La última vez que vimos a Barracuda estaba siendo arrojado a su muerte, directo a las fauces de un tiburón. Pero logró sobrevivir a eso. El acercamiento realista que habíamos visto hasta ahora en la recopilación, se toma un descanso, y es que después de sagas duras como «Los Esclavistas», presentar a Barracuda fue un soplo de aire fresco y risa fácil, y su regreso sigue por la misma línea. Ya volverá la cruda realidad, no os preocupéis. Y si nos despedimos de él junto a una boca, le re encontramos junto a otra, una que sabe como tenerle contento, aunque sea de usar y tirar. Y es que Barracuda no establece vínculos duraderos con nadie.
La historia es que un mafioso llamado Chris Angelone contrata a Barracuda para que proteja a su hijo Oswald mientras éste mata a Leopoldo Luna, un presidente corrupto que le ha subido las tasas por la exportación ilegal de narcóticos a Angelone. De este modo pretende ajustar cuentas y tener vía libre para su negocio, y al mismo tiempo conseguir que su hijo se haga un hombre matando a su enemigo.
El problema es que el hijo no tiene ni media torta, es un nisu, uno de esos personajes que ni su madre conoce, llenos de acné y con gafotas, que apenas habla y que nada más verlo sabes que es el que se lleva todas las collejas en el instituto. Encima es hemofílico. Una pena de chaval.
Al mismo tiempo Cuda va a jugar a dos bandas, ya que conoce a Leopoldo, y quiere quitárselo de en medio para colocar a su tetona mujer, Wanda, ex actriz de cine porno con record en doble anal, en el poder. Añádele al cóctel un cura pederasta, un amigo de Barracuda con gusto por travestirse, y que Leopoldo tiene la costumbre de arrojar al volcán a sus enemigos, y tienes todos los ingredientes que te harán disfrutar de esta historia. ¡Ah! Y regresa Digby, un viejo conocido de Cuda, que se encargó de aliviarle las noches que paso en la cárcel, y a quien recordaréis del tomo anterior.
El final de la historia es bestia y desternillante como él solo, una delicia de lectura. Y esa escena final con un canibalismo plenamente insinuado es un buen final al tomo. Esperando al regreso de Frank en la próxima entrega. Porque Barracuda tiene ganas de revancha. Y nosotros de leerla.