Un medicamento comúnmente usado para controlar la presión arterial alta puede también ayudar a prevenir la aparición de la diabetes tipo I en más del 60% de las personas incluidas en los grupos de riesgo, según investigadores de Anschutz Medical Campus en University of Colorado.
El estudio fue publicado online la pasada semana en la revista Journal of Clinical Investigation.
«Este es el primer tratamiento personalizado para la prevención de la diabetes tipo I”, asegura el doctor en Medicina Aaron Michels, investigador en el Barbara Davis Center for Childhood Diabetes y profesor asociado de Medicina en CU Anschutz. «Realizamos este descubrimiento utilizando un superordenador, en el laboratorio, con ratones y humanos«.
El medicamento, metildopa, ha sido utilizado durante 50 años para tratar la presión arterial alta en embarazadas y niños. Está en la lista de medicamentos esenciales de la OMS.
Alrededor de un 60% de personas con riesgo de padecer diabetes tipo I posee la molécula DQ8, cuyos niveles altos aumentan de forma significativa las oportunidades de padecer la enfermedad. Los investigadores creyeron que si conseguían bloquear la producción de la molécula DQ8 podrían evitar también que la diabetes se desencadenara.
«Todos los medicamentos tienen efectos colaterales. Si tomas demasiado acetaminofeno puedes dañar tu hígado”, comenta Michels. «Cogimos todos los medicamentos aprobados por la FDA con moléculas pequeñas y analizamos la unión de HLA-DQ8 con un superordenador. Buscamos mil orientaciones para cada medicamento, con el fin de identificar cuáles encajarían con el surco de unión de la molécula DQ8«.
Tras analizar de esta forma miles de medicamentos con el superordenador, encontraron que la metildopa no sólo bloqueaba a DQ8, sino que no dañaba la función inmune de otras células, como hacen muchos inmunodepresores. La investigación llevó diez años y su eficacia se ha demostrado en ratones y en 20 pacientes de diabetes tipo I que tomaron parte en los ensayos clínicos en el Barbara Davis Center for Childhood Diabetes en la School of Medicine de University of Colorado.
«Ahora podemos predecir con casi un 100% de exactitud quién tiene riesgo de padecer diabetes tipo I”, asegura Michaels. “El objetivo de este medicamento es retrasar o prevenir la aparición de la enfermedad incluso con ese riesgo”.
El medicamento se toma de forma oral tres veces al día.
Michels y el también doctor investigador David Ostrov, esperan que la misma aproximación sirva para bloquear moléculas específicas para luchar contra otras enfermedades, especialmente autoinmunes, como la artritis reumatoide, la celiaquía, la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico…
El próximo paso consiste en un ensayo clínico mayor, con la ayuda de los Institutos de Salud Nacionales de los EEUU, que se iniciará esta primavera.
Los otros autores del estudio son: Aimon Alkanani, Kristen McDaniel, Stephanie Case, Erin Baschal, Laura Pyle, Sam Ellis, Bernadette Pollinger, Katherine Seidl, Viral Shah, Satish Garg y Mark Atkinson.
Fuente: University of Colorado.