Pareces un muerto es un spin off de The Umbrella Academy escrito por Gerard Way y Shaun Simon, y dibujado por I.N.J. Culbard. Norma es la encargada de publicar este spin off, al igual que hizo con la serie original.

La edición cuenta con 176 páginas en formato rústica con varios extras al final.

Este Spin off está protagonizado por Klaus, número 4, seguramente uno de los más queridos por los seguidores de la serie de Netflix. Tras cumplir los 18 años, su «padre», Reginald Hargreeves lo echa de casa sin dinero ni ningún tipo de ayuda. Esto conduce a Klaus a Hollywood, donde se encontrará con un montón de problemas que tendrá que resolver él sólo, ya que no están sus padres para ayudarles.

El guion a dos manos de Pareces un muerto

El co-creador de The Umbrella Academy, Gerard Way, se une con Shaun Simon para escribir el guion de este spin off. Ambos autores han hecho un buen trabajo al crear un cómic totalmente independiente que no afecta su lectura a la serie original. El lector no se pierde nada si no quiere leerlo, ya que es una historia suelta y auto-conclusiva que nada tiene que ver con la Academia.

Por otra parte, si que se tienen que conocer cosas de The Umbrella Academy para que se entienda bien al personaje de Klaus, sus poderes (habla y canaliza a los muertos), y la decisión de su padre.

En cuanto al guion en si mismo, la historia es bastante loca, incluso para un spin off de The Umbrella Academy.

Klaus es expulsado de casa y decide intentar mantenerse yendo a Hollywood, donde cree que sus poderes pueden ayudarle. Su vida se cruza con Vivian Clarke, una vieja gloria de la interpretación de Hollywood venida a menos que desea recuperar su fama. Para conseguirlo, se aprovechará de Klaus y sus poderes, para que introduzca las almas de viejas estrellas de Hollywood en su cuerpo para que actúen por ella.

Y junto con todo esto, Klaus roba «sin querer» un cargamento de droga a un gran mafioso chimpancé llamado Escalofríos que, además de ser un animal, es un vampiro.

Estas dos historias se cruzan en Pareces un muerto, generando una sensación bastante caótica al principio, que comienza a tener sentido en los últimos números.

El ritmo del cómic va de menos a más. Esto provoca que el lector vaya al principio un poco perdido en cuanto a las historias paralelas que se cuentan, en las últimas páginas empiece a cobrar sentido todo.

La verdad es que el guion es un conjunto de ideas un poco estrambótico, incluso para ser The Umbrella Academy. Monos vampiros, viejas actrices malvadas, un jefecillo de la mafia venido a menos con una familia un tanto peculiar, conversaciones en el vacío entre Klaus y un escritor que se esconde allí para no ir al infierno… y todo esto consigue mezclarse y «tener sentido» al final.

La relación entre todas estas historias está un poco forzada para hacer que todo encaje. Aunque es muy probable que la intención de los autores fuera esa desde el principio: un cómic muy loco lleno de ideas que explorar y que tuviera a Klaus y sus poderes como único punto de unión.

Dibujo y color de la mano de I.N.J. Culbard

Culbard mantiene el estilo de otros trabajos como El rey de amarillo. Quizás se podría describir como un arte un poco «más descafeinado» en este tomo que en otros de sus trabajos, pero que acaba asemejándose al estilo de Gabriel Bá, el dibujante oficial de la serie The Umbrella Academy.

Donde más destaca es en el uso del color para definir a ciertos personajes, como «los dioses de Hollywood, o los propios fantasmas que aparecen en escena gracias a Klaus.

Culbard hace de digno sucesor de Gabriel Bá en este spin off, aunque destacando más en el apartado del color que en el dibujo.

Conclusión

Pareces un muerto es un spin off de The Umbrella Academy. La serie original tuvo una gran aceptación en su adaptación a la pequeña pantalla en Netflix. Y Klaus, protagonista de esta historia auto-conclusiva, fue uno de los personajes más queridos y valorados por la audiencia.

Esto es posiblemente una de las principales motivaciones a la hora de crear este cómic. Pero en mi opinión se desaprovecha en parte todo el potencial de Klaus. Es un joven traumado que habla con los muertos y se refugia en el alcohol y las drogas. Esa idea tiene mucho tirón para profundizar en un personaje. Aquí su pasado se trata brevemente en las primeras páginas, para centrarse de pleno en la historia de Hollywood.

La historia en sí tampoco es que me haya entusiasmado. Tendrá su público, pero no es para mí. Una trama con demasiados elementos dispersos que se unen al final. Por no hablar de que han querido beber de la fama de The Umbrella Academy. La historia en sí podría ser protagonizada por cualquier personaje desconocido que tuviera poderes para hablar con los muertos.

El dibujo tampoco es fruto de mi pasión. Al principio me costó entrar en él, pero con el paso de las páginas cada vez sentí que encajaba mejor con la trama. Aún así, Culbard hace un gran trabajo, asimilándose incluso al de . El problema es que el arte de tampoco me termina de gustar en la serie original.

Por todo esto, creo que no es un cómic para todo el mundo. Si no se conoce nada de The Umbrella Academy, o no gusta, mejor pasar de él. Si por el contrario eres un gran fan de la serie (tanto en cómic como en producción de Netflix), dale una oportunidad.

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