Neon Blood – Análisis

Cuando el estudio madrileño ChaoticBrain, presentó Neon Blood como un juego que tomaba inspiración de películas como Blade Runner con una estética similar a Octopath Traveler, todo ello en un juego de aventura gráfica con elementos del RPG, muchos quedamos intrigados. Desde luego, la combinación no parece encajar por ningún lado hasta que te pones a los mandos y compruebas que todo funciona perfectamente.

Neon Blood es un juego que es imposible que deje indiferente a nadie y que ha arriesgado bastante con un juego difícil de clasificar, pero también difícil de olvidar. Si algo nos deja esta aventura es una sensación de querer disfrutar más de lo que ofrece, lo que es un halago, pero también una experiencia agridulce.

*El siguiente análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Meridiem Games para PS5.

Historia de un detective amnésico y dependiente

Para hablar de la historia de Neon Blood tenemos que viajar al futuro, en concreto, al año 2053, en una Tierra que ha sufrido una gran guerra y  cuya población se ha visto diversificada en urbes como Viridis. Aunque con un toque actual, las desigualdades que vemos en estas nuevas sociedades, están mucho más establecidas que nunca creando una enorme diferenciación entre pobres y ricos.

Nos encontramos ante una distopía con estética cyberpunk donde los implantes están a la orden del día y las grandes corporaciones se disputan  el poder. En esta aventura tomamos el rol de Axel McCoin, un detective en caída que sufre de amnesia, que está enganchando como la mayoría a una droga llamada Spark y que pese a lo deprimente de su vida, no cesará en su búsqueda de desenmascarar una conspiración cuyo foco está en Ruby Emeral, una de las empresarias que maneja Blind City y que oculta oscuros propósitos.

Sin duda, no faltan ninguno de los elementos que encontramos en producciones de este estilo. Una ciudad deprimente alumbrada por miles de luces de neón, una tecnología en forma de implantes que tiene dominada a la sociedad y una corporación que, como en la novela de George Orwell, quiere controlar absolutamente todo lo que atañe a sus ciudadanos.

Yo a ti te conozco, compadre

Desde luego, los temas que trata no son nada nuevos y a ratos nos transporta, como bien plantearon sus creadores, a universos como Blade Runner y en el sector de videojuegos, a obras como Nobody Wants to Die, sí que tiene como objetivo dejar huella. Aunque Neon Blood no tiene como fin innovar, y a menos de la mitad del juego vemos el camino de baldosas amarillas a dónde conducirá su historia, la mezcla de géneros, su banda sonora y su increíble apartado gráfico hace que se convierta en un juego difícil de olvidar.

Si hay un elemento que nos ha sacado más de una sonrisa, ha sido los guiños que el estudio español ha hecho en Neon Blood a otros juegos. Desde la aparición de Johnny Silverhand de Cyberpunk 2077 hasta el gatito de Stray entre otros. Son varias las referencias que hemos podido apreciar en esta aventura. Siempre se aprecia cuando una compañía hace homenaje de este estilo, aunque no sean tan visuales como en el recién GOTY, Astrobot, sin duda son detalles bonitos a destacar.

Mix de mecánicas

Neon Blood es un juego difícil de catalogar, pues comienza siendo una aventura gráfica y cuando nos queremos dar cuenta estamos combatiendo al más puro estilo RPG. Al principio, la mezcla resulta un poco confusa, pero cuando llevas un par de horas sientes que encaja perfectamente y la mezcla otorga cierto ritmo a la aventura que le sienta de maravilla.

Aunque como en otros elementos antes mencionados, este apartado se queda también bastante en un ámbito bastante superficial. No esperes grandes opciones de exploración, ni una toma de decisiones a lo Quantic Dream ni una jugabilidad a lo Dragon Quest. Tenemos un poco de todo esto, pero no profundizamos mucho en ninguno. Sin embargo, podemos decir que no le hace falta, pues tiene lo justo y necesario para hacernos disfrutar de una aventura ligera, diversa en mecánicas y entretenida.

En el apartado de la exploración, gracias a los implantes, nuestro detective dispone de un escáner cibernético que le permite encontrar pistas en los escenarios y que nos será muy útil en muchas ocasiones para poder avanzar.

Por otro lado, los combates son muy sencillos, por turnos y permite a nuestro detective usar habilidades, tomar objetos y defenderse ante los enemigos. Desde luego, no suponen ningún desafío, pero están curiosos y muchos vienen precedidos por una sección de QTE que permite acabar con los jefes de una forma más espectacular.

Bienvenidos a la deprimente Blind City

Si algo tiene, Neon Blood es su llamativo apartado gráfico que combina personajes en 2D con entornos tridimensionales. Pese a la diferencia de estilos, el equipo de ChaoticBrain ha sabido integrarlos de tal manera que no desentonan uno con el otro y se complementen.

Caminar por los escenarios de esta sucia, oscura y viciada Blind City nos deja con una constante sensación de incomodidad por lo sórdido del ambiente, pero del que no somos capaces de retirar la mirada, pues es tan repelente como atrapante. Sin duda, han sabido transmitir muy bien el ambiente y el tono que querían reflejar, dejándonos con una ciudad de estilo cyberpunk de la que no nos hubiera importado ver más.

Tenemos que destacar las cinemáticas que, pese a no ser numerosas, se roban toda la atención. La gran calidad al principio choca un poco con los personajes pixelados, pero podrían competir con numerosas series animadas gracias a su nivel de detalle, buen diseño de personajes y lograda animación.

Maravillosa localización

Neon Blood llega sin doblaje de ningún tipo, pero esto no la penaliza de ninguna forma, pues su genial traducción, obvia viniendo de un equipo español, es sublime. MacCoin no necesita voz para ser icónico y tener respuestas que nos han hecho sonreír en más de una ocasión.

Su banda sonora con sintetizadores como protagonistas nos trae una pequeña selección de temas que se complementan muy bien con su universo y cada situación. Si bien no son temas para el recuerdo, algunos son bastante pegadizos y te hace sumergirte un poco más en esta aventura que salvo efectos sonoros, no tiene mucho más que ofrecer en este apartado.

Como punto negativo no podemos evitar destacar su corta duración que no alcanza las cuatro horas. La aventura de ChaoticBrain Studios nos deja con ganas de mucho más y el desenlace se siente apresurado, en una entrega que podría haber dado más de sí, pues se queda en una capa un tanto superficial.

Conclusiones finales

Neon Blood es una experiencia sencilla e ideal para pasar una tarde. Su ambientación, su animación y sus constantes guiños, sumado a una jugabilidad variada y sencilla, lo convierten en una entrega recomendable si te gusta el rollo cyberpunk y buscas algo ligero con lo que entretenerte.

Sin duda, no vamos a quitar el ojo de este estudio madrileño que está demostrando el gran potencial que tiene. Desde luego, podemos estar orgullosos del talento nacional que tenemos y esperamos saber de ellos muy pronto.