Bandai Namco nos ofrece la oportunidad de disfrutar en las plataformas actuales de una de las mejores aventuras de rol de los últimos años en una remasterización que, aunque no aporta grandes novedades, está muy bien llevada.
Por lo que podéis intuir de nuestras palabras, esta remasterización de Ni No Kuni es exactamente el mismo juego que el original. No incluye nada más allá de los típicos ajustes de resolución, mejora en la tasa de frames, limpiado de audio y alguna que otra mejora en las texturas de menor calidad que encontrábamos en la entrega original.
Eso sí, se ha hecho muy buen trabajo en líneas generales y nos ha encantado la experiencia ofrecida en esta nueva edición del juego. Dicho esto, iremos dando un breve repaso a lo que aporta ésta maravillosa aventura que combina a la perfección todo el talento del mítico estudio Ghibli y Level5.
Nota Aclaratoria: para el análisis de esta remasterización de Ni No Kuni, nos vamos a centrar en detallar los cambios de esta edición. Para un análisis más profundo y detallado de esta maravillosa aventura os aconsejamos que echéis un vistazo a nuestro análisis del juego lanzado originalmente. También podéis leer el análisis de su estupenda secuela
La aventura de Oliver y Drippy
En esta bonita aventura tomamos el papel de Oliver, un joven adolescente el cual tiene la mala fortuna de quedarse huérfano en los primeros compases del juego. Tras ver fallecer a su madre, Oliver conocerá a Drippy, un pequeño duende perteneciente del «Ni No Kuni,» otro mundo paralelo al del pequeño, el cual se dice que las almas de sus habitantes están conectadas a las del mundo de Oliver.
Siendo conocedor de esto, el joven, junto a Drippy, parte en busca del conocimiento necesario para traer nuevamente a su madre a la vida.
Para ello se convertirá en aprendiz de mago y viajará por el fantástico mundo – Ni No Kuni – e irá formándose como aprendiz de mago, derrotando multitud de enemigos y conociendo a compañeros de viaje por este mundo hasta tener los conocimientos necesarios para poder traer a su madre con él. Y no será fácil, pues la ira de la Bruja Blanca está presente en cada recóndito lugar del mundo.
Aquí comienza esta fantástica, bonita y entrañable aventura que puede llevarnos más de 100 horas completarla si queremos descubrir todos los secretos que oculta.
En lo jugable, Ni No Kuni: La ira de la Bruja Blanca se encuentra a medio camino de un ARPG y un RPG tradicional. El juego nos ofrece libertad total para mover nuestro personaje, cambiar en cualquier momento de aliado con opciones rápidas, y esperamos nuestro turno para atacar, defendernos, realizar hechizos o usar objetos.
Una de las claves del éxito del juego original se encuentra en lo sencillo que es moverse por los menús de combate, preparar estrategias y buscar los puntos débiles de cada enemigo. No es que sea fácil, es que es sencillo e intuitivo, invitando al jugador a probar cosas nuevas en cada combate. Esto es algo que se extrapola al resto de menús del juego y, es que, explorar diversas opciones, cambiar de equipo o probar nuevos objetos será una constante que resulta tremendamente adictiva y agradable.
En lo que respecta al apartado artístico del juego solo podemos quitarnos el sombrero, dado que en determinados momentos el juego hace gala de unas secuencias de animación diseñadas y producidas por el mítico Studio Ghibli, por lo que sobran las palabras. En lo que respecta al juego en sí, se sigue manteniendo todo el estilo artístico del estudio, ofreciendo un diseño original, único y que atrapa al jugador en todo momento.
Para esta nueva versión del juego se ha limpiado la imagen, han aumentado la resolución a 1080p y a 60fps. De esta manera obtenemos una calidad estupenda de imagen y unas mejoras técnicas que son muy bien recibidas, sobre todo, en los combates y en las ciudades más grandes que ahora podremos explorar sin sufrir ningún tipo de ralentización.
Dejando a un lado las mejoras en resolución y texturas, Ni No Kuni también ha visto reducidos sus tiempos de carga y, por suerte, no nos hemos topado con ningún bug en más de 100 horas de juego.
En el apartado sonoro nos encontramos con voces en inglés y japonés, siendo estas últimas nuestras favoritas y que demuestra un alto nivel de interpretación por parte de los actores de doblaje -Seiyuu – originales. Por suerte para nosotros contamos con unos estupendos subtítulos en castellano los cuales aconsejamos acompañar con su estupendo doblaje japonés.
Los efectos de sonido son muy variados y muy llamativos. Dado que se diferencia en una amplia variedad, y se hace un uso de ellos muy acertado. Ofreciendo sonidos específicos para un determinado tipo de enemigo, o momento concreto, evitando que se hagan repetitivos. Por último, la BSO juega a un estupendo nivel, ofreciendo composiciones y melodías muy marcadas y diferenciadas dependiendo de la situación en la que nos encontremos.
Conclusiones sobre Ni No Kuni: La ira de la Bruja Blanca
En definitiva, Ni No Kuni: La ira de la Bruja Blanca ya era en su momento uno de los mejores juegos de la pasada generación y, ahora, con esta acertada remasterización obtenemos la mejor versión del mismo. Si buscáis un RPG con estilo propio, Ni No Kuni es la opción perfecta para perderse en su mundo durante decenas de horas.
Imprescindible.