Zen Studios no nos tiene acostumbrados a unos juegos profundos, siendo más que conocidos (y por méritos propios) gracias a sus juegos de pinball diversos y ediciones de Pinball FX, con el que todos hemos tenido algún que otro contacto. Sería muy triste decir que su único logro se debe a bolas de pinball, a pesar de personalmente opinar que es el mejor de sus logros, pero Zen Studios también ha conseguido lanzar juegazos como CastleStorm o Kickbeat, pasando por juegos arcade como el Rocky and Bullwinkle de XBOX 360.
En esta ocasión nos maravillan con Operencia: The Stolen Sun, un dungeon crawler (que para que nos entendamos es una mezcla de juego RPG de mazmorras y combates por turnos, en primera persona) con una base fundamental en la nostalgia y en trabajos anteriores de calidad excelente. En palabras de sus creadores, se inspiran en leyendas como Wizardry, Eye of the Beholder o The Bard’s Tale.
Vaya un mundo de fantasía
Para crear el mundo de Operencia se toman referencias importantes del folklore, leyendas y cuentos populares transmitidos por toda Europa central, consiguiendo inventar un rico mundo fantástico a menudo tenebroso. La historia nos sitúa en la misión de recuperar al Rey Sol para conseguir evitar que nuestro reino acabe sumido en una noche interminable. Desde el comienzo de nuestra aventura en el tutorial nos damos cuenta de la importancia que tiene la historia en nuestro viaje.
Con la primera toma de contacto vemos que a pesar de estar en un terreno abierto nos movemos por casillas (algo que puede chocar a los jugadores menos acostumbrados a este tipo de juegos) controlando a varios personajes diferentes. Si bien es cierto que la gran mayoría del público actual preferiría un movimiento libre al más puro estilo twin-stick, sería una pena cambiar este sistema al basarse en juegos legendarios; a título personal creo que es bastante asequible que el movimiento sea así, ya que quienes no estén familiarizados con este sistema no tardarán mucho en manejarlo (algo que no ocurriría tan drásticamente al contrario).
Un tutorial algo exagerado
Controlando varios personajes nos fijamos en todo lo que la interfaz tiene que ofrecernos: barras de vida, energía y un montón de habilidades. Sinceramente choca un poco que nos pongan al mando de personajes tan preparados, con sus habilidades maximizadas, que puede causar un poco de agobio al jugador recién llegado.
En cuanto a los puzzles, nos ponen en la situación de alinear varios objetos que sellen el lugar por donde entran los monstruos, lo justo para conocer las mecánicas que exploraremos a lo largo de nuestra aventura.
Tras esta toma de contacto nos tocará crear a nuestro personaje con un editor que cumple su función. Entre las elecciones más importantes debemos elegir nuestra clase (si queremos ser guerrero, cazador o apostar por la magia) y distribuir nuestros primeros puntos entre atributos y talentos, una elección sabia para emprender nuestro camino.
La historia se centra en que somos hijos de un modesto agricultor, que debido a unos sueños premonitorios que nos acechan tenemos que embarcarnos en un viaje peligroso, enfrentándonos a monstruos por turnos y explorando cientos de mazmorras allá por donde vayamos.
La personalización es importante
Cuando estemos en medio de la nada nos aliviará saber que escogimos bien nuestras opciones, pues podemos facilitarnos el viaje gracias a ciertos parámetros como hacer uso de un mapa, indicadores de objetivos, puntos de control y autoguardado (sino tendremos que hacer uso de las fogatas para guardar nuestro progreso), o si somos de la vieja escuela podemos atrevernos con la muerte permanente. Estas ayudas aliviarán el camino entre los pasillos, ya que en varias ocasiones podemos llegar a desorientarnos así que hacer un buen uso del mapa es vital a la hora de mejorar la experiencia.
Lucha tras lucha iremos subiendo niveles, ganando habilidades y encontrando tesoros y objetos útiles para facilitarnos las cosas. El dinero también es importante para nuestra cruzada, pero sinceramente prefiero encontrar objetos antes que dinero. Entre los entornos que exploraremos se encuentran castillos, bosques, tumbas y obviamente mazmorras así que la variedad está más que asegurada. Todas estas localizaciones son particulares entre sí, con puzzles diferentes y enemigos variados por lo que nos mantendremos alerta en cada escenario.
Hablemos de los combates y los puzzles
Como mencionamos anteriormente, los combates son por turnos y podemos saber en qué posición estamos gracias al panel visible en la izquierda de nuestra pantalla, guardando un orden según nuestras estadísticas. A la hora de atacar podemos diferenciar entre diferentes zonas dependiendo de la posición de los enemigos, pudiendo elegir entre ataques que no consumen energía o utilizar habilidades o conjuros que a cambio de gastar energía causará un impacto mayor. Los combates se hacen bastante entretenidos y amenos gracias a todas las opciones que tenemos disponibles, sobre todo cuando le cogemos el gusto a quemar cosas.
Los puzzles están bien medidos, por citar algunos tendremos que abrir puertas con llaves especiales, mecanismos que activan trampillas o verjas, interpretación de símbolos o búsqueda de objetos clave por la zona, por lo que no será un “llegar y pegar” y a veces tendremos que exprimir el cerebro más de lo que deberíamos (todos tenemos algún día tonto).
Gran apartado artístico
Las escenas dibujadas a mano que van narrando la historia son impresionantes, consiguiendo meterte en la historia de lleno. Visualmente está bien si somos conscientes del presupuesto que disponen (un buen uso de Unreal Engine 4 sin ser despampanante), lo que sí me parece un fallo en estos días es descuidar las traducciones, pues en algún momento nos topamos con errores típicos de traductores automáticos, y eso empaña un poco los diálogos. La interfaz es clara y se diferencia bien, la música es bastante agradable y nos acompaña en el viaje, y el doblaje tiene tonos acordes con la aventura.
Conclusión
Operencia: The Stolen Sun es una aventura como las de antaño para disfrutar, donde el multijugador consiste en que te vean jugar y avanzar por las mazmorras. No esperes modo cooperativo o modos extra al terminarlo (que tampoco necesita debido a su larguísima duración, dependiendo de lo que nos entretengamos por el camino o el nivel que queramos alcanzar), y rinde homenaje a los grandes clásicos, algo que difícilmente veíamos desde Legend of Grimrock. Un diseño aceptable, una interfaz limpia y útil, un sistema de progresión correcto y un apartado técnico que cumple hace que sea una aventura que sorprenderá a más de uno.