Una de las sagas más respetadas del género de lucha regresa para hacer su debut en la nueva generación, esta vez con la larga sombra de Disney sobre su cabeza y con más competencia que nunca.
Es de conocimiento general que el género de los juegos de lucha está viviendo una nueva edad de oro, gracias sobretodo al auge del juego online y de las competiciones de eSports. Esto ha hecho que grandes sagas y estudios clásicos regresen al redil con nuevas entregas de franquicias ya conocidas. Este es el caso de Marvel vs Capcom: Infinite, que llega seis largos años después de Fate of Two Worlds.
En este nueva entrega, y fruto de la compra de Marvel por parte de Disney y de la creciente importancia de su universo cinematográfico, hemos perdido todos los personajes que se encuentran en manos de la Fox, lo que quiere decir que no gozaremos de la presencia de ningún mutante ni miembro de los 4 Fantásticos, con lo que perdemos personajes tan emblemáticos de la Casa de las Ideas (y de la saga en sí misma) como Wolverine y Dr. Doom.
Así pues, por parte de Capcom tenemos a los debutantes Jedah (de DarkStalkers) y X (Megaman) que se unen así a Arthur, Chris Redfield, Chun-Li, Dante, Firebrand, Frank West, Mike Haggar, Morrigan, Nathan Spencer, Nemesis, Ryu, Strider Hiryu y Zero. Por parte de la casa de los Vengadores, se estrenan la Capitana Marvel, Gamora, y Ultron, que se unen al Capitán América, Doctor Extraño, Dormammu, Motorista Fantasma, Ojo de Halcón, Hulk, Iron Man, Nova, Mapache Cohete, Spider-Man, Thanos, y Thor. En total, 30 personajes a los que hay que sumar seis que serán añadidos a través de contenido descargable.
Estos personajes lucharán en los 16 escenarios elegidos, que reflejan la fusión de universos como son los laboratorios A.I.M.Brella o New Metro City. Junto a ellos, tenemos otros más tradicionales, la Torre de los Vengadores o el Salón del Trono de Asgard.
En cuanto a modos de juego, nos encontramos con un juego que, al igual que Street Fighter V, está descaradamente enfocado al multijugador online, algo que se nota no solo en lo bien que funcionan los servidores y el escaso lag que tiene el juego, sino que también se deja sentir en la escasa oferta para un jugador con la que cuenta.
El principal caballo de batalla para aquellos que prefieren jugar por su cuenta es el modo Historia del juego, que arranca directamente con el mundo resultante de la unión de los universos de Capcom y Marvel, en el que Ultron Sigma (fusión de Ultron y Sigma, obviamente) posee dos de las seis Gemas del Infinito o, lo que le permite gobernar con mano de hierro mientras el virus sigma convierte a toda vida biológica en máquinas esclavas del nuevo caudillo.
Esto hace que los héroes de ambos mundos, que ya se conocen y no tienen roces entre ellos porque son los mejores amigos desde siempre, colaboren para encontrar las cuatro gemas restantes y así tener alguna oportunidad contra el Emperador Robótico, lo que inicia un viaje épico que nos dará la oportunidad de tomar contacto con prácticamente todos los personajes del juego.
Por desgracia, su escasa duración (el juego tarda más en instalarse en una Xbox One que lo que tardas en acabar su historia) y lo simple de su trama hacen de este modo Historia un añadido más que insuficiente para aquellos que no estén interesados en jugar online. Si a esto le sumamos lo pobremente que Capcom caracteriza a los personajes Marvel, sirva como ejemplo Gamora combatiendo codo con codo junto a Thanos, hace que este modo historia sea más un trámite molesto que disfrutable.
Por su parte, el sempiterno modo Arcade, si bien resulta más entretenido, sufre de la actual moda de no dar a cada personaje su propio final, ni tan siquiera en modo de texto, algo que para los jugadores más clásicos resultará prácticamente imperdonable, y que resta muchos enteros al modo. El resto de la oferta la completan el multijugador offline, el modo entrenamiento típico de los juegos de Capcom y, finalmente, una completísima galería que hará las delicias de todos los curiosos gracias a la enorme cantidad de información y los diseños originales que incluye.
Pasemos ahora al sistema de juego en sí mismo. MvsC Infinite vuelve a traernos frenéticos enfrentamientos 2 contra 2 en los que el peso recae especialmente en nuestra habilidad para realizar combos y el combate aéreo. Como novedad, regresan a la saga las Gemas del Infinito, otra prueba más de la influencia de Disney en esta entrega de la saga y un nuevo elemento estratégico muy de agradecer.
Cada una de las seis gemas (alma, realidad, tiempo, espacio, mente y poder) podrán ser elegidas antes del combate y otorgarán habilidades únicas a nuestros personajes, por ejemplo, la piedra del alma nos permitirá absorber algo de vitalidad de nuestro rival, curando así a nuestro propio personaje. Cada gema además contará con su propia barra de energía, que una vez alcanza cierto punto nos permitirá desatar todo el poder de las joyas. Siguiendo con el ejemplo anterior, la gema del alma nos permitirá devolver la vida a un compañero caído y asaltar al rival en un dos contra uno difícil de defender.
También debemos destacar la casualización que ha supuesto la inclusión del auto combo y los auto «hyper combo», pensados para poder jugar usando apenas tres botones y que, con un poco de práctica y cierta capacidad para defenderse, serán suficientes para derrotar a la máquina en prácticamente cualquier situación. Es más, es bastante evidente que la inteligencia artificial prima el jugar de una forma defensiva y segura respecto a ir al ataque, lo que puede hacer de los modos para un jugador una experiencia muy aburrida y monótona en la que protegerse y efectuar los combos automáticos será más que suficiente para ganar la gran mayoría de combates.
Otras novedades incluyen la posibilidad de cambiar de personaje en prácticamente cualquier momento, lo que ofrece nuevas y variadas posibilidades en los combos, la guardia avanzada, que empujará al rival dándonos el espacio necesario para contraatacar y finalmente, tenemos el bautizado como «Counter Switch», una nueva forma de frustrar los ataques del contrario haciendo que nuestro compañero de equipo tome el relevo a cambio de una barra de energía.
En el apartado visual, nos encontramos con el ultra explotado Unreal Engine 4. Esto, como en todos los juegos que lo utilizan, asegura una calidad gráfica tan incuestionable como poco original, pero es el precio a pagar por una industria con presupuestos de desarrollo desorbitados.
Así pues, como buen hijo de su motor gráfico, MvsC Infinite muestra un exuberante apartado visual en el que los efectos lumínicos y las partículas brillan con luz propia. Los personajes y sus animaciones son bastante resultones por lo general, aunque tanto a Thor como a Ryu no les termina por sentar bien el salto a este motor gráfico. Los escenarios por su parte quitan el aliento gracias a una ambientación fantástica que reúne lo mejor de ambas compañías.
Mucho menos afortunadas resultan las escenas animadas, dónde la sensación de encontrarse ante un juego «menor» de la anterior generación resulta imposible de evitar, por culpa en gran parte de unos movimientos y expresiones faciales excesivamente artificiales y una iluminación infinitamente más pobre que la mostrada durante los combates.
Por otro lado, nos encontramos por un nivel sonoro monopolizado por los voces de los diferentes personajes y del narrador, que dan al juego una intensidad propia de las competiciones deportivas «de pata negra». Por desgracia, esto oculta una banda sonora muy interesante que remezcla temas clásicos de los personajes del juego con canciones más frenéticas y adecuadas para un juego con un ritmo tan alto como el que hoy nos ocupa.
Conclusión
Hace cinco años, habríamos dicho que Marvel vs Capcom Infinite es un juego de lucha sobresaliente. Pero las cosas han cambiado mucho dentro del género desde el lanzamiento de Xbox One y PlayStation 4 y hoy por hoy la competencia es feroz.
Y comparado con esa competencia, la última propuesta de Capcom es sencillamente mediocre. Tekken 7, Street Fighter V e incluso el ya amortizado Smash Bros. 4 superan ampliamente a este cross over, que se queda corto especialmente debido a un desangelado contenido para un jugador y un sistema de juego que no logra mejorar al ya mítico y lejano Marvel vs Capcom 2.
Dicho esto, el juego no es malo per se, y seguro que los fans de la saga y de ambos universos pueden disfrutar de él, sencillamente no consigue destacar dentro de un género más en forma que nunca.