Estamos ante un programa que, depende de cómo se mire, puede ser la mayor genialidad que se haya visto en comedia desde hace un tiempo o, simplemente, un programa de humor del montón. La clave para que considere ‘Murderville’ (Netflix) una genialidad es que, para mí, estamos ante una vuelta de tuerca genial e inesperada a los “programas de famosos”. Me explico.
Con la apariencia de ser “una serie de policías”, Will Arnett propone a seis famosos, en seis entregas de media hora cada una, una premisa loca: tendrán que introducirse en la interpretación de la serie sin guion y con el objetivo final de ser ellos quienes resuelvan el crimen que motiva cada capítulo. Esta entrada sin guion es, además de un canto a la improvisación y a la libertad creativa de cada persona famosa, una excusa para que, en todos los capítulos, alguna situación inesperada y surrealista lleve a estos famosos hasta el límite de sus capacidades actorales… y de su paciencia.
‘Murderville’ me ha resultado fresca y original, divertida, con famosos que nos regalan momentos hilarantes
El espectador asiste al espectáculo que propone ‘Murderville’ con la tensión de no saber jamás qué pasará. Además, y esta es otra de las virtudes de la idea, los espectadores tampoco somos capaces de prever ni cuál es la línea narrativa loca que sigue cada caso (de partida, surrealistas), ni de dónde están las trampas que el guion que los demás sí tienen le reserva al famoso de cada entrega, ni de cómo reaccionará cuando se tope con ellas. Una sensación de inestabilidad que el reparto gestiona con talento y que, a mí por lo menos, me ha entretenido muchísimo.
Esto ha sido así, también, porque la nómina de famosos para esta primera entrega ha sido lo suficientemente inteligente como para garantizarnos estupendas y divertidas improvisaciones. Los seis famosos son: Conan O’Brien (presentador de televisión), Kumail Nanjiani (‘Eternals‘), Ken Jeon (‘Resacón en Las Vegas’), Annie Murphy (Schitt’s Creek), Marshawn Lynch (exjugador de la NFL de los Seattle Seahawks) y, finalmente, la inmensa Sharon Stone.
El programa es una versión del original británico ‘Murder in Succesville’ (BBC 3), que no he visto -lo confieso-. Pero no he sentido tampoco que estuviese ante una adaptación. El programa tiene vida propia, una frescura y un estilo muy propio a Will Arnett, que le sienta como un anillo al dedo a este programa y que divierte si te dejas llevar por la locura que la premisa plantea.
Fresca, original y divertida
A mí ‘Murderville’ (Netflix) me ha encantado. Me ha resultado fresca y original, divertida, con famosos que nos regalan momentos hilarantes dónde ves que están fuera de sitio, pero que también saben enfrentarse a este reto con frescura, originalidad y mucho humor. Además, este formato se sitúa en una frontera desconcertante entre la serie policiaca y el programa de famosos, rompiendo los aburridos corsés a los que esta televisión canónica nos tiene últimamente tan acostumbrados.
Por eso ‘Murderville’ merece la pena verse y es recomendabilísima. Es una pequeña locura, una travesura de Will Arnett, que si encuentra el espectador libre que quiere divertirse, relajándose y dejándose llevar, regalará risas y carcajadas garantizadas. Imposible pedir más.