Panini Cómic continua con su reedición de orígenes de personajes míticos. En esta ocasión llega a Ominigold Nick Furia y nadie es tan mítico como Nicholas Furia, personaje que tiene el dudoso honor de haber sido creado como parte de una apuesta de Stan Lee, en la que retó al antiguo editor de Marvel, Martin Goodman, a que era capaz de convertir en un éxito de ventas Marvel a cualquier cómic de cualquier temática y con el nombre más horroroso que se pudiera inventar.
De tal plan nació “Sargento Furia y los Comandos Aulladores”, un cómic bélico cuando claramente éstos ya estaban en decaimiento y con un nombre largo y poco atractivo, pero que con el trabajo de Stan Lee y los lápices de Jack Kirby se convirtió en todo un éxito de ventas. En este primer tomo de los dos que va a lanzar la editorial se recopilan íntegramente todos las páginas de Strange Tales con aventuras del malhumorado cíclope junto con algunos números de otros cómics donde el bueno de Nick cuenta con una presencia estelar.
Con unos cuantos meses de publicación a sus espaldas y con la visita sorpresa de un joven Reed Richards como estrella invitada en el número 3 de los Comandos, muchas eran las voces que querían que ese rudo combatiente masca puros y malhablado compartiera aventuras en la Marvel de los sesenta. Como casi todo en la primera era Marvel, qué mejor que hacer debutar al Nick Furia moderno que en la colección estrella de la compañía, los “Cuatro Fantásticos”, así en el número 21 de la colección del cuarteto, descubrimos que Furia ahora es un agente de la CIA que pide ayuda a su antiguo aliado Richards para hacer frente a la amenaza del “Aborrecedor”, un clásico cómic de Lee/Kirby en que Furia aún no lleva su característico parche y en su resolución aún muy deudor de las secuelas de la gran guerra. Aún así otro pilar para ese proyecto que hoy sigue vigente de universo compartido en Marvel.
Sería casi dos años después, en 1965 cuando Furia haría su debut en Strange Tales 135, allí ya se le ve con su parche y su humor socarrón. Al viejo agente de la CIA le espera una frenética aventura de 12 páginas (las otras 12 eran para el Doctor Extraño en la revista). De nuevo son Lee y Kirby los que sientan las bases de esta obra nacida de todo el boom de las películas de James Bond de Sean Connery o de la serie man of U.N.C.L.E. (en España el hombre de C.I.P.O.L.).
Este número es muy especial pues supone el debut de muchos conceptos ya clásicos, es la primera aparición de Hydra, una malvada agencia criminal que tiene el lema de “corta un brazo y saldrán dos más”, con una gran intolerancia al fracaso por parte de sus agentes, S.H.I.E.L.D., la mayor agencia de contraespionaje y antiterrorismo del mundo cuyas siglas han tenido varias traducciones y signifcaos a lo largo del tiempo pero que actualmente son el acrónimo de Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística, y Defensa; los S.D.V( Señuelos Dotados de Vida, robots sustitutos ideales para guionistas que quieran dar marcha atrás a épicas muertes), los coches voladores, que por supuesto tienen que ser tan agresivos como el propio Furia, nada de elegantes Aston Martin, un Porche amarillo 904 con misiles y un gran diseño de retropropulsión.
Por si fuera poco en este número se marca la primera aparición de nuestra querida “bañera flotante”, el Helitransporte de S.H.I.E.L.D., de nuevo Kirby da grandes lecciones de ingeniería y una imaginación desbordante. Por lo demás Lee crea y da un aire fresco a las historias de espías, gracias a la mitología griega tenemos a la colorida y verde Hidra, que tiene a su propio gran líder hasta con felino de mascota de rigor y todo. Como parte del universo compartido, también llama la atención la presencia de Tony Strark en una especie de “Q”, el gran armero e inventor, sin necesidad de que utilizar a su contrapartida Iron Man.
La estructura de la serie es como la de un serial de radio o televisión, siendo la primera gran saga la lucha con Hydra que va desde el citado Strange Tales 135 a Strange Tales 140. El guión es de Lee y como era habitual en la época los bocetos son de Jack Kirby pues era casi el único dibujante en quién confiaba Lee para narrar a su personal estilo, los encargados de rellenar los bocetos del “Rey” fueron: Jonhy Severin, Joe Sinnot o el gran Don Heck. En esta primera saga se presentan elementos muy interesantes como la vuelta de dos Comandos Aulladores, Dum Dum Dugan (apodado la “Morsa” un belicoso irlandés pelirrojo y Gabe Johns (afroamericano en un papel mucho más serio y por desgracia secundario que en la colección de los Comandos), compañeros en la guerra de Nick que ahora se unen a S.H.I.E.L.D., y a la lucha contra Hydra.
En casi todos los episodios se nos presenta algún gadget de complejo diseño futurista a lo Kirby. Vemos la mítica entrada a los cuarteles de la organización por una peculiar barbería de Nueva York y por supuesto acción a raudales en un ritmo que no da pausa al lector. Uno de los mejores puntos para mí de esta saga es la “agente G”, alais de Laura Brown, hija del Hydra Supremo y por aquel entonces, única agente femenina de Hydra, un personaje que aunque no deja de cumplir el rol de interés romántico y doncella en apuros sí que tiene momentos memorables de enfrentamiento contra su padre. El propio juego con la identidad secreta inesperada del primer Hydra Supremo es una delicia para los amantes de las novelas de misterio. Es de admirar la complejidad de divisiones con las que Lee dota a Hydra (todas ellas con muy atinados nombres animales como Zorro o Escorpión) y la imaginación desbordante para crear bombas imposibles o asaltos de soldados con patinetes a reacción. No debemos olvidar el momento traje de Furia que incluye gadgets tales como un traje anti-balas o una camisa explosiva.
Jack Kirby se encarga de volver a ilustrar la aventura del 141 de Strange Tales que supone una suerte de epilogo y la aparición de otros dos personajes estrella como son Mentallo y el Arreglador, Lee demuestra ir muy adelantado a su época narrando cosas como la guerra psíquica, aparece la famosa división PSI de S.H.I.E.L.D., y demuestra con una espectacular fuga de la cárcel que a Mcguyver ya le gustaría tener los recursos del Arreglador. Algo que llama poderosamente la atención es el machismo que destila Furia, todo el rato está filtreando y piropeando a la agente G y dirigiéndose a ella como una inferior pobrecita a la que llamar “chica” o “muñeca”, un producto muy de su época de lo que significaba por aquel entonces ser un tipo duro.
La siguiente gran amenaza a la que S.H.I.E.L.D., va a tener que hacer frente se denomina así misma como “Ellos”, una ingeniosa red con muchas subramas que nos va a llevar a enfrentamientos tan delirantes como la organización del “Druida”, un terrorista que disfraza ingenios mecánicos con el misticismo del culto celta y que entre otras particularidades tiene una base debajo de un bosque de árboles que ocultan un sistema de vigilancia, o una serie de “huevos de Satán”, que son unos complejos vehículos de combate. En esta parte se marca la aparición de Stiwel, en el Strange Tales 144, el contrapunto perfecto para Furia y los aulladores, un remilgado y superinteligente estratega, de exquisitos modales y gran ambición al que en muchas ocasiones Furia va a ver como su rival.
Otro de los grandes momentos que contiene este tomo es la inclusión de Tales of Suspense 68, que marca el encuentro entre Furia y el Capitán América, en una visita del primero a la mansión de los Vengadores, para enfrentarse a un peligroso androide y que marcará el deseo del Capi de unirse a S.H.I.E.L.D., de nuevo un desborde de creatividad inventando mil amenazas diferentes en vez del clásico robot tira-rayos. A partir de aquí comienza el enfrentamiento contra la otra gran organización rival, en este caso son Ideas Mecánicas Avanzadas (o I.M.A., como la conoceremos a partir de ahora) otro genial diseño de Kirby inspirado en los apicultores que a día de hoy se mantiene, ¿quién no conoce a estos científicos locos con caso cuadrado y mono amarillo? El gran acierto de esta saga es que I.M.A., pone contra las cuerdas a Furia a base de burocracia y de su tapadera legal, y Nick no es muy bueno enfrentándose a cosas a las que no puede pegar.
El 150 de Strange Tales es un número muy particular, pues el primer trabajo para Marvel de un tal John Buscema que luego sería uno de los artistas referencia en colecciones como los Vengadores. Es muy curioso porque como confesó años más tarde, Buscema borró los bocetos de Kirby y dibujó libremente el esperado regreso de la organización Hydra, más peligrosa e intrigante que nunca. Durante esta época Lee quiere dejar de lado unas cuantas colecciones para centrarse más en la labor editorial, por lo que en un primer momento será Roy “Vengadores/Thor” Thomas, el encargado de sustituir a Lee.
Esto no duraría apenas tres episodios pues aunque entra como dibujante en Strange Tales 151 una promesa llamada Jim Steranko, en apenas cinco números, en el 156 pasaría a ser el autor completo (guión y dibujo) de la colección, abandonando los bocetos de Kirby en el 153. ¿Qué decir de la etapa de Steranko que le haga justicia? Pues que fue un loco innovador que llevó los planteamientos de Lee y Kirby a otro nivel en esta colección.
Para empezar fue el responsable de darle un gran giro a la resurrección de Hydra haciendo que el barón Wolfgang von Strucker, enemigo de Furia durante la II Guerra Mundial y uno de los mejores villanos en Comandos Aulladores desde su número 5, fuera ahora el Hydra Supremo, tras un gran juego de Lee de hacerlo cambiar de identidad y hasta de infiltrarse en la mismísima S.H.I.E.L.D., como el agente Bronson, tan llevar otras identidades tan peculiares como la de Don Caballero o el emir Alibey.
Todo un juego de máscaras y cambios de identidad muy propios del Ethan Hunt de Misión Imposible. Steranko toma también la decisión de poner canas por estrés al bueno de Furia. Lleva los gadgets a otro nivel, sin lógicamente perder la influencia de Kirby, intenta adaptarse más a una uniformidad y armamento militar más realista y menos recargado. Fruto de ello son los trajes planeadores de S.H.I.E.L.D., muchos son los momentos a reseñar como las viñetas cromáticas y psicodelicas, los primeros planos, o las largas secuencias de acción, la splash de presentación de Stucker como nuevo Hydra Supremo o el homenaje a la batalla del Capitán América contra Bartoc el Saltador de nueve viñetas, representada aquí por Furia venciendo a nueve sicarios de Hydra a la vez, o la gran batalla con cambiazo entre Stucker y Furia presentando a “la Garra de Satán”.
Pese a la gran calidad de la segunda saga de Hydra, Steranko se luce ya con su propia voz y no como clon de Kirby en la saga final de este tomo, la “saga de la Garra Amarilla”, en la que Steranko recupera a los personajes del serial “La Garra Amarilla” de cuando Marvel aún era Atlas, el infatigable agente del FBI Jimmy Woo, el pérfido genio del mal Garra Amarilla y su dadivosa sobrina, amor condenado de Woo, Suwan.
Toda esta etapa que llega hasta la última aventura de Nick en Strange Tales en el número 168 esta cargada de dramatismo y momentos geniales. Por un lado supone la aparición de dos míticos agentes de S.H.I.E.L.D., por un lado la condesa Valentina Allegra de Fontaine, la que luego será gran interés romántico de Furia y que aquí es la única damisela que no se deja avasallar por los momentos macho alfa del tuerto, toda una femme fatale con esa característica melena negra de mechón blanco. Ella hace su aparición junto al nuevo “Q” de S.H.I.E.L.D., Sidney, alias el viejo, en Strange Tales 160.
Pero entre tanto tipo serio hacia falta una despreocupada sonrisa, y sin duda ése es el agente Quatermain, al que tanto deberá luego el Hulk de Peter David. Un tipo simpático y gracioso que debuta como agente en Strager Tales 163. De nuevo acción a raudales, planes apocalípticos, relaciones amorosas que no salen bien, una sesión de entrenamiento increíble con el Capitán América, pero de todo lo que contiene esta saga sin duda lo más espectacular es la splash cuádruple desplegable del Strange Tales 167, una maravilla de la expresividad, y de acción impactante que a día de hoy sigue dejando con la boca abierta.
No quería terminar esta reseñar sin hablar de la cuidada edición de Panini para este tomo, que va desde la genial portada de Alex Ross, recreando varios momentos míticos de la serie y en un claro homenaje a Kirby, el buen encuadernado del cartoné y la cuidadosa selección de extras, repartidos a lo largo de todo el tomo y dónde se nos cuentan anécdotas de la colección, personajes, autores, vida editorial y con una gran selección de bocetos y trabajos de los autores.
Sin duda un cómic imprescindible para los amantes del espionaje y la acción, para los que quieran ahondar en la figura de Furia y S.H.I.E.L.D., Hydra I.M.A. y ver desplegar a ese artista sin parangón que fue Jim Steranko, aquí empieza todo ¡Larga vida a S.H.I.E.L.D.,!
