OlliOlli regresa con un gran cambio de aires en lo visual y parte de lo jugable, para que disfrutemos de otra gran entrega de adictivo skate arcade en dos dimensiones. O mejor dicho, tres.
Llevábamos tiempo sin conocer nada de la saga OlliOlli. Saga que allá por 2014 comenzó con sus grinds y trucos en Playstation Vita. Tras una buena acogida y su paso por otras plataformas, recibió una segunda entrega que pulía la fórmula, y con ello convirtiéndose en una saga de skate muy querida, tanto por los fans de este deporte como por los que disfrutan de títulos arcades donde los trucos imposibles y las altas puntuaciones son el pan de cada día.
Ahora, los majetes de Roll7 nos presentan una tercera entrega bautizada como OlliOlli World, en la que nos sumergimos en un mundo colorido y absurdo donde el Skate es la forma de vida universal. Tomaremos el mando de un patinador novato muy personalizable, cuyo objetivo será convertirse en uno de los mejores patinadores de todos los tiempos. Con ello, podremos alcanzar el llamado Gnarvana, algo así como el paraíso de los skaters. Poca cosa. En el proceso conoceremos a un grupito de personajes bastante simpático que nos ayudará a conseguir nuestro objetivo, sirviendo un poco a modo de guías durante la aventura. Ellos serán los que aporten algo de trama al juego, y aunque la mayor parte del tiempo las conversaciones son todo bromitas y chascarrillos, cumplen con su función: darle algo de trasfondo al videojuego.
Clavando el Hardflip
Ya con el monopatín en mano, nuestros primeros pasos serán aprender como hacer ollies, flips, grabs, grindeos, wallrides y demás técnicas del patinaje. Si sois de los que se viciaban con los Tony Hawk’s seguro que ya sabéis de qué va el tema. La cosa es que, a diferencia de los juegos de Tony o la saga de EA, Skate, en OlliOlli jugamos en scroll lateral 2D, haciendo que nos podamos centrar mucho más en los trucos y combos que en movernos por el escenario.
OlliOlli World nos enseñara sus mecánicas poquito a poco, de modo que siempre tenemos tiempo para asimilar cada técnica. Iremos completando fases distribuidas en un mapa que tendremos que recorrer, similar a cómo elegimos nivel en un Super Mario. Este mapa está a su vez dividido en cinco regiones con diferentes características, por lo que podéis tener claro que tenemos desafíos para un buen rato. Cada fase suele contar con unos objetivos de puntuación por un lado, y con objetivos secundarios variados, como conseguir ciertos objetos o hacer determinados movimientos. Nada nuevo respecto entregas anteriores, a excepción de la figura del Rival, que lo detallaremos más adelante.
Que no se te corte el combo
A la hora de realizar combos, las mecánicas son prácticamente iguales que siempre. Hará falta mucha coordinación, reflejos y sobre todo, paciencia, para clavar las mejores puntuaciones en lo más alto de la lista. Con el joystick izquierdo podremos saltar y realizar los flips con la tabla, mientras que con el derecho, haremos los grabs. Dependiendo del ángulo del joystick conseguiremos trucos distintos, y lo mismo ocurre con los grinds. Un punto importante: si queremos conseguir una mejor puntuación en el combo y no perder velocidad, hay que saber aterrizar correctamente. Para ello, tenemos que pulsar el botón de impulso con el timing perfecto al tocar el suelo. Puede parecer sencillo, pero cuando tienes que saltar de baranda en baranda mientras haces grabs y flips en el aire, la cosa se complica. Esta necesidad de pulsar los botones en el momento correcto llega a recordar a un videojuego de ritmo, lo cual es una pasada combinándolo con un juego de skate.
En esta entrega se han incorporado caminos secundarios en la ruta de las fases. De esta forma, al toparnos con una intersección podremos pulsar un botón y cambiar de “carril”, cambiando así la ruta por la que nos movemos. Normalmente este camino secundario es más complejo, pero nos premia con mejores zonas para hacer trucos. Además, muchos de los objetivos secundarios los conseguiremos recorriendo estos tramos, por lo que al final acabaremos repitiendo la fase para recorrer todas las rutas posibles.
Una estética muy simpática
Conforme completamos fases y objetivos, iremos desbloqueando ropa, accesorios, tablas, ruedas y demás elementos de personalización para nuestro skater. Y por cierto, en esta ocasión los de Roll7 han dado un flip de 180 grados en lo que se refiere a la dirección artística del juego. World se acerca mucho a una serie de animación infantil, siendo un claro referente Hora de Aventuras. Este movimiento es cuanto menos, curioso, ya que la estética de este mundillo del skate siempre suele ser más urbana, molona, e incluso seria. En World en contra parte, viajaremos por todo tipo de escenarios coloridos, vibrantes y alocados, como puertos, bosques, zonas costeras, urbanas, etc… La fauna que los pueblan van desde otros patinadores humanos a abejas, ranas o gaviotas, por poner algunos ejemplos. Todo tiene una carita adorable y graciosa, y todo parece sacado de una serie de animación. Incluso el tono de las conversaciones del juego va también un poco por ahí. Esto es un arma de doble filo, ya que aunque es original, quizás puede repeler a algunos jugadores. En el fondo creemos que su estética, en principio infantil, solo busca buen rollo y algo de humor.
Respecto a la música, el juego nos deleita con una banda sonora electrónica bastante relajada, con ritmo pero tranquila, que personalmente me recuerda a música de tienda de moda. También se aleja mucho en este aspecto de lo acostumbrado al punk-rock-rap en el género, pero es innegable que funciona correctamente con el resto del título.
Desafíos extras para todos los gustos
Una vez completada la aventura y lleguemos a Gnarvana, podremos acceder a la Liga Gnarvana. Lo que viene siendo el Daily Grind que ya existía en las dos entregas anteriores, y que se convierte en el endgame del juego. Un auténtico reto, ya que tendremos a toda la comunidad como rivales: habrá que conseguir la mejor puntuación posible en un escenario determinado con un límite de tiempo de un día. Por supuesto, nuestra puntuación se grabará en el ranking mundial, por lo que este modo de juego sirve para que los más competitivos puedan lucirse para intentar alcanzar los puestos más altos, y al mismo tiempo da contenido diario a todos los jugadores.
Por último comentar que el juego no cuenta con ningún tipo de modo online, pero sí que se han incluido los denominados Rivales. Vienen siendo jugadores que han conseguido una puntuación un poco por encima de la nuestra en una fase concreta, y que el juego nos invita a superar mostrándonos el avatar del rival. Si lo conseguimos, aparte de la satisfacción de habernos superado a nosotros mismos y al rival, no lograremos nada más, por lo que esta función está creada simplemente para crear una competitividad sana dentro del juego.
OlliOlli World — Conclusiones
Esta tercera entrega supone un pasito más para la saga de cara a mejorías en lo jugable, pero un gran cambio en su estética. Como punto negativo podríamos hablar de su historia, que podría haber sido más interesante, o se podría haber contado de otra manera. O incluso, podríamos eliminarla de la ecuación, porque en lo que se refiere a la jugabilidad no afecta en absoluto. Si simplemente queremos sumergirnos en altas puntuaciones y combos larguísimos, OlliOlli World nos ofrece una gran entrega, de esas que se pueden disfrutar tanto en partidas cortas como en viciadas largas.