Los fósiles encontrados en Chile son de una especie de dinosaurio del tamaño de un perro de aspecto extraño, que tenía un arma de cola cortante única, según informan hoy un grupo de científicos.
Algunos dinosaurios tenían colas puntiagudas que podían usar como armas punzantes y otros tenían colas con garrotes. La nueva especie, descrita en un estudio en la revista Nature, tiene algo nunca antes visto en ningún animal: siete pares de «cuchillas» colocadas de lado como un arma de corte utilizada por los antiguos guerreros aztecas, según comenta el autor principal, el doctor Alexander Vargas.
El fósil de este dinosaurio tiene entre 72 a 75 millones de años y parece ser un ejemplar adulto
«Es un arma realmente inusual«, asegura Vargas, paleontólogo de la Universidad de Chile. «Los libros sobre animales prehistóricos para niños deben actualizarse e incluir esta extraña cola allí… Parece una locura«.
La criatura herbívora tenía una combinación de rasgos de diferentes especies que inicialmente envió a los paleontólogos por el camino equivocado. La parte trasera, incluida su arma de cola, parecía similar a un estegosaurio, por lo que los investigadores lo llamaron Stegouros elengassen.
Después de que Vargas y su equipo examinaran los trozos de cráneo e hicieron cinco análisis de ADN diferentes, concluyeron que el espécimen sólo estaba relacionado lejanamente con el estegosaurio. En cambio, era un miembro inusual del hemisferio sur de la familia de dinosaurios anquilosaurios, con forma de tanque. Aunque el nombre de estegosaurio se mantuvo y se puede confundir fácilmente con el estegosaurio más conocido.
Vargas la califica como «la rama familiar perdida del anquilosaurio».
El fósil tiene entre 72 a 75 millones de años y parece ser un adulto según la forma en que se fusionan los huesos, especula Vargas. Fue encontrado con su extremo frontal plano sobre su vientre y el extremo posterior inclinado hacia un nivel más bajo, casi como si estuviera atrapado en arenas movedizas, según Vargas.
Desde el hocico parecido a un pájaro hasta la punta de la cola, los estegosaurios se extendían unos dos metros de largo, pero sólo habrían llegado hasta los muslos de los humanos de haber coincido con nosotros.
La cola probablemente servía como defensa contra grandes depredadores, que probablemente también perecieron gracias a los huesos parecidos a armaduras que sobresalían de la cola.
Aún queda mucho por descubrir sobre la variedad de los dinosaurios
Esta no sólo es «una cola realmente extraña«, sino que proviene del extremo sur de Chile, «una región que no ha producido este tipo de animales antes» que se sepa, según comenta la bióloga del Macalester College Kristi Curry Rogers, quien no formó parte del estudio.
«Sólo estamos rascando la superficie cuando se trata de una comprensión integral de la diversidad de dinosaurios«, apunta Rogers. «Stegourus nos recuerda que, si buscamos en los lugares correctos en los momentos adecuados, todavía hay mucho más por descubrir«.
Fuente: Nature.
