Nintendo Switch se está caracterizando por ser la atracción de las third parties y los títulos indies, aun siendo ports de otras generaciones o años anteriores, pero lo cierto es que cuando hay juegos que merecen la pena, se agradece tenerlos en la pequeña portátil de Nintendo.

Manual Samuel nos dará la oportunidad de ser un protagonista adinerado, torpe y con una arrogancia que literalmente nos llevará hacia la muerte desde el principio de la historia, que es donde comienza la aventura.

El argumento nos situará en un momento de la vida de Samuel en el que, tras una discusión con su cada vez más disgustada novia, seremos brutalmente atropellado y enviado al infierno por su insignificante vida.

Así es como conoce a “la muerte”, que en este título es el primo hípster de Grim Fandango, lo que, si tenemos en cuenta que además de su vestimenta monta en monopatín, no impondrá nada parecido al miedo, sino más bien será un recurso continuo para hacernos reír (y mucho).

La muerte, que es muy enrollada le ofrecerá a Samuel una oferta irrechazable, ¡volver a la vida!, eso sí, tendrá la condición de no morir durante 24 horas mientras controla todas las funciones vitales de su cuerpo, como respirar, expirar, parpadear o tomar café sin echárselo a los ojos.

Todas estas mecánicas serán un agobio constante mientras tenemos que avanzar por los escenarios, teniendo que hacer una combinación cada vez más liosa para lograr hacer que nuestro torpe y no querido amigo logre abrir una puerta o apuntar bien en el WC.

Mientras se desarrolla el modo historia, tendremos una voz en off bastante curiosa, que comentará todo lo que hacemos de manera hilarante, pero lo mejor serán los comentarios de lo que no hacemos, como dejar que nuestro personaje pierda la consciencia por no respirar, o que la visión se nuble porque no parpadeamos.

Aunque todo esto muestra unas características indies la mar de divertidas, también hay un gran defecto, y es que la campaña principal dura apenas 60 minutos, y eso sin comentar que algunas zonas se han tardado en terminar más de lo que se va a revelar en este análisis.

Además, si tenemos en cuenta que el otro modo es el modo contrarreloj, es la misma campaña, pero con un cronómetro a la espalda, se puede afirmar que la cantidad y la calidad del título están muy desequilibradas, lo que deja una frustración interna de cara a ver una real gran calidad del título, y lo poco explotado que ha quedado.

Algo que le puede dar vida a Manual Samuel, es el modo de dos jugadores, que junto a lo extravagante y divertido que es, se podrá disfrutar sin problema con diferentes personas para por lo que a pesar de la corta duración se podrá estirar un poco más con cada amigo al que queramos enseñarle este título.

Por otro lado, el apartado artístico es bastante notable, hay muchos detalles y mensajes subliminales muy divertidos en cada escenario, dejando detrás muchos títulos con fondos vacíos y solo dando algo de color a cada escena, por lo que es un punto a favor.

También, los detalles de la situación vital de Samuel no dejarán de formar parte de lo entretenido que tiene el título, cada vez que veamos la cara un poco azul a nuestro títere, sabremos que quizá se nos olvidó respirar, y si se le van a salir los ojos de las cuencas podría ser el momento de pestañear un par de veces.

Por otra parte, el apartado sonoro es probablemente lo mejor del título, la musicalidad y expresión que hay detrás de cada escena es lo que realmente nos hará reír, una banda sonora que se mantiene justo en la línea cómica necesaria para que todo encaje perfectamente.

Por tanto, a expensas de conocer una duración muy corta, este título nos ofrece unos momentos muy graciosos tanto en el modo individual como en el modo de dos jugadores, por lo que puede ser una opción para un par de tardes divertidas, sin tener en cuenta la opción de adentrarse en el modo contrarreloj.

Manual Samuel, desarrollado por Perfectly Paranormal, tiene un precio en la e-shop de Nintendo de 9,99€.

Agustin Collado
Economista medioambiental, especialización en fundamentos analíticos y métodos cuantitativos, chapuzas informático y atleta en artes marciales (Wu Shu).

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