“Potencial desperdiciado” es un resumen crítico válido para la mayor parte de la ficción contemporánea. No tengo ni idea de los motivos, tanto pueden ser varios como uno solo, pero está claro que las ideas son buenas, mas no así sus desarrollos.
Este análisis apresurado es aplicable también para “Outer Range” (Prime Video), tanto para la serie entera como para esta increíble nueva temporada individualmente que, también, cuenta con ideas enormemente originales, pero una forma de manifestarlas absolutamente liosa y, por veces, demencial. Hasta el punto de malgastar las sólidas actuaciones de los dos mejores actores de la serie: Josh Brolin (Royal Abbott) e Imogen Poots (Autumn).
‘Outer range’ es una serie irregular que no me arrepiento de haberla visto
Pero hay algo positivo. ‘Outer Range’ ha aprendido de sus errores anteriores. Por eso, en esta nueva temporada, el tratamiento de los personajes es más claro, el desarrollo narrativo se ha clarificado, para que nos resulte más evidente en qué tiempo nos movemos y qué relación entre los personajes tenemos que establecer -algo importante cuando la trama principal va de viajes en el tiempo.
Además, se ha intentado dar a estos personajes una mayor profundidad. Sus historias y relaciones se usan más para corporeizarlos y darles un sentido emocional con el que poder conectar. Ya no son, solamente, marionetas en manos del destino y sus circunstancias. A esto ayudar el haberle concedido más espacio a los nativos americanos y a sus dramas familiares que, al conectar con la parte ranchera más claramente, también le da a la serie mayor profundidad espacio-cultural.
Se solventan algunos problemas de la temporada 1, pero otros permanecen o se agravan
Aun así, solventados algunos de sus problemas y mitigados algunos de sus hándicaps, hay otros que, incomprensiblemente, permanecen o se intensifican. Para no extenderme, me quedo con dos de ellos: el tono pseudo transcendental que a veces roza el ridículo (cuando aparece el cura casi me descojono) y el ritmo exasperantemente lento al que ocurre todo.
Sumados estos dos problemas, el aburrimiento es la consecuencia más probable. Y es que para no abandonar la serie, serán los personajes y el interés de sus historias, con las que por fin consigues conectar, el único salvavidas al que puedas agarrarte (míralo por el lado bueno: antes no existía salvavidas alguno). Si decides seguir adelante, la serie podría serte gratificante, y si no lo haces, tampoco es que vayas a sentirte frustrado por perderte nada.
Al final, esta serie te encanta o te aburre
Y aquí es dónde reside el análisis global de la serie: ‘Outer range’ es una serie irregular, con méritos y deméritos de naturaleza tan contradictoria (buenas historias y subtramas, pero una trama principal lo suficientemente críptica y lenta como para dormir a cualquiera) que, al final, o te encanta o te aburre, o te quedas por las historias secundarias o te vas porque domar la trama principal es solo para expertos del rodeo. A esto súmale el ambiente “western” con sus armas, sus ranchos, su ganado… y a lo mejor, quizás, hasta lo mejor de la serie te resulta retadora.
Ahora serán tus ganas y tu paciencia las que decidan si le das o no una oportunidad. Yo se la he dado, y no me arrepiento de haberlo hecho, pero tampoco será una serie que vaya a echar de menos, la verdad.