Ediciones El Transbordador amplía su catálogo con este título de la malagueña Raelana Dsagan, una buena conocida del Fandom español. El libro cuenta con un acertado prólogo a cargo de David Luna, autor de la novela Laberinto Tennen, quien no duda en ensalzar la novela y el trabajo que está llevando a cabo esta joven editorial con Pilar Márquez de capitana. La ilustración de portada ha corrido a cargo de Autun Purser.
Raelana Dsagan (Carmen del Pino) nació en Málaga y es licenciada en Historia del Arte. Ha participado en nueve números de Calabazas en el Trastero (Saco de Huesos) y colaborado en numerosas antologías. Es una de las autoras del libro-juego Infección (Saco de Huesos) y de Perséfone, una novela online por entregas ambientada en el Tecnoverso. En 2013 publicó Hijos de Tayyll (Pedro Escudero ediciones), su primera novela. Ganadora del II Concurso de relatos Pasadizo y el Certamen Los Caídos, obtuvo un accésit en el III Premio Ovelles Eléctriques y ha sido finalista de diversos certámenes, entre ellos el concurso Abismo del Fénix, el certamen de Fantasía oscura Realidad Incoherente, el XXIV certamen Alberto Magno y, en tres ocasiones, del Premio Domingo Santos (2010, 2011 y 2013). También obtuvo menciones honoríficas en el concurso de relato Sagas Épicas y en Fabricantes de sueños 2008. Colabora en publicaciones digitales como NGC3660, Entropía, Axxon, Nanoediciones y Los zombis no saben leer. Interesada también en el mundo audiovisual, ha realizado tres videoclips para el grupo Balamb Garden y tráileres para No Tocar y The Jammers.
Axel Nülder, un hombre de treinta y cinco años, es operario supervisor en la Estación Espacial 921672-12 L Crucis. Axel trabaja desde hace dos años en la explotación minera de 12 L Crucis, donde permanece en soledad la mayor parte del año y es singularmente feliz. En ese planeta deshabitado su vida es tranquila, monótona, segura y sin complicaciones. Allí todos los días son iguales y están medidos por el reglamento, que cumple a rajatabla. Para él, que teme equivocarse cada vez que se enfrenta a un imprevisto, es el lugar perfecto y disfruta con los tres amaneceres diarios de bella luz rojiza que emana de la estrella Lambda Crucis y el cercano gigante gaseoso 7 L Crucis. La Compañía Wesf-Harden, prefiere los planetas rocosos de tipo G y cada pocos meses envía cargueros a recoger la cosecha de mineral que los androides se han encargado de extraer. Esta rutina de vida y trabajo, donde su máxima compañía es la de su fiel acompañante el androide X26, sólo se ve perturbada por la llegada del carguero, de ahí que casi rehúya a los miembros que se dejan ver durante las labores de carga. Axel un día ve una nave a la deriva y decide desactivar el protocolo de destrucción. Un arrebato incontrolable le empuja a viajar hasta ella para explorarla…
Por otro lado, tenemos la nave modelo Aubrey etiquetada como 5 y con número de serie KSC 7416. Su objetivo es llegar al planeta Nisava, pero una serie de circunstancias van a trastocar los planes de su tripulación, compuesta por: el Capitán Duncan; Fay, la bella contramaestre; Corbett, el resuelto mecánico; Sherman, el siempre imprescindible médico de a bordo; Levi, el piloto; Moira y el profesor Warren. Todos ellos tendrán que hacer frente a una situación comprometida habida cuenta que están en medio del espacio inexplorado y que la obtención de ayuda es poco más que improbable. Su única esperanza es seguir avanzando hasta encontrar un planeta donde puedan ayudarlos, sea cual sea, esté donde esté.
Axel se afeitaba todos los lunes, según el calendario de la estación espacial.
Estamos ante una novela corta de no más de 125 páginas que jugará con las dos historias anteriores. Se nos antoja que estamos en un futuro lejano donde los saltos hiperlumínicos son posibles, el ser humano ha poblado infinidad de planetas y se han producido unas importantes guerras hace medio siglo. Pero, la descripción del entorno queda en esto, breves pinceladas hábilmente insertadas que provocan que no estemos ante una space opera rotunda. Tampoco podemos decir que Otro tiempo se enmarque en el subgénero hard, porque la terminología empleada es muy accesible. Es más, toda la novela sigue un esquema clásico de toda novela del espacio: primero, lo hace con la descripción de un hombre que ha elegido una tarea que requiere soledad absoluta en un rincón inhóspito y, segundo, con la historia de los acontecimientos a bordo de la nave en apuros y con una tripulación que provocará la interacción de sus integrantes. Todo, repito, al más tradicional estilo de libros/películas similares. ¿Es esto un hándicap para afrontar la novela? Rotundamente no. El punto fuerte de esta novela es su tamaño, justo y adecuado. La autora ha construido genialmente un relato del que si yo ahondará en su peculiaridad, restaría interés. Pero sí puedo decir que es bien administrada la dosis de suspense por llegar al desenlace. El lector avezado habrá leído situaciones parecidas, pero disfrutará con el cóctel creado. La lectura es ágil, describe los perfiles de manera correcta y de alguna manera conseguimos empatizar con la paradoja propuesta. Aquí reside el éxito de esta novela, perfecta para los que empiecen en la ciencia ficción. Comprenderéis cómo se puede viajar al espacio de otra manera.
Emisión de La Nave de LanarkMcKlaor donde se habla de esta joven editorial, conoceremos a la autora y se ahondará en la trama de esta recomendable novela espacial cargada de simbolismo.
Una novela de ciencia ficción de corte clásico ambientada en el espacio profundo donde el ser humano se enfrenta a su soledad y a los misterios que se esconden incomprensibles en los pliegues del universo. Un texto que construye correctamente un escenario reconocible para el lector asiduo de cifi y que bien merecería su traslado a un telefilme. El aficionado fiel disfrutará con las muchas similitudes que guarda con otros títulos del género, mientras que el lector neófito puede que se sienta atraido por el inexplorado espacio como otras tantos muchos. Una lectura que tras la última página te deja reflexivo durante unos instantes mientras una sonrisa se dibuja en nuestra boca.
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