La desarrolladora finlandesa lo ha vuelto a hacer y nos trae otro shoot’em up de doble joystick que hace las delicias de quien se vea atraído por este estilo de juegos.

Cuando salió PS4, uno de los títulos que se lanzaron al poco tiempo fue Resogun. Este venía con la promesa de una cantidad de partículas increíbles en pantalla, jugabilidad fluida y un gran reto arcade para los amantes del clasicismo de las recreativas del que hoy en día palidece la industria. Resogun fue una gran sorpresa para los que lo jugamos y trajo debajo del brazo un montón de frenéticas horas con las que competir contra nuestros amigos a ver quién sacaba mayor puntuación, rescataba a más ciudadanos o incluso quién moría el último en el modo cooperativo. Y con esa misma premisa llega Nex Machina, porque si de algo puede alardear este título, es de precisamente eso: el hacernos alargar las sesiones hasta conseguir la máxima puntuación posible.

Nex Machina

Para mantenernos pegados a la pantalla, Nex Machina convence desde el principio con un modo de juego simple pero conciso. Tendremos que ir superando los distintos mundos hasta llegar a un jefe final. Para llegar a él habrá que ir pasando por distintos niveles de temática muy variada en función del mundo en el que nos encontremos. Pero lo importante en cada nivel es eliminar a todos los enemigos que vayan apareciendo en él para, una vez exterminados, pasar al siguiente. La mecánica, cómo hemos dicho, es muy simple, pero conseguir superar cada uno de los mundos sin morir (o muriendo lo menos posible) y rescatando a todos los humanos en todos sus niveles es un reto más que digno para un jugador al que le guste sacar las máximas puntuaciones. Además contamos con puntuación extra distribuida por el mapeado: ciudadanos ocultos en objetos destruibles de los distintos niveles, mejoras para las armas, instrumentos secundarios…

Los controles ayudan a la mecánica simplista y efectiva de Nex Machina. Tenemos solo cuatro opciones en el mando: correr, disparar (estas dos con los joysticks), usar un movimiento rápido que se recarga con el tiempo y usar un arma secundaria. Se asimilan muy rápido, y aunque parezcan fáciles a primera vista, las distintas pantallas y la evolución de la dificultad hace que cada partida de Nex Machina haga que mejoremos en cuanto a control hasta manejar casi al dedillo, si le dedicamos las suficientes horas, cada uno de los controles. Las armas, tanto primaria como secundaria, tienen mejoras y distintos tipos de disparo, hasta cinco posibles en el caso del arma principal. Así, podemos desde disparar balas como si de una pistola se tratase, hasta tener munición que llegue mucho más lejos de lo normal, o disparar como si de una escopeta se tratase, con muchos proyectiles a la vez. También podremos mejorar el movimiento rápido, o «dash», para tener más usos o poder usarlo menos veces pero que su efecto sea mayor en longitud y tiempo.

Nex Machina

La dificultad de Nex Machina es algo que salta a la vista en cuanto nos echamos unas cuantas partidas. La premisa es muy sencilla: avanza, sobrevive y mata. Pero lo que sobre el papel puede parecer coser y cantar, a los mandos ya no es lo mismo. Aunque tenemos varios niveles de dificultad a elegir en cada partida, esto solo influye en la cantidad de enemigos que salen en pantalla. En dificultades altas, en mundos avanzados, hay momentos en los que encontrarse entre tanto enemigo y proyectil es complicado, cuánto no más sobrevivir y poder limpiar cada uno de los niveles. No acumular enemigos y gestionar bien tanto las recargas de las armas secundarias como las cargas del «dash» es vital para poder salir airosos de cada una de las partidas. Aunque sea un juego exigente, hay muy pocas veces en las que Nex Machina sea injusto. El juego premia las horas jugadas. El que está a los mandos aprende cómo se mueven los enemigos, cómo se comportan las balas, de cuánto tiempo dispone antes de que pueda volver a usar uno de los saltos o cuáles son las mejoras del arma principal o arma secundaria que mejor se adapta a su estilo de juego. Cuánto más tiempo se le echa mejor se aprende a aprovechar todo el espacio posible de los mapas y los enemigos parecen cada vez más sencillos. Sin embargo, una bala acaba con nuestra vida, así que cualquier mínimo error puede hacer que acabemos con esa racha tan imponente que llevamos acumulando ya varios niveles.

A parte del modo de juego clásico, el Arcade, donde tendremos que ir avanzando de uno en uno entre los distintos mundos, tenemos modos de juego donde podremos desde hacer los mundos individualmente hasta conectar otro mando y jugar en cooperativo con un amigo. En este aspecto, quizás algún que otro modo extra hubiera hecho que tuviéramos una experiencia más completa.

Nex Machina

A nivel gráfico es ciertamente destacable. Es cierto que Nex Machina no llega para asombrarnos técnicamente, pero se hace grande cuando sacamos a relucir su aspecto artístico y sistema de partículas. Aunque puede ser que haya momentos de pérdida del control de la partida por la cantidad de enemigos y proyectiles en pantalla, siempre podemos tener referencia de dónde estamos y dónde están los enemigos. Tiene un sistema de distinción de elementos por colores muy característicos, y al estar todo tan saturado, los elementos son muy fácilmente reconocibles, lo que es un acierto en un juego donde hay momentos en los que el suelo no se ve de la cantidad de proyectiles en pantalla. Artísticamente se parece mucho a Resogun, con un estilo futurista y, en gran manera, orientado al pixel. Todos los elementos en pantalla, tanto los destruibles como los que no, recuerdan a formas cuadradas. De hecho, todos los elementos que se pueden destruir, al hacerlo se convierten en una explosión de píxeles que recuerdan mucho al final de los mundos de Resogun y que hacen alarde del sistema de partículas que incluye Housemarque en sus juegos.

El sonido también acompaña y mucho a Nex Machina. Los temas frenéticos de su banda sonora aportan tensión, dinamismo y sensación de acción durante toda su duración. Además contamos con la típica voz de los juegos de la desarrolladora finlandesa, inconfundible para los afines al estudio. Todos los efectos de sonido tienen esa sensación «retro» en ellos, como si de una máquina de arcade se tratase, lo cual dice mucho de en qué se han basado para crearlo.

Nex Machina

En resumen, Nex Machina es un shoot’em up de los que cuesta encontrar. Un juego en el que los joysticks serán el único medio para poder descargar toda nuestra ira contra una infinidad de enemigos y proyectiles. Encontrarnos en medio de toda la acción será, a veces, difícil, pero hacerlo merecerá más que de sobra la pena. Por la sensación de mejoría entre partida y partida, por el querer seguir jugando para ver hasta dónde llegamos en la próxima, por la acción trepidante y por volver a los arcade clásicos, por eso destaca Nex Machina. Porque volver a las recreativas de hace 20 años con la tecnología de hoy en día, aunque es difícil, no es imposible. Y este juego es el vivo ejemplo de ello.

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