Bienvenidos a este paseo por las oscuras dimensiones de la magia del Universo Marvel. Hoy reseño un nuevo e imprescindible tomo de Marvel Héroes de Panini, dedicado a toda la etapa que el genial guionista Roger Stern (Vengadores, Capitán América) realizó al frente de la colección del hechicero supremo, que comprende los números 46 a 73 del volumen dos americano de Doctor Strange. Por si esto no fuera ya argumento suficiente, además complementa el tomo una deliciosa historia corta con Charles Vess (Sandman, Stardust), la novela gráfica “Triunfo y Tormento” que realizó junto a Mike “Hellboy” Mignola y el relato “Esta vieja casa” junto a Neil Vokes.
Logicamente este tomo es junto al Omnigold dedicado a las primeras aventuras del mago en Stranger Tales el medio infalible durante este mes, en el que Extraño es el protagonista destacado de las novedades de Panini de cara a la nueva película de Marvel Studios, en las que el ídolo de masas, Benedic Cumberbatch (“Shelorck”, “Strak Trek : En la Oscuridad”) interpretará a nuestro señor de las artes místicas. Por si hay alguno para el que esta reseña y tomo sea su primer acercamiento al personaje os sitúo. Stephen Strange era un famoso y virtuoso cirujano que tras sufrir un accidente de coche pierde la sensibilidad de sus manos y pierde su profesión, entra en una espiral de decadencia y locura desesperada para intentar recuperar el uso de sus manos. Una vez arruinado termina en el Himalaya donde conocerá al Anciano, el maestro de las Artes Místicas y a su aprendiz el Barón Mordo. Al saber que Mordo intenta matar al Anciano, Strange decide instruirse como aprendiz de mago y con ello salva la vida del sabio y derrota a su diabólico alumno. Tras ello se hace con el manto de hechicero supremo de la Tierra.
A lo largo de sus aventuras se las verá con una pintoresca galería de villanos como Pesadilla, Dormamu, el citado Mordo o D´spayre, contará con la fiel ayuda de su criado Wong, su secretaria y contable Sara, conocerá el amor más allá de las dimensiones con su amante y aprendiz Clea, princesa de la dimensión oscura y topará con la extraña Morgana una mortal con la capacidad de verle en su forma astral.
Ya situado vamos a que el doctor pase consulta, como siempre en Nueva York, en su mansión y Santa Sanctorum, con ese característico ventanal con el sello de los Vishanti, en el 177A de la calle Bleecker en el Greenwich Village.
Algo curioso es que Doctor Extraño fue una apuesta personal de Roger Stern que además de ser guionista era editor en Marvel, para relanzar un moribundo título que tenía cadencia bimestral. Su relanzamiento iba a ser sonado, pues se iba a ocupar de lanzarlo cierto joven y rebelde dibujante llamado Frank Miller que estaba deleitando a los fans en la colección de Daredevil, el problema como ya es sabido por historia del cómic es que su trabajo en Daredevil fue tan buen que directamente lo que hicieron fue pasar la serie a cadencia mensual por lo que a Miller le fue imposible ocuparse del proyecto, pero pese a eso Stern decidió seguir pues sabía lo que luego demostró a muchos, que Doctor Extraño iba a ser una serie de logros increíbles.
Stern pues comienza su andadura con una pequeña historia obra de Michael Golden (Micronautas), en ella comienza uno de los puntos fundamentales de Stern la separación entre Strange y Clea, en la caracterización de su mago, vemos a un taciturno y voluble Extraño que no para de debatirse entre el mundo material y espiritual, y entre la idoneidad o no de una relación amorosa con su aprendiz.
A continuación tenemos al maestro Gene Colan (La tumba de Dracúla, Conan), que narrará como los amantes se enfrentan al temible Ikkon, demonio de la ilusión.
Durante seis números Extraño queda en manos de Marshall Rogers (GIJOE, Detective Comics, Estela Plateada). Con un estilo clásico pero a la vez caricaturesco, muy centrado en romper las composiciones habituales de página y en la emotividad de los personajes, con él Extraño unirá fuerzas con el Hermano Vudú para vencer al loa Dambalah, conocerá a Morgana Blessing, una mortal capaz de ver la forma astral de Extraño y que supondrá todo un terremoto en su relación sentimental, más allá del tiempo y del espacio;
conocerá a Nick Furia y sus Comandos Aulladores en 1943 homenajeando al número 18 de su colección y rescatando al personaje de Pamela Hawley del olvido. Con Rogers Extraño y Clea protagonizarán un encuentro “tantrico” que es lo más cercano que en aquella época se podía mostrar de dos personajes teniendo relaciones sexuales.
Además Rogers sería el responsable del segundo eslabón en lo que yo llamó la trilogía de Rama Tut (la encarnación pasada de Kang el Conquistador) que comenzara en el número 19 del primer volumen de los Cuatro Fantásticos, pues en el número 53 de esta obra Extraño viajaría y viviría unos acontecimientos complementarios a los de los imaginautas, pero es que además en el numero 22 del vol. 2 de los Vengadores de la Costa Oeste, Clint y los suyos también viajaban a este momento, convirtiéndose el mismo en uno de los más visitados por todo el universo Marvel. Rogers también es el responsable de hacer que Clea rompa con Extraño tras sentir el amor que Morgana y todas sus encarnaciones pasadas sienten por él, lo que llevará a un viaje por el tiempo y a alirse con Pesadilla.
El sustituto de Marshall Rogers será Paul Smith, un gran talento venido de la animación, que alcanzaría un gran éxito en Patrulla-X y que aquí es el responsable de varios pares de números dispersos, en ellos veremos a Extraño caer en las garras del anhelo recordando la batalla de él y Clea contra Tiboro, rememorar su orígenes en “Un Místico Renacido” y recuperar a los olvidados, Adria, Kaecilius y Demonicus, de los tiempos de Stranger Tales. Nos muestra un Extraño torpe y muy superado por la perdida de Clea, una sombra de lo que es, mucho más humano que místico.
Dos titanes del cómic como son Michael Golden y Kevin Nowlan (Caballero Luna), se ocupan de dos episodios magistrales. Golden va a dar un repaso a toda la mida y miedos de Extraño cuando recibe la desesperante visita del mago Dakimh, en un juego de humo y espejos en el que el hechicero dudará de la veracidad de todo cuanto creyó. Por su parte Nowlan ilustra un intenso y divertido episodio en el que una legión de seguidores quieren optar al puesto de aprendiz de Extraño dejado por Clea, entre ellos, y en otro ejercicio de nostalgia de Stern, Jimaine Szardos la hija de Margali, cierta hechicera suprema que puso en jaque a la Patrulla-X y a Extraño.
Tras este vaivén viene la saga de Dan Green (Telos, Spiderman 2099) que cuenta con las tintas de Terry Austin, uniformador de toda la etapa de Stern y que fue el responsable luego de varios cómics de “las aventuras de Superman” y “Sonic”. En esta saga Stern decide acabar uno de sus cómics favoritos “La Tumba de Drácula”. Por ello en esta saga desfila el señor de los vampiros, Blade afro y aún con estacas de madera, el detective vampiro, Hannibal King y el descendiente del propio Drácula, Frank Drake.
Son unos números oscuros que intentan homenajear la fuerza de Gene Colan. Son unos números de gran psicodelia y narrativa con un King inmenso y donde la amenaza del señor de los vampiros y del oscuro libro Darkhold, llevara a combates contra cambiaformas, a defender la mansión de los Vengadores en una brutal batalla junto a la Bruja Escarlata y Monica Rambeau (Capitana Marvel por aquel entonces, actualmente la miembro de los Ultimates Spectrum), Drácula desatará todo su potencial en dichos combates, legiones de ratas, sectarios, etc. También veremos por aquí al anciano Genghis, un curioso guía que ha perdido el jucio y las ganas de comer, pero que nos va a dejar geniales secuencias cómicas junto con sus pobres adeptos.
Un gran y digno final que marcaba el cese de los grandes monstruos en la Marvel de los ochenta, que ofrecía redención a King, castillos en Transilvania, garrazos, mordiscos, niebla, en definitiva Tumba de Drácula en estado puro y una preciosa despedida para Lilith, Drácula y todos los vampiros que escalofriaron a los lectores de los 70.
Tras la fantástica saga de la caída de los vampiros, Stern se toma un descanso de dos números. El primero de ellos es guionizado por Carl Potts, para contar una historia sobre venganza e injusticias que deja un gran poso en el lector y devuelve a sus orígenes orientales al doctor. El siguiente número lo aborda Ann Nocenti (Daredevil) para contar un surrealista número, en el que el espíritu de una antigua musa posee y da perturbadores poderes místicos a un artista muy deudor de nuestro Dalí y que obligará al doctor a hacer una visita a domicilio, pena el dibujo simplón y vacío que resta fuerza a la historia.
La vuelta de Stern pasa por la vuelta de Paul Smith y el desenmascaramiento de un un peligroso farsante que escoge tener poder de las peores fuentes posibles y que pagará un oscuro precio por su iluminación. Además Extraño será el responsable de encontrar la peculiar reencarnación de un perdido lama en un divertido y aleccionador número de unión entre filosofía este-oeste. Y además descubriremos que Extraño tiene un buen swing para el golf.
Vuelve a descansar Smith y es el turno de Leialoha, para mostrarnos las primeras andanzas de Jessica Drew como detective sin poderes y volver a reunir a Extraño con los cazavampiros para un nuevo alzamiento de la secta Darkhold. Divertido número en el que brilla un King disfrutando de volver a ser humano.
Otro de los grandes puntos de Stern son las relaciones sentimentales que aquí lo marca el triangulo entre Clea, Morgana y Extraño y el imposible amor entre la secretaria Sara y Wong, ante el misterioso matrimonio concertado del sirviente. Toda una delicia leer las pequeñas situaciones costumbristas que crea Stern para relajar las batallas mágicas y ataques de seres multidimensionales.
Smith retorna para volver a unir los destinos de Extraño y Dane Witman, el vengador Caballero Negro, que tras su traumático paso por las Cruzadas ha quedado poseído por la espada de ébano. Un curioso cruce de espada y brujería con sabor épico y que nos devuelve al Caballero Negro de los tiempos artúricos.
El final de la etapa de Stern es sencillamente apoteósico, dejando marcada su huella para siempre en la mitología de Extrano, conoceremos el origen de Dormmamu y su cruel hermana Urma (villana por excelencia de esta saga por derecho propio). Clea también conocerá su verdadero origen y emprenderemos una saga de lucha y rebeldía, reflexiones sobre la politica y la justificación del daño a inocentes. Tranquilos también tendremos muchos hechizos, a Extraño con un look muy biblico, a los Sinmente, recuentro de amantes, la leyenda de los parías y mucho más. Si tengo que poner una pega es que Urma al final se desinfla como villana, aunque me parece todo un acierto de guión de Stern que sea Clea, la máxima protagonista de la saga y que logrará vencer a la villana ella misma sin ayuda de Extraño.
Pero por si esto pareciera poco contamos con una genial historia de Marvel Fanfarre a cargo de Charles Vess en la que Extraño mostrará a un belicoso hechicero el precio a pagar por ser el hechicero supremo y el valor de controlar la magia. Toda una delicia visual que hace que las dimensiones fantásticas y los hechizos brillen como nunca.
Proseguimos con "Triunfo y Tormento", para mí unas de las mejores novelas gráficas de todos los tiempos y que merecería una reseña para ella sola. Un portentoso trabajo visual de un Mike Mignola en estado de gracia, en el que Stern logra condensar el origen tanto de Extraño como de Muerte. Un torneo para decidir quién será el hechicero supremo, la vuelta del anciano Ghengis más lucido que nunca. Una lucha en el infierno contra el mismisimo Mefisto, Latveria, y la salvación de la madre de Muerte.
De nuevo Extraño aquí casi es una comparsa porque la fuerza que le imprime Stern a tirano de la armadura y el mimo en las manchas y tintas de Mignola por el latveriano hacen un trabajo sobresaliente. No necesitas conocer nada de estos personajes para disfrutar de esta obra que al leerla se muestra totalmente redonda. Sin duda el antecedente directo de lo que más tarde será la obsesión de Mignola, Hellboy y para mí la mejor historia que ha escrito Stern. Pues pese a la magia las legiones de demonios, lo importante es la humanidad que se le imprime a Muerte, su dolor por el destino de sus padres y el triunfo que logra de su tragedia.
Termina el tomo con una historia que por azares editoriales quedó inédita durante casi una década. En ella Stern se une al genial historietista cartoon Neil Volkes, para contar el primer día de Extraño en su mansión del Greenwitch Village. Una historia con sabor clásico pero con un espectacular y colorido dibujo.
Por si todo lo que os he contado no fuera bastante, además este tomo cuenta con una genial introducción de Julian M. Clemente, fichas de personajes de Extraño, Clea, Dormmamu y Mordo así como una galería de ilustraciones y portfolios que incluyen trabajos de Frank Miller, Michael Golden, Marshall Rogers y Mike Mignola.
Sin duda el tomo más imprescindible y definitivo si quieres adentrarte en los misterios de los Vishanti y dejarte llevar por la desbordante imaginación y delicadeza del trabajo de Stern, No lo dudes y entra, tienes cita con el doctor, degusta el té de mandrágora de Wong mientras disfrutas de este genial cartoné.
