Desde el día en que te subes a un monopatín volador, las cosas nunca vuelven a ser iguales, más si es el primero en que te montas. Y si la persona que lo usa justo después es Will Smith, eso mola. Ese es uno de los capítulos de la física Lucía García, uno de los muchos que compone el libro de sus experimentos, sus descubrimientos, tropiezos y alegrías desde que decidió que su vida estaba destinada a recorrer los entresijos de la ciencia.
Lo que empezó con pequeños experimentos como tirar los sujetadores de su madre desde el balcón siendo muy pequeña para comprobar cómo caían ha terminado en demostraciones de cómo vuelan los aviones o qué sucede si le prendemos fuego al alcohol dentro de una botella como demostró en TLP Tenerife.
“Yo empecé en la divulgación científica justo después de trabajar en El Hormiguero” afirma García, siendo ese su primer trabajo en televisión, “empecé detrás de cámaras, preparando los experimentos de la ciencia, pero esa experiencia hizo que me apeteciera ponerme delante de la cámara a explicar yo misma qué era lo que estaba sucediendo”. A partir de ahí su mapa de carreteras es laberíntico y lleno de recovecos. Ha pasado por Órbita Laika, Wiki Leaks o Tecnoexplora, por poner ejemplos. Cada uno de esos pasos la ha llevado a ir personalizando su percepción de cómo se debe divulgar la ciencia. “Pasar por la tele hace que cambie un poco tu visión”, afirma García, “la ciencia que se explica de forma académica puede ser un poco abstracta, pero en tele es fundamental tener un impacto visual que apoye las explicaciones que tú estás dando”.
Por ejemplo, “si te explican el Efecto Meissner y te dicen que un superconductor en un campo magnético bloquea el magnetismo y que aquello ni repele ni atrae, puede que lo entiendas”, dice García “pero si te lo enseñan con un monopatín volador, hecho con superconductores, encima de unos raíles que tienen imanes, y entonces le echas a todo nitrógeno líquido, dime que no se te queda”.
La divulgación científica es el motor que permite que todo el conocimiento científico alcance al mayor público posible de forma directa y amena. De la misma forma que “la ciencia no es un formato de televisión por sí misma” como mantiene García, la clave está en la forma de transmitir los contenidos y hacérselos llegar a la audiencia, siendo cuestiones como el formato, el presentador o los colaboradores.
Pese a que no existe una fórmula definitiva que ponga los pilares del programa de divulgación científica perfecto, ni ninguno en realidad, es un hecho la importancia que tiene que haya más programas de esta índole en toda clase de formatos y plataformas. Ahora que nos encontramos ante un nuevo boom de las pseudociencias, la divulgación “es la única manera de saber qué es lo que dice la ciencia, cómo se está investigando, qué es lo que se ve que funciona y que no”. El freno para la propagación de “las teorías conspiranoicas y las pseudociencias es la información” mantiene García, “la única forma de parar la desinformación es precisamente informando”. Y, aunque los divulgadores tienen un papel principal en todo esto, “creo que es una responsabilidad de todo el mundo, de los docentes y de la gente que tiene cierta formación y crea consciencia de lo que es ciencia y lo que es una pseudociencia”. Ante esos cambios en la responsabilidad de todo el mundo, García afirma que “vamos por buen camino”.
¿Está en internet el presente de la divulgación científica?
“La televisión te da una sensación de distancia”, afirma García, “YouTube en cambio, a pesar de que lo estás viendo dentro de una pantalla, te da la sensación de cercanía”. El hecho de que los generadores de contenidos se encuentren en ambientes más naturales para los usuarios como en su casa, en sus cuartos, hace que “cuando te hablan de ciencia, te entre de otra manera”.
Como divulgadora, YouTube está su mira para futuros proyectos, concretamente para La Vaca Esférica, un nuevo proyecto de divulgación científica basado en “coger preguntas de niños como ‘¿qué es un arcoíris?’ o ‘¿Qué pasa si estás dentro de un avión y abres la puerta?’. Javier Santaolalla va a dar una explicación teórica de qué es lo que sucede, para que luego llegue yo y haga un experimento y complete esta información.”
Además, existen otras posibilidades de cara a futuro, como plataformas tipo Netflix. “Cuanta más información haya, mucho mejor”, mantiene García, “es fantástico que se haga divulgación en tele, es fantástico que se haga divulgación en Youtube y estoy muy contenta de que se haga también en canales como Netflix. Ahora hay un montón de documentales que yo no habría visto si no tuviera la comodidad de poder elegirlos a la carta en cualquier momento”.