creación
Todo empieza a partir del Virus Progenitor descubierto por Edward Ashford y Oswell E. Spencer investigando el Ébola. Spencer quiso usarlo con fines de arma biológica, mientras Marcus vio los efectos médicos que proporcionaba el virus para curar. Unas décadas más tarde se creó el Virus T, que convertía a sus víctimas en seres con poca capacidad cerebral. Estos se movían con el impulso de alimentarse. Dependiendo de la sincronización de ADN, había huéspedes que podían mutar como por ejemplo Tyrant, visto en Resident Evil.
A partir del Virus progenitor se creó el Uroboros que es considerado mucho más potente que el Virus G y el Virus Verónica. El Uroboros crea sanguijuelas que son capaces de destruir toda la materia orgánica, e incluso a su propio portador. Esta variante tiene la capacidad de fusionarse con el ADN de sus víctimas causando mutaciones incontrolables. El portador muere debido a los gusanos que Uroboros deja en el organismo. Para subsistir el organismo tiene que ir alimentándose de lo que haya a su alrededor. Esta variante la vemos en Resident Evil 5. El portador Albert Wesker consigue tener una buena sincronización con Uroboros, lo que incluso le proporciona poderes como la electricidad.
Los clásicos de los primeros Resident Evil
Otra variante es el Virus G creado por Willian Birkin a partir de adn de reptiles en lugar de sanguijuelas como Uroboros. Este virus lo vemos por primera vez en Resident Evil 2. El virus proporciona una rápida mutación en el organismo mucho más rápida que el virus Uroboros.
La cepa del virus es creada a partir del Virus T, este es el primero de todos los que vemos en Resident Evil. Otra característica de este es que puede variar dependiendo del receptor, el tiempo en el que está la cepa en el cuerpo y de la cantidad inyectada. Este solo puede ser transmitido mediante una inyección que contenga la cepa o mediante algún organismo que se introduzca en el cuerpo del anfitrión. Por lo tanto su nivel de contagio es mucho menor que cualquiera variante y está más controlado.
Una variante es el virus T-Verónica, éste es la combinación del progenitor y una hormiga. Se creó por Alexia Ashford en el año 1983. Fue probado en el padre Alexander Ashford contra su propia voluntad. El experimento dio que en partes del cuerpo sufrió una necrosis y las células del cerebro se perdieron. Para que funcione, el portador tiene que estar en un sueño criogenizado durante un largo periodo de tiempo. Alexia estuvo 15 años en este letargo para que tuviera éxito. Al despertar se convirtió en un ser humanoide con rasgos de abeja.
Más allá de Umbrella
Ya fuera de la Corporación de Umbrela apareció otro virus llamado Las Plagas, que se descubrió por una secta religiosa en la zona rural de Valdelobos a partir de arañas y otras alimañas llamadas Plagas. En el remake de Resident Evil 4 se profundizó más en el lore y se añadió que pertenecía al ámbar que encontraron en las profundidades de las minas. Este virus tiene la capacidad de que el creador puede controlar a todo aquel que esté infectado. Como es fuera de Umbrella, Wesker envió a Ada a por una muestra de este virus para sus fines… lo demás es historia.
Si queréis seguir conociendo más acerca del lore de esta fabulosa franquicia y de muchas otras, echad un ojo a todos los reportajes y curiosidades de nuestra web.