En 2014, el estudio finlandés Cornfox & Bros formado por solo tres personas, decidió inspirarse en The Legend of Zelda: Wind Waker para crear un título de plataformas y exploración para iOS y Android. Pese a las críticas recibidas por sus grandes similitudes con la saga de Nintendo, Oceanhorn se ganó el cariño de miles de fans al encontrar en este título una aventura variada, divertida y bien diseñada. Tanto fue así que, un año después, el título aterrizó en PC a través de Steam y, unos meses más tarde, en las tiendas digitales de PlayStation 4 y Xbox One. Ahora, con su llegada a Switch, los fans de Link y Zelda podrán comprobar si Oceanhorn está a la altura de la saga en la que se inspira.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas nos introduce con la historia de nuestro padre, que nos abandona para enfrentarse a uno de los grandes monstruos del océano: el Oceanhorn. En la nota de despedida nos da algunas pautas a seguir y cuando despertamos en nuestra isla natal, comienza nuestra aventura para llegar a encontrarlo.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

El desarrollo de la historia es muy sencillo. Desde una vista isométrica, tendremos que ir moviéndonos entre islas en nuestro barco y en cada una de ellas habrá NPCs con los que interactuar y que nos irán contando qué hacer, dónde ir o qué tenemos que conseguir para poder avanzar en la aventura y superar las mazmorras que encontremos. Al principio serán pocas las opciones que tengamos, pero conforme avancemos en la historia, el abanico de posibles viajes se irá abriendo de forma exponencial, dándonos a elegir entre islas principales para desarrollar la trama de la historia o islas secundarias para ir consiguiendo más monedas o ítems con los que mejorar nuestro equipo. Además, el viaje entre islas, aunque al principio será simplemente contemplativo, se convertirá en un minijuego a partir de la segunda isla: cuando consigamos el «trabuco» tendremos que protegernos de los enemigos y de las cajas explosivas en el trayecto entre isla e isla, además de poder conseguir algunos ítems encerrados en cajas flotantes.

Nuestro protagonista comienza la aventura encontrando una espada y un escudo de su padre, y a lo largo de la historia iremos consiguiendo nuevos objetos que nos harán más sencillo cruzar el mar. Estos objetos se consiguen en las distintas islas que vayamos visitando. En la mayoría de las islas nos encontraremos con una mazmorra llena de puzles y enemigos. Cuando la superemos nos tendremos que enfrentar a un jefe que, al ser derrotado, nos dejará acceder a las salas finales donde encontraremos nuevo equipo. Hay variedad de jefes y las mecánicas de cada uno de ellos están diferenciadas claramente para tener que usar nuestros objetos casi en su totalidad para derrotarlos.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

Los controles son muy simples, teniendo un botón para cubrirnos y otro para atacar. El resto de botones son personalizables, pudiendo elegir qué ítem u objeto elegimos poner en ese espacio para poder acceder a él rápidamente. Podremos cambiar estos objetos de manera rápida con la cruceta, así que tendremos a nuestro alcance todos nuestros ítems y equipamiento de manera muy rápida.

En el apartado gráfico tenemos que hablar de Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas como lo que es: un port de dispositivos móviles a plataformas de sobremesa con ciertos filtros y puliendo algunas texturas y efectos como la iluminación. No es referente en ningún aspecto en Switch ni lo fue hace unos meses en Xbox One, PlayStation 4 o PC, aunque sí lo fuera en su momento en dispositivos móviles.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

Pese a ello, lo cierto es que a nivel artístico el juego brilla con luz propia. La paleta de colores está muy cuidada y mantiene una unidad de diseño que más de un indie querría. Las texturas, como decíamos, han mejorado mucho respecto a la versión de smartphones, pero siguen un nivel por debajo de lo esperado en un título para consolas. Cumple en todo lo que hace técnica y gráficamente, pero no va más allá. El juego es bonito, pero recuerda en todo momento a The Legend of Zelda, y es imposible mirar a cualquier terreno, casa, barco o personaje sin que nos venga a nuestra mente The Wind Waker.

Cuando llegamos al apartado sonoro es cuando más satisfechos nos quedamos. Oceanhorn es una delicia auditiva. La BSO es cambiante, dinámica y viva, cambiando rápidamente entre temas de batalla, de exploración o de mazmorra, con sonidos propios y contundentes para cada una de las armas y enemigos, adaptándose sin problemas a lo que vemos en pantalla a cada instante. Cada isla tiene su propio tema musical y nunca nos aburrimos de las melodías por lo variopinto de las mismas. Todo esto gracias al trabajo de los conocidísimos Nobuo Uematsu (famoso por sus trabajos en la saga Final Fantasy, entre otros) o Kenji Ito (famoso por las colaboraciones en la banda sonora de Smash Bros).

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas es, en definitiva, un «buen homenaje» de las aventuras de Link. La aventura tiene una duración de unas 12-15 horas y no se hace larga ni pesada. La navegación entre islas, los objetivos que la propia trama nos va marcando y los puzles y enemigos que se nos presentan en cada escenario nos hacen la aventura divertida y amena.

Luis Collado
Director de la sección de videojuegos. Economista especializado en marketing. Hablo de videojuegos, cine y libros siempre que puedo.

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