Aprovechando este anuncio y el filón que van a tener con el estreno, fijado para 2018, los libros de la saga el sello editorial juvenil de Alfaguara reedita este año los dos primeros libros de la tetralogía Ciudades depredadoras. “Máquinas mortales” es el primero de ellos y de él os voy a hablar ahora.
“Máquinas mortales” nos sitúa en un mundo distópico donde las ciudades han evolucionado hasta convertirse en seres semiautónomos en continuo movimiento. Londres es una de las ciudades a tracción más importantes y es en este lugar donde se sitúa el comienzo de la historia. Tom es un aprendiz de historiador y vive la primera caza de ciudades que recuerda. Londres ha conseguido su primera presa en años y este hecho se ha convertido en todo un evento festivo. Además, Tom ha conseguido hablar con su héroe, el historiador jefe Valentine. Pero, ¿qué puede salir mal en un día como este?
Pues quizás si a toda esta festividad le sumas: una asesina, traiciones, planes secretos, nueva tecnología y algo de inocencia juvenil… Puede que termine con Tom fuera de la ciudad, perdido en la Región Exterior y con la simple compañía de una chica que no conoce y en la que no confía para nada.
La verdad es que empecé la novela sin tener muy clara la idea de lo que me podía encontrar en el libro y me sorprendió mucho su argumento. La historia es original y juega con la realidad y el mundo de la ciencia ficción, creando un futuro que parece lejano pero posible teniendo en cuenta las ambiciones y el egoísmo que mueven a las sociedades hoy en día.
“Máquinas mortales” mezcla ciencia ficción, aventuras y algo de steampunk. Los protagonistas son jóvenes y algo inocentes, que se dejan llevar por sus impulsos, hasta que empiezan a ser verdaderamente consciente de la realidad de su mundo y comienzan a madurar a base de golpes.
Lo que parecía una simple trama, termina siendo un intrincado hilado de planes y secretos que nos mantendrá en vilo hasta la última página y con ganas de coger el siguiente libro para seguir conociendo las aventuras, repletas de acción, de los protagonistas y continuar descubriendo los secretos de este mundo donde las ciudades tienen vida.
“Máquinas mortales” ha sido un gran descubrimiento, un gran inicio de saga y una novela que se ha convertido en una de mis lecturas favoritas del año.
Philip Reeve es un escritor británico que ha trabajado como librero, director, escritor y productor de teatro. También ha trabajado como ilustrador en más de cuarenta obras. Su primera obra literaria, “Máquinas mortales”, vio la luz en 2001.
La traducción ha sido realizada por Federico Eguíluz.
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Estamos buscando obras juveniles dentro del género distópico, y esta tiene muy buena pinta, gracias por esta excelente reseña!