La Familia Addams está llena de personajes dispares, estrafalarios, delirantes, pesadillezcos y más afilados que la espina de una rosa venenosa. ¿Pero existe alguno más carismático y con más poderío que Miércoles Addams? Para responder a esta pregunta llega a Netflix, de la mano de Alfred Gough y Miles Millar el spin off de La Familia Addams: Miércoles. Una historia de misterios, humor tan ácido que es corrosivo y mucha disyuntiva del yo adolescente y el yo monstruoso. Es Miércoles quien ve a todo el mundo con potencial de convertirse en un ser sacado de una historia de Edgar Allan Poe, a mí no me miren.
Después de liarla parda en su instituto para vengar el acoso que le hacen a su hermano, Miércoles Addams es expulsada. Otra vez. Morticia y Gómez empiezan a verse son opciones así que no les queda otra que optar por la más odiada, repudiada y repulsiva de todas: o al menos, según los parámetros de Miércoles. La mandan al internado Nunca Más, un instituto para marginados como ella que esconde más secretos de los que su tétrica arquitectura demuestra.
Estoy escribiendo esta crítica con la banda sonora de la serie de fondo, ¿qué pasa? Echaba de menos esta faceta trágica, melodramática y siniestra de Danny Elfman que me lleva de vuelta a La Novia Cadáver, Sleepy Hollow y Coraline. Referencias que encajan muy bien con Miércoles.
Miércoles es, desde mi perspectiva, el personaje más fuerte, sombrío y punzante de toda su familia. Aunque siniestra quizás la defina mucho mejor, en realidad. Es por ello que Jenna Ortega, en su papel protagonista, se come la pantalla con sus diálogos sangrantes, sus miradas afiladas y su astucia sórdida.
Cuando se anunció el reparto tenía mis dudas. Sobre todo con la cuestión Catherine Zeta Jones / Christina Ricci, y al principio seguía sin convencerme del todo esa decisión. No obstante, una vez que coge velocidad la trama y las ves en cámara es mucho más fácil comprender por qué decidieron repartir los papeles así. Algunas elecciones sobre el elenco más joven siguieron sin hacerme demasiada gracia durante toda la temporada, como fueron el caso de Hunter Doohan y Percy Hynes White. Aunque en el caso de White influye un poco la presencia del personaje en el guion que, es, cuanto menos, sosa. Sin embargo, a cambio tenemos a Emma Myers como Enid y pocas elecciones acerca del reparto podrían haberme hecho más feliz. Así que, en resumen, ni tan mal.
Cuando vi el trailer por primera vez, no las tenía todas conmigo sobre la trama. Me olía a una mezcla entre la desesperanza de la segunda temporada de Una serie de catastróficas desdichas y un curso escolar en Hogwarts. Que quieres que te diga, si me tienes que meter a Miércoles es un cole mágico, prefiero algo que tire más por la academia de Sabrina que por el castillo de Harry Potter. La división por grupos de especies mágicas de marginados, cuatro en total, casi parecían casas de Hogwarts. Era algo que me descentraba y sacaba de la historia todo el tiempo. Teniendo en cuenta la cantidad imnumerable de monstruos que acechan en la narrativa de terror y mitología de todos los tiempos, ¿se reduce todo a cuatro grupos? Por otro lado, que haya una separación tan marcada entre normales y marginados de forma verbal e incluso física, puede tener sentido en el contexto adolescente, pero flojea cuando vemos cómo los adultos se relacionan también con dichos términos.
En sí misma la serie es estretenida e interesante. Como si de repente nos hubieran metido dentro de una novela de Agatha Christie, pero con más movidas sobrenaturales, picnics en cementerios, dilemas adolescentes y dalias negras.
Miércoles es un cementerio bien cuidado de referencias al cine y la literatura de terror. Hay tumbas por todas partes y no todas nos las enseñan en primer plano. Frankestein, Carrie, 101 dálmatas, textos de Edgar Allan Poe, la propia Familia Addams… Hay muchísimas y están en todas partes. Me dan ganas de volverla a ver solo para conseguir encontrar todos esos chistes, vistazos y secretos escondidos.
Miércoles es decidida, no tiene pelos en la lengua y es más veloz que la primera flecha lanzada en combate, lo que hace que no tenga reparos en señalar cuestiones morales y éticas en voz alta y con fuerza. Es intrigante y tiene mucha fuerza en su discurso.
La dirección la conforman Alfred Gough, Miles Millar, Tim Burton, James Marshall y Gandja Monteiro. Respecto a Burton tengo que decir que hacía tiempo que no me lo pasaba así de bien con algo dirigido por él. Hacía mucho que no sentía esa diversión cautivante y distorsionada que se le da tan bien crear. Personalmente, creo que hacía tiempo que un proyecto no le divertía tanto y se dejó llevar. Y eso llega al espectador.
Los creadores de la serie, Alfred Gough y Milles Millar dieron en el blanco con esta primera temporada. Unos personajes interesantes en su mayoría; unos diálogos con mucha personalidad y, bueno, mucha sangre si hablamos de Miércoles; un equilibrio interesante entre el descubrimiento personal de Miércoles como persona independiente a su familia y que busca tener sus propios objetivos y toda la trama de asesinatos, venganzas y mentiras. En caso de que Miércoles dure, ojalá no pase lo mismo que con Las crónicas de Shannara que fue un fiasco.
El guion de Alfred Goug, Milles Millar, Kayla Alpert, April Blair y Matt Albert está lleno de bromas con mucho filo y comentarios envenedados, pero sobre todo bromas. Las hay por todas partes. Algunas funcionas y otras, bueno, digamos que tienen una maléfica intención.
Miércoles es una serie de misterios y humor, perversa hasta la médula. Aunque rompe el gag constante de La Familia Addams, aquel que señala la ironía de que los Addams, que son los más tenebrosos y malrolleros del mundo, son mucho más felices y se aman más que la mayoría de familias que siguen los convencionalismos… La verdad es que a Miércoles no le hace falta más alla que como referencia lejana. Porque Miércoles quiere ser ella misma, quiere descubrir quén es sin la sombra de sus padres agobiándola, quiere descubrir sus propias fechorías, asesinatos y venenos. Quiere descubrir cómo limar un humor más afilado y rápido. Y es que todo esto convierte la serie en una diana perfecta para el otoño.