1,2, Charlie viene a por ti…
«NOS4A2» (Nosferatu) de Joe Hill (Bangor,1972) es un ejemplo excelente de novela de terror, de las de que puedes recomendar sin titubeos. El hijo de Stephen King (quitémonos cuanto antes la referencia de encima) mantiene, en su tercera novela, el pulso narrativo ideal para crear una historia larga, a medio camino entre fantasía y terror, demoliendo las débiles barreras entre ambos géneros. «NOS4A2» es una novela anclada a su época, a la actualidad, pero que bebe de fuentes clásicas y trata miedos inherentes a nuestra condición humana. Y es ahí, entre esos miedos que nos hielan la sangre, donde la novela se vuelve poderosa, aunque a ratos se le vean los defectos, las costuras. Nocturna ha reeditado la novela en nuestro país, después de la desaparecida edición de 2014 en Suma, justo a tiempo para acompañar la salida de la adaptación como serie de televisión. La novela cuenta con la misma traducción que en 2014, a cargo de Laura Vidal Sanz. Recordar que Nocturna ya ha publicado en castellano, dentro de su línea «Noches Negras», «Fuego» (2017) y «Tiempo extraño» (2018), las dos últimas novelas de Hill.
Hay que agradecer el retorno de Charlie Talent Manx a nuestras estanterías, sobre todo para recuperar a los lectores que se les pasó inadvertido su lanzamiento original.
El argumento:
Victoria McQueen tiene un don para encontrar cosas perdidas: objetos, respuestas… y entradas a lugares secretos. Charlie Manx tiene el don de saber persuadir a los niños. Le basta con la promesa de llevarlos en su Rolls-Royce Wraith con matrícula NOS4A2 a Christmasland, el (aterrador) paraíso de la diversión.Pero un día Vic sale en busca de problemas… y encuentra a Manx.
El dúo Victoria McQueen / Charlie Manx es el protagonista del relato. Durante las 800 páginas de la novela vemos evolucionar a Victoria, desde la Mocosa hasta una Vic adulta. En cuanto a Charles Manx no hay evolución posible: él es la personificación del mal absoluto, sin medias tintas. Vic es la protagonista ideal, arquetípica: siempre metida en líos, con carácter, algo testaruda y llena de conflictos. La leeremos crecer, dejar atrás su infancia y adolescencia hasta su llegada a la vida adulta.
…3,4, cierra la puerta…
La novela se estructura en distintas partes, que narran de manera cronológica (salvo un breve e intenso prólogo) la pelea de Vic y Manx a lo largo del tiempo. Vic es la única hija de un matrimonio típico de la norteamérica profunda, en Massachusetts, camino de la destrucción familiar frente al alcoholismo, problemas económicos y malos tratos. Vic crece en ese hogar y en su entorno lleno de peligros (exclusión social, drogas, delincuencia…) pero atesora un secreto: es capaz de encontrar cosas. La Mocosa (como la llama su controvertido padre) es capaz de coger su bicicleta (su bien más preciado) y cruzar el Puente del Atajo, un viejo puente techado de madera derruido hace años, que la lleva directamente hacia lo que esté buscando. Desde un broche perdido hasta un gato desaparecido. Dentro del Puente solo hay estática, ruido blanco, murciélagos y una breve señal pintada en la pared indicándole el camino hacia lo que está buscando. Como recompensa, además del objeto recuperado, obtiene un ojo inyectado en sangre y un cansancio físico tremendo.
…5,6, coge un crucifijo…
Vic es «especial» pero Manx, también. Si McQueen es capaz de utilizar su Puente con su bicicleta y materializarse donde esté el objeto que busca, Manx hace algo similar. En su caso no hay bicicleta, si no un Rolls-Royce Wraith (espectro, en castellano), un vehículo clásico con el que recorre carreteras normales y «especiales». Las carreteras «especiales» dirigen a Christmasland, una especie de parque temático de navidad, donde Charlie lleva a niños para «salvarlos». Salvarlos significa despojarlos de su parte humana, convertirlos en pequeños demonios de dientes afilados y que vivan ahí para siempre. Manx es una versión de la figura clásica del vampiro: absorbe la inocencia infantil para rejuvenecer su cuerpo. Envejecer es el precio a pagar por utilizar sus poderes, al igual que Vic se agota con un ojo ensangrentado. Se alimenta de la bondad infantil dejando como restos pequeños seres llenos de maldad.
Manx requiere de secuaces para completar su misión. Bing Partridge es uno de ellos, el Hombre de la Máscara de Gas. Partridge tiene un pasado oscuro, problemas mentales relacionados con la violencia y el sexo y facilidad para acceder a gases anestésicos. Una joya, el peón perfecto para cubrir los rastros de Manx. Vic se enfrenta a Manx y Patridge en su adolescencia, quedando marcada de por vida. Ese enfrentamiento cierra la primera parte del libro y abre camino hacia la segunda parte, con una Vic adulta, llena de traumas y… madre. ¿Qué podría salir mal?
…7, 8, mantente despierto…
La Victoria adulta se define, entre otros muchos detalles, por su papel de madre. Atormentada por los hechos de su infancia y aferrada emocional y funcionalmente a Lou, uno de sus salvadores, ejerce de madre frente a la amenaza que supone el constante miedo a la vuelta de Manx para llevarse a Wayne, su hijo, a Christmasland. Ese peligro continuo cierra su mente a las habilidades que le hacían especial, rompiendo su personalidad, su verdadera naturaleza. El rechazo hacia lo inexplicado la dirige hacia una senda de autodestrucción, llegando a creer que todo había sido una estrategia de su mente para sobrevivir a los hechos con Manx.
Si Manx tiene en Bing Partridge de su parte, Vic no se encuentra sola en su misión aunque a veces quiera hacer la guerra por su cuenta. Vic encuentra en Lou Carmody un gran apoyo, además de ser el padre de su hijo. Lou puede parecer simple, escondido detrás de su obesidad y su frikismo, pero conoce a la perfección a Vic y su historia con Manx. Aparte de Lou, Vic rescata a Maggie Leigh, con quien ya había entablado relación en su juventud. Maggie es especial, como Manx y la propia Vic, es capaz de recibir mensajes a través de una bolsa infinita de fichas de Scrabble, el popular juego de mesa. Maggie es un buen personaje pero en la novela tiene un paso fugaz, importante pero disperso (en la serie de televisión se corrige ese detalle) y ese es uno de los defectos del libro: maneja tantas ideas, personajes y situaciones que muchas veces quedan poco desarrolladas. Hay escenas, partes, en las que Hill se recrea (los viajes por los paisajes interiores, la genial resurrección de Manx con la que se abre el libro…) y otras por las que pasa con demasiada velocidad.
«NOS4A2» es la tercera novela de Joe Hill, después de «El traje del muerto», «Cuernos» y la colección de relatos «Fantasmas», y quizás sea donde el autor demuestra un manejo más amplio de sus habilidades como narrador. Hill es un escritor imaginativo, siempre transitando por los caminos cruzados de la fantasía y el terror. La comparativa más simple sería una mezcla de Neil Gaiman y Stephen King, sin desmerecer a ninguno de los tres. «NOS4A2» es, principalmente, una novela de terror, aunque la fantasía haga fuerte su presencia. Las partes de terror (los actos de Bing, los segmentos oscuros en Christmasland, Manx en la morgue…) son crudas y directas, sin escatimar sangre o descripciones. Quizás juegue en su contra la excesiva caricaturización de Manx, con la continua burla de sus aspecto y condiciones físicas. Eso aumenta la sensación de presenciar una violencia o un terror tipo cartoon, aunque las consecuencias sean terribles. A pesar de ese detalle, «NOS4A2» es un libro oscuro, con algunas escenas dignas de las mejores pesadillas.
El estilo de Hill, directo y fluido, ayuda a que la narración de un libro de 800 páginas no sea lento. Resultan muy interesantes los distintos juegos que Joe Hill presenta en la novela, desde la propia estructura a las referencias que utiliza. La novela se divide en grandes secciones con distintos capítulos. Hill juega con los títulos de los capítulos, los introduce en la narración, favoreciendo la lectura compulsiva… ¿cómo dejar de leer cuando la última palabra de la frase con la que termina el capítulo es el título del siguiente? Recuerda a los cliffhangers, los finales adictivos de los cómics.
Dentro del libro hay una serie de ilustraciones a cargo de Gabriel Rodríguez, dibujante con el que Hill hace dúo en la imprescindible Locke & Key. Las ilustraciones van desde anuncios de Christmasland, elementos de separación entre párrafos (el Wraith de Manx o la bicicleta de Vic), objetos importantes en la narración o ilustraciones «infantiles» y mapas de los paisajes interiores, las vías que utilizan las personas especiales como Vic y Manx. Las ilustraciones han sido respetadas en la excelente edición de Nocturna, reproducidas a buena calidad. Hill incluso se permite jugar con una escena postcréditos, a semejanza de las películas Marvel.
… 9, 10, nunca más dormiréis.
Además del ritmo narrativo, los juegos con los títulos y las ilustraciones, «NOS4A2» pone de manifiesto otros de los aspectos característicos de Joe Hill: su papel como gourmet de la cultura popular reciente. Hill devora cine, literatura, música… y sus apetencias particulares aparecen dentro de sus libros, ya sea de manera explícita o velada, integrada en sus argumentos. Dentro de las directas se encuentran referencias a algunas obras de King, como «It», el nudo verdadero de «Doctor Sueño» (no os perdáis la excelente adaptación al cine a cargo de Mike Flanagan de 2019) o la prisión de Shawshank de «Cadena perpetua»(1994), el cine de Spielberg con «Tiburón» («Jaws», 1975) a la cabeza, «El atlas de las nubes» de David Mitchell o algunas de sus propias obras como «El traje del muerto», «Cuernos» o «Locke & Key». También múltiples referencias a series de televisión, cómics o grupos musicales, perfectamente integradas y haciendo que «NOS4A2» sea una novela anclada, en parte, a los años que recorre, desde principios de los 1990 a mediados de los 2010. La mayoría de esos guiños vienen dados a la hora de describir y deambular por el mundo de los paisajes interiores por los que circulan Manx y Vic.
Entre las referencias más difusas, más interpretables, encontramos frases y giros que enlazan «NOS4A2» con libros y sagas de King como «Apocalipsis», La Torre Oscura, «Christine» y «Buick 8» (las novelas de coches malditos de King) o «Cujo» (aparece un San Bernardo y ya pensamos en Cujo, no se puede evitar…). «NOS4A2» condensa el resto de obras de Hill dentro de un mismo universo, unificándolo con ramificaciones a otras obras suyas y de su padre, quizás influenciado por los distintos universos de La Torre Oscura, piedra angular de la obra de Stephen King.
«NOS4A2» brilla en dos campos: imaginativa en la fantasía y cruda y escalofriante en el terror. La novela de Joe Hill esconde mucho más que una simple historia de terror: es una radiografía de miedos antiguos y modernos, de los que siempre tenemos presentes en nuestras pesadillas. Hay que agradecer a Nocturna el rescate de esta novela y volver a ponerla en las estanterías.
Alejándonos de las obras de papa Stephen, se encuentra un claro referente como es «Drácula». La novela de Bram Stoker presentaba a un vampiro como mayor amenaza, un ser diabólico que alargaba su vida al alimentarse de los vivos. Manx es un claro ejemplo de la actualización de ese mito y personaje. El primer indicio ya viene implícito en el título de la novela, ese «NOS4A2» que es a la vez matrícula del Espectro de Manx y un juego de palabras con Nosferatu, expresión relacionada con los no muertos y título de la famosa película de Murnau de 1922, primera versión (sin acreditar y rodeada de polémica y juicios por los derechos) de la novela de Stoker.
Manx es, estéticamente, idéntico al Conde Orlok de la película. Hill hace hincapié en lo desagradable del aspecto de Manx: su aspecto repulsivo, su prognatismo, su boca, la delgadez de su cuerpo en proporción a su cabeza, sus manos huesudas… . Todos esos elementos lo identifican con la imagen de Orlok.
Otro detalle que relaciona «NOS4A2» y el trabajo de Stoker y sus distintas versiones son la raíz de la naturaleza de Manx, ese vampirismo relacionado con el sustento a base de la energía vital infantil, en vez de sangre humana, utilizada en ambos casos para mantener la vitalidad. Manx rejuvenece a la vez que los niños se convierten en seres de pesadilla, al igual que Drácula recuperaba vigor según sus víctimas recurrentes morían o enfermaban, anémicos, por la falta de sangre. Las semejanzas no terminan ahí: las distintas encarnaciones de Drácula descansan en su ataúd o en oscuros sótanos, Manx hace lo propio en su Espectro o en localizaciones como la Casa del Sueño.
Drácula, obligadamente nocturno, debía de hacer uso de algún secuaz para completar sus encargos; Renfield era el personaje encargado, un tipo desagradable, algo tarado, en la fina línea entre la locura y la maldad, arrollado por la maligna influencia del Conde. Manx tiene a su propio Renfield, Bing Partridge, al igual que había tenido a otros anteriormente. Bing, con un pasado violento y traumático, con problemas mentales y una fijación por la violencia y el sexo, cae presa del inherente atractivo de un lugar como Christmasland en una psique infantilizada: la idea de una navidad permanente. Bing realiza las tareas que Manx no puede (o quiere) hacerse cargo: desde secuestrar niños a deshacerse de sus padres, madres o personas potencialmente molestas. Bing es el perfecto Renfield, repulsivo, y guarda relación con una leyenda urbana, en el límite de la realidad y la ficción, que atemorizó a la sociedad norteamericana en los años 50 al portar una máscara de gas y gasear los pacíficos hogares para contemplar a las familias mientras dormían, adormecidas por los efectos del gas. Bing es reconocido por Vic como el Hombre de la Máscara de Gas, máscara que utiliza para contrarrestar los efectos del sevofluorano que utiliza para sedar a sus víctimas. Hay varios personajes con máscaras de gas en la cultura popular actual y en los que Hill puede haberse basado, desde el Sandman de Neil Gaiman hasta el Kroenen de Mike Mignola en Hellboy.
Un último elemento que une a «NOS4A2» con el «Drácula» de Stoker es la cita con la que se abre el libro, una frase del poema «Lenore» de Bürger: «Y es que los muertos viajan deprisa». La frase hace referencia a Manx, su Espectro, su auténtica fuente de poder y la manera de viajar por los paisajes interiores pero también es una frase que Jonathan Harker escucha en su camino al castillo transilvano.
Si queréis ahondar más en el Drácula de Stoker, las leyendas urbanas o las raíces del miedo, no puedo dejar de recomendaros los vídeos del periodista Javier Pérez Campos en YouTube bajo el nombre de Archivos del miedo.
Christmasland es una ensoñación, la versión retorcida del sueño de Manx: una navidad perpetua, donde los niños pueden ser felices salvados de los malos tratos de sus padres. Manx se erige como un Peter Pan particular, convirtiendo a sus niños demoniacos en los niños perdidos, jugando a tijeras para el vagabundo mientras sonríen con sus varias hileras de dientes aserrados. El terreno donde se edifica Christmasland o el Puente de Vic es puro sueño y ahí es donde podemos, al igual que Vic con su bicicleta, tender un Puente hacia un personaje tan persistente en el imaginario popular como Freddy Krueger y su Pesadilla en Elm Street. Tanto Krueger como Manx son personajes repulsivos por definición y ambos tienen una perversa idealización de sus actos, tanto por venganza como por la salvación de indefensos angelitos. Krueger castigaba a los que le habían acusado y ajusticiado con fuego matando a sus hijos en sueños y Manx castiga a los malos padres (ante sus ojos) llevándose a sus hijos a «un lugar mejor». En ambos casos los pecados de los padres son pagados por sus inocentes hijos. Otros elementos unen ambas obras, desde el rol de Vic como una Nancy que hace frente múltiples veces a una amenaza a la que nadie quiere creer, el poder de los sueños de atravesar al mundo real o los poderes especiales que presentan varios personajes tanto de «NOS4A2» como de algunas partes de la saga de Pesadilla en Elm Street, en concreto «Dream warriors» (1987) o «The dream master» (1988).
«NOS4A2»: La serie.
AMC estrenó en junio de 2019 la primera temporada de la adaptación para televisión de la novela. La primera temporada se puede ver en nuestro país en Movistar +, en el canal AMC y recientemente ha sido añadida al catálogo de Amazon Prime Video. La segunda temporada (y última, previsiblemente) se estrenará a lo largo de este verano, en concreto el 1 de junio.
La serie cuenta con Ashleigh Cummings en el papel de Vic McQueen y Zachary Quinto como Manx. La primera temporada abarca la fase adolescente de la novela, la parte en la que Vic descubre sus poderes y se enfrenta a Manx por primera vez. La serie adapta las premisas básicas de la novela pero expande su universo, cambiando la ambientación temporal, pasando de los 80-90 a casi la actualidad, quizás para alejarse de la nostalgia tipo «Stranger things». El personaje de Maggie Leigh tiene una mayor importancia y la dupla de Manx y Bing tiene tiempo a hacer más estragos. No resulta una mala adaptación ya que esa visión ampliada de la novela funciona a la perfección, como si recogiese alguna de las ideas de las que Joe Hill ha sido consciente, con el paso del tiempo, de no haber conseguido explotar del todo. Los diez capítulos mantienen una misma atmósfera, aportando la continuidad necesaria ante un presupuesto ajustado que no permite demasiados alardes. Hay un par de capítulos en su tramo final que encajan a la perfección dentro del espíritu de Pesadilla en Elm Street, pesadillas oníricas entre ruido blanco y flases luminosos.
El trabajo de ambos protagonistas es muy bueno, con una Ashleigh Cummings convincente como Vic, Zachary Quinto defendiendo con soltura a Manx y el descubrimiento de Jahkara Smith como Maggie. Quinto se sobrepone a tener que interpretar a un personaje dado a excesos como Manx, aportando el equilibrio justo entre comedia y terror y con un trabajo de efectos especiales (tanto protésicos como digitales) muy convincentes. Un adaptación más que digna y que merece ser recuperada, ante el huracán de series nuevas que vivimos cada día. Serie b y clase media, lo que necesitamos en estos tiempos de no-va-más audiovisuales.
En definitiva:
«NOS4A2» es una novela que circula con el acelerador pisado a fondo, pese a tener 800 páginas y con el esfuerzo evidente de mantener el interés durante tanto tiempo. Después de un arranque excepcional (el primer capítulo provoca escalofríos), su primera parte establece las bases del universo de Manx y Vic, la naturaleza de sus habilidades y su enfrentamiento. El cambio de registro en la segunda parte, con una Vic adulta, depresiva, atormentada y madre, supone casi el salto a una novela nueva, con un desarrollo propio. Un reencuentro dentro del mismo libro, al igual que si fuera una secuela. Los eventos avanzan, la tensión crece y el final resulta digno y vibrante. Quizás se desechen ideas y personajes que podrían tener más protagonismo, se ahonde poco en ciertas pistas que aporta sobre un universo más amplio o algunas soluciones y personajes aparezcan de la nada, justo a tiempo. Ningún problema insalvable pero que le impide alzarse como una novela de terror y fantasía imbatible. Aun así, es un trabajo excepcional, lleno de inventiva, buenas ideas y una galería de personajes potentes, basados en modernizar arquetipos que conocemos.
Autores como Joe Hill son tremendamente necesarios en estos tiempos de copia y pega, escritores que conocen los interiores de la fantasía y el terror y son capaces de dar un salto en esos mitos. Ambos géneros, fantasía y terror, casan a la perfección y «NOS4A2» brilla en los dos campos: imaginativa en la fantasía y cruda y escalofriante en el terror. Hay que agradecer a Nocturna el rescatar esta novela y volver a ponerla en las estanterías ya que esconde mucho más que una simple historia de terror, es una radiografía de miedos antiguos y modernos, de los que siempre tenemos presentes. Y eso la hace inmensa.
Christmasland os espera, no hagáis esperar a Manx.