Tengo una hermana a punto de entrar en el instituto y, pese a que mi colección de cómics es grande y variada, nunca he terminado de encontrar el adecuado para iniciarla en este mundillo. Sin duda hay cosas de gran calidad que le vendrían muy bien, pero siempre acabo concluyendo que “es demasiado complejo”, “se necesita mucho trasfondo para entenderlo”, o que el lenguaje utilizado está muy alejado del que usan los chavales de hoy en día. Y no solo el lenguaje; el mundo que representan esas historias suele ser o muy anticuado o muy futurista, pero casi nunca como el que nuestros adolescentes experimentan.
Se que hay otros productos que servirían a ese propósito, pero por lo que sea nunca me atrajeron demasiado. También he de reconocer que el hecho de que se tratase de Spiderman contribuyó mucho a ese entusiasmo. Porque sí, soy un fanático del trepamuros, y eso me hacía plantearme otra duda: ¿Sería este cómic, a su vez, adecuado para alguien como yo?
Ya os adelanto que mi reacción no ha podido ser más positiva.
Todo ello queda entrelazado por la narración de la vida personal de Peter Parker quien, como de toda la vida, tiene dificultades para encontrar el equilibrio entre su vida superheróica, los problemas financieros de la tía May y el instituto. Éste último es el eje en torno al que gira la parte civil de Peter y, como fuera allá en sus orígenes, la clave de la conexión entre el lector y el personaje.
Puede que lidiar con los abusones (pese a poseer un gran poder), estudiar para la clase de historia y fracasar en su interés romántico por una chica (Gwen, en este caso) ya no sea tan sorprendente ni apele a un lector veterano como yo, pero resulta enormemente nostálgico y, de hecho, funciona por ello. Por no hablar de los potenciales nuevos lectores que andarían, más o menos, por la misma edad y con preocupaciones probablemente similares.
Punto adicional, además, por no perderse excesivamente en la tragedia inicial que motiva a Peter y llevar la historia directamente a un punto en el que, pese a ser un novato, ya lleva cierto tiempo actuando como héroe (¿a que no hacía falta hacerlo en cada reboot o vuelta de tuerca?). Y por recuperar esa idea de que no es imprescindible plantear tramas larguísimas y complejas para contar algo interesante y divertido a la vez. Y es que ese es otro de los puntos fuertes que quizá hasta eclipsan el trabajo de Slott en la cabecera principal. Frente a un Peter inseguro y sobrepasado, Spidey es un personaje gracioso e irónico en todo momento, complejo y empático, pero muy divertido de leer.
Este entendimiento, a mi juicio, de lo que es la esencia del personaje y el saber adaptarla a los nuevos tiempos sin que ello la desdibuje, no es ni mucho menos casual, pues el guionista Robbie Thomson es también autor de “Seda”, un personaje también del universo arácnido y con un perfil bastante similar en cuanto al tono de las historias. El autor logra ese difícil equilibro entre historias sencillas y diálogos (o monólogos internos) profundos e ingeniosos que lo hace absolutamente polivalente.
El apartado artístico se divide en dos partes. Los tres primeros números obra de Nick Bradshaw, artista que se dio a conocer en “Army of Darkness” (sí, la de Ash de Evil Dead que luego tuvo un crossover con Marvel Zombies…), que aquí nos sorprende con un estilo muy fresco y dinámico, pero extremadamente detallista, en especial en el re-diseño de los villanos (ese Doctor Octopus…) y en las expresiones de los protagonistas. También resultan interesantes sus imaginativas y poco ortodoxas composiciones de página, entre las que destacaría el episodio de Sandman.
La segunda parte viene de la mano de André Lima Araújo (“Avengers: A.I”, “Inhumans”) cuya experiencia arácnida se remonta hasta las páginas del Spiderverso, dentro de las pasadas Secret Wars. El artista portugués despliega un estilo ciertamente inusual para el género, más sobrio en el trazo y la composición, pero igualmente dinámico en las escenas de acción, lo que contrasta con cierto estatismo en las más cotidianas.
Estamos pues ante un nuevo enfoque para un personaje clásico pero de absoluta actualidad como el que representase, en su día, el universo Ultimate, del que recoge ese espíritu moderno e inmediato, pero respetuoso con un largo y poderoso legado. Una propuesta válida para cualquier nivel de experiencia e implicación con el personaje, pero que funciona especialmente si se trata de tus primeros pasos, ya sea con Spidey o con el cómic superheróico en general.
Un regalo de iniciación perfecto. O para la nostalgia, quién sabe…