Overcooked 2 continúa ampliándose con nuevos contenidos adicionales para mantener a los cocineros pegados a sus sartenes. Esta vez, y tras el excelente Campfire Cook Off , llega Night of the Hungry Horde un nuevo contenido descargable que añade un par de ideas muy interesantes por un precio ajustado.
En anteriores DLCs hemos viajado a la playa, a la nieve o al bosque, pero, esta vez, en Ghost Town Games han decidido devolvernos al ambiente de Halloween del juego base, recuperando la idea del Pan-Demonium y dándole una vuelta de tuerca muy original para invitarnos a recorrer 15 niveles nuevos.
La mecánica de la mayor parte de los niveles sigue siendo la habitual: tenemos que conseguir la mayor puntuación posible cocinando y entregando platos en el menor tiempo posible y encadenándolos en el orden correcto para que nuestro multiplicador de puntuación no desaparezca en ningún momento. Sin embargo, y como ya ocurría en Campfire Cook Off, se han incorporado nuevas mecánicas para darle una vuelta de tuerca a la cocina habitual.
Por un lado, algunos niveles sustituyen los cuchillos clásicos por una enorme guillotina con la que podemos cortar varios ingredientes a la vez. La parte negativa es que hay que activarla con un botón que suele encontrarse en la otra punta del nivel. También se han añadido unas calderas que podemos alimentar con carbón para aumentar su potencia y que los platos estén listos en menor tiempo. Otra de las novedades viene acompañada de botones y palancas que cambian los desniveles de los escenarios para acceder a diversas zonas de los mismos.
Lo mejor de todo es que cada nivel incorpora una nueva mecánica que no volvemos a ver hasta varios niveles después. Al hacerlo de esta forma, constantemente nos estamos enfrentando a retos diferentes y no nos acomodamos en ningún momento.
Overcooked 2: Alimenta a la Horda para vivir un día más
Pero, sin duda alguna, la mayor novedad es la del modo Horda. Este DLC incluye una serie de niveles especiales en los que, en lugar de tener que luchar contra el cronometro para conseguir las tres (o cuatro) estrellas correspondientes, tenemos que evitar que un grupo de rebanadas de pan mutantes entre en nuestra cocina y la destrocen por completo. En este modo, la cocina tiene una barra de salud que se va reduciendo poco a poco con los ataques de las rebanadas de pan y, para evitar que entren y arrasen con todo… tenemos que darles de comer.
Estos niveles suelen tener varias entradas cubiertas con tablones que se van rompiendo con el ataque de los enemigos. Nuestro objetivo es ir creando y sirviendo las recetas que quiere cada enemigo para que se den la vuelta y se marchen antes de que destrocen las barricadas y acaben con nosotros. Conforme avances los niveles, el número de enemigos irá creciendo y tendremos que ir combinando nuestras habilidades como chef con las de carpintero para ir reparando las barricadas a cambio del dinero que conseguiremos al entregar los platos.
Aunque creemos que este modo podría haber dado algo más de sí, lo cierto es que es un añadido interesante que aportar algo más de variedad a un título que, habitualmente, se limita a realizar cambios más sutiles en las mecánicas de juego.
Una cocina apta para becarios
En lo que respecta a la dificultad, Night of the Hungry Horde reduce considerablemente su dificultad respecto a lo visto en Campfire Cook Off y se asemeja mucho más a lo visto en la aventura original de Overcooked 2. En general, Overcooked 2 supuso un reto mucho más asequible que el de la primera entrega, por lo que el aumento de dificultad de Campfire Cook Off se agradeció mucho entre todos los que buscábamos un reto más exigente para conseguir las tres estrellas en cada nivel. El hecho de que ahora la dificultad se haya reducido otra vez es, quizás, el único punto negativo que le encontramos al DLC.
A nivel técnico, Ghost Town Games mantiene el mismo estilo visto en el resto de contenidos para el juego. Si es cierto que añade nuevos escenarios y elementos decorativos, pero, en la práctica, no vemos ningún cambio importante. Lo mismo podemos decir en lo que respecta a la música del DLC. Este contenido añade un par de temas nuevos que se unen a los ya existentes, pero, por lo demás, no hay novedades en este aspecto.
Conclusiones de Overcooked 2: Night of the Hungry Horde
Night of the Hungry Horde es un buen añadido para Overcooked 2. Las nuevas mecánicas añaden un toque original a todos los niveles y el Modo Horda es todo un acierto que esperamos que se siga trabajando para ampliar y mejorar su propuesta en futuros DLC.
Lo único que echamos en falta es una duración algo mayor y una dificultad algo más alta para ofrecer un reto a la altura de lo esperado tras Campfire Cook Off.