Es indudable que Minecraft se ha convertido en uno de los fenómenos más exitosos del mundo de los videojuegos. A estas alturas, es difícil imaginar algún dispositivo o plataforma moderna que no albergue alguna de las diferentes versiones de este peculiar universo cuadriculado de construcción y exploración. Aprovechando su éxito, Microsoft y Mojang Studios han decidido dar un nuevo giro a la franquicia, para alcanzar nuevos horizontes todavía inexplorados por la serie. Así nació Minecraft Dungeons, un RPG de acción isométrica, similar a lo que podemos ver en la saga Diablo, en el que se ha optado por limitar o simplificar varias mecánicas para convertirlo en un título más accesible para el gran publico.
Como decimos, Minecraft Dungeons busca resultar accesible para el público en general, incluso aquellos que no estén familiarizados con este tipo de experiencias. Partiendo de esa base, sus creadores han desarrollado un título que hace de la sencillez su principal virtud, ofreciendo diversión directa y sin complicaciones. A diferencia de otros títulos del género, en Minecraft Dungeons no hay menús repletos de opciones ni ventanas llenas de estadísticas que hay que tener en cuenta para valorar nuestro progreso. La idea principal es reducir o eliminar todas esas opciones para centrar la atención en la exploración de mazmorras y el combate contra enemigos.
De mazmorra en mazmorra
A nivel argumental, la trama es una mera excusa para darle a los jugadores un motivo para explorar mazmorras. Aun así, agradecemos que, al menos, la historia tenga un pequeño trasfondo narrativo que nos permita conocer nuevos detalles sobre este universo. La trama nos habla de un maldeano, el cual es marginado y repudiado por sus congéneres. Lleno de rabia, camina sin rumbo fijo por el mundo… hasta que casualmente encuentra el orbe de la dominación, un extraño artefacto mágico que le confiere increíbles poderes. Ahora, trasformado en el poderoso Archimaldeano y con un implacable ejército bajo su mando, pretende someter a todos los que se opongan a su reinado de terror.
Aquí es donde nosotros entramos en juego. Lo primero que haremos será elegir un avatar que nos represente, entre un conjunto de posibles candidatos. Esta elección se hace únicamente con fines estéticos, pues en Minecraft Dungeons los personajes no pertenecen a una clase predefinida. Lo que marca la diferencia son los pertrechos que nos equipemos. Desde un sencillo menú, podemos seleccionar un arma cuerpo a cuerpo, otra a distancia y una armadura. También hay tres huecos para colocar artefactos que nos confieren distintas ventajas, que van desde lanzar flechas explosivas, hasta invocar criaturas que nos ayudarán a vencer a los enemigos.
Cada vez que subimos de nivel, seremos recompensados con un punto de encantamiento, los cuales sirven para desbloquear habilidades especiales con las que potenciar las armas y la armadura. Este sistema de progresión no es nada complejo, ya que nos permite potenciar nuestro instrumental sin preocuparnos demasiado por las repercusiones a largo plazo. Si pasado un rato encontramos una pieza de equipo de un nivel superior, podemos desmontar la que hemos portado hasta ese momento sin muchos miramientos. Al hacerlo, recuperaremos los puntos de encantamiento que hayamos invertido en ella y los tendremos disponibles para usarlos donde nos parezca más adecuado.
Minecraft Dungeons: explorando en compañía
Como ocurre en otros tantos juegos de este estilo, el sistema de juego gira alrededor del botín. Sí, el denominado loot. Al derrotar a los adversarios, sus cuerpos dejarán caer ítems de todo tipo, entre los que podemos encontrar armas, objetos mágicos, flechas, armaduras, etc. Al recogerlos, se irán almacenando en el inventario mientras decidimos qué hacer con ellos. Si tenemos suerte, puede que encontremos una espada de mayor nivel o un arco más poderoso. Una visita rápida al menú, y en pocos segundos estaremos presumiendo de una flamante nueva arma que mejora nuestros indices de ataque físico o mágico.
Aunque el juego en divertido jugando solo, lo cierto es que la forma más divertida de hacer frente a las huestes del Archimaldeano es uniendo fuerzas con otros guerreros, lo que sitúa al modo multijugador como el elemento principal sobre el que se sustenta la experiencia de Minecraft Dungeons. De esta forma, es posible formar escuadras de hasta cuatro usuarios que se complementen y apoyen entre sí. Además, nos veremos beneficiados por las distintas bonificaciones de las piezas del equipo que porten los compañeros.
Al iniciar cada misión, tenemos disponible un selector de dificultad que podemos modificar a voluntad. A mayor reto, mejores recompensas. Respecto a los enemigos, en Minecraft Dungeons vamos a encontrar los monstruos clásicos de la saga. Zombis, esqueletos, creepers, arañas… cada uno con sus propias características y mecánicas de ataque. Mención especial para los jefes finales, ya que son duros de pelar y no es nada fácil acabar con ellos, sobre todo en los niveles más altos. Al finalizar las misiones volveremos a nuestro campamento. Allí podemos visitar a varios personajes, los cuales nos proporcionarán objetos aleatorios a cambio de un buen puñado de gemas.
Bloques repletos de color
En el apartado técnico, salta a la vista que esta obra ha sabido captar perfectamente la esencia de la saga. Todos los elementos visuales están formados por cubos, lo que le confiere esa apariencia tan personal y característica que tiene la franquicia. Al igual que en la serie Diablo, en Minecraft Dungeons veremos las evoluciones de los personajes desde una perspectiva isométrica, a través de una cámara que se mantiene en una posición elevada en todo momento.
Los entornos son muy bellos y cuentan con un diseño atractivo, además de ser bastante variados. Hay de todo: minas, desiertos, pantanos, bosques, zonas costeras, etc. Los niveles se generan de forma procedural, así que el camino para encontrar la salida será diferente en cada partida. Además, es muy habitual encontrar rutas alternativas y zonas secretas en las que buscar cofres ocultos, aunque también hay callejones sin salida que no albergan recompensas.
Dentro de la selección musical predominan las melodías sosegadas y apacibles, muy en consonancia con el resto de la saga. La banda sonora está compuesta, en su mayoría, por temas suaves y calmados que encajan de maravilla en los momentos de exploración. Sin embargo, se echa en falta un acompañamiento más enérgico en los combates, pues les habría sentado de maravilla un ritmo más elevado. En cuanto a las actuaciones de voz, el juego cuenta con una narradora a la que escucharemos en la introducción. También es la encargada de recitar nuestras hazañas durante las misiones como si de un cuento se tratase.
Conclusiones sobre Minecraft Dungeons
Lo cierto es que nos hemos llevado una grata sorpresa con este título. Aunque no alcanza las cotas de profundidad y complejidad de otros dungeon crawler que hay disponibles en la actualidad, es una alternativa perfectamente válida para los que busquen una experiencia más ligera y accesible. Eso sí, los aficionados que ya estén curtidos en mil batallas van a echar en falta algunas características y opciones propias del género. Además, su duración se antoja demasiado corta, ya que es posible darle una primera pasada en unas pocas horas.
Pese a ello, Minecraft Dungeons se presenta como una magnífica puerta de entrada a los RPG de acción. A pesar de la sencillez de su propuesta, no está exento de reto, en especial cuando seleccionamos los niveles más altos de dificultad. Sin duda, el multijugador es la joya de la corona, pues las cotas de diversión suben muchos enteros cuando recorres sus mazmorras en compañía. Si a todo esto le sumamos el cariño con el que Microsoft cuida sus propiedades intelectuales, podemos estar seguros que va a contar de forma regular con la inclusión de nuevo contenido, algo que le vendrá de perlas para expandir su universo.
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