Desde el lanzamiento de Pokémon Stadium para Nintendo 64 allá por el año 2000, muchos hemos querido que este spin off tuviera continuación pero adaptándose al nuevo catálogo de la PokéDex y a las nuevas tecnologías tanto en consolas portátiles como de sobremesa. Lo cierto es que desde su segunda iteración lanzada poco más de un año más tarde con respecto a la original, la subsaga desapareció de la faz de la tierra y nunca más se volvió a hablar de un posible regreso.
Catorce años después, en la tierra del Sol Naciente apareció en formato arcade una máquina desarrollada por Bandai Namco en colaboración con The Pokémon Company basada, justamente, en el aspecto que caracterizaba a Stadium, la lucha entre pokémon. Si bien estas contiendas dejaban de ser pausadas y por turnos como cualquier otro combate de la saga, la esencia de coger uno de nuestros monstruos de bolsillo y usar sus técnicas contra el adversario en batalla sería prácticamente la misma, pero todo a velocidad de vértigo.
Pokkén Tournament, que así se llamó la recreativa, contó con productores de la talla como Katsuhiro Harada (Tekken) o Masaaki Hoshino (SoulCalibur) por lo que la calidad que atesoraba el mueble estaba fuera de toda duda. ¿Qué ocurrió después? Que Nintendo estaba insuflando vida a una consola ya prácticamente muerta llamada Wii U y este fue uno de los juegos escogidos para intentar darle un final en condiciones. Aterrizó en los hogares españoles en marzo del pasado año con algunas novedades y las críticas fueron parciales entre los medios especializados de todo el mundo.
Ahora, en la recta final de 2017, llega al catálogo de Nintendo Switch una versión mejorada rebautizada como Pokkén Tournament DX que quizás os deje algo fríos pues si bien trae algunas mejoras en esta edición “Deluxe”, pueden ser pocas a la hora de desembolsar una importante suma de dinero en su adquisición.
Antes de desgranar un poco la mecánica de juego vamos a hablar de las novedades que trae el cartucho de Pokkén Tournament DX en su interior. En primer lugar hay 20 pokémon luchadores a escoger, una cifra que ha aumentado con respecto a la versión de Wii U. Cuatro de ellos aterrizan directamente en Switch traídos del arcade; Croagunk, Scizor, Darkrai y Empoleon, así como uno exclusivo dedicado para la consola híbrida como es Decidueye. Hay también nuevos ayudantes en combate como la pareja formada por Popplio y Litten, un modo de juego a pantalla partida que funciona realmente mejor que el visto en Wii U y combates 3 vs. 3.
En su lanzamiento para Wii U el videojuego recibió críticas entre los usuarios por lo básico que era jugablemente, la mayoría no prestando mucho atención al transfondo propiamente dicho de la mecánica de combate. Si bien es cierto que se pueden ganar combates aporreando la botonera del mismo modo a como cuando elegimos a Eddy de Tekken, la realidad es que el cartucho premia a aquellos que dominen la estrategia y sean enciclopedias vivientes en el conocimiento de los combos. En combate existen dos fases, una de preparación donde podemos recorrer el escenario a nuestro antojo mientras recogemos ítems o preparamos la estrategia y la fase de lucha, en la que las tollinas van y vienen sin escrúpulos. En esta última fase el pokémon se maneja como cualquier otro juego de lucha en dos dimensiones y es cuando de verdad se siente la acción desenfrenada del título. Ambas fases se complementan estupendamente y supone un soplo de aire fresco a este manido género de tortas callejeras y que, a su vez, aporta estrategia, que es justamente de lo que hemos hablado anteriormente.
Durante el combate habrá dos barras que se irán rellenando según el devenir de la contienda. Por una parte tenemos la de apoyo, que se irá generando según las características de la pareja de pokémon que hayamos solicitado ayuda y por otra, la que indicará cuando está lista la potenciación (Megaevolución) de nuestro pokémon. Esta se rellena según nuestras acciones en plena pelea y al utilizarse aumentará la fuerza de nuestro monstruo de bolsillo (e incluso lo transformará), lo que dará pie a poder utilizar su ataque definitivo. Pokkén Tournament en este sentido sigue siendo el mismo juego que todos conocemos ya que la base jugable del mismo se mantiene intacta si no aceptamos como cambio jugable las batallas 3 vs. 3.
En cuanto a modos de juego tenemos retos diarios (nuevo en esta edición), combates online, local o inalámbrico, la liga Ferrum, entrenamiento, personalización de nuestro avatar y combates individuales. En el primero se nos obliga a cumplir una serie de requisitos que se alternan diariamente y, tras conseguirlos (principalmente obteniendo victorias en combates) se nos recompensa con experiencia, dinero, puntos de atributo para nuestros luchadores y, en ocasiones, equipamiento o títulos para el entrenador. En los combates multijugador podemos medirnos las fuerzas a través del online (puede llegar a desesperar encontrar un contrincante), a través de pantalla partida o utilizando la tecnología inalámbrica de Nintendo Switch, o lo que es lo mismo, batallar contra amigos cercanos que también posean la híbrida y el videojuego.
La Liga Ferrum se mantiene prácticamente intacta, inclusive su lento modo de avanzar en ella. Se compone de cuatro ligas de diferentes dificultades donde la mayoría de adversarios se derrotan rápidamente y que junto a la larga lista de combates, suele hacerse pesado avanzar hasta el líder que lidera esa división. Cuando lleguemos al susodicho y se le derrote, combatiremos en una nueva liga y así sucesivamente hasta coronarnos como el entrenador definitivo. Este es quizás el modo que más tiempo nos mantendrá ocupados a la pantalla mientras estemos usando el título (a menos que seamos adictos a los combates online) pero sí es cierto que quizás se nos antoje algo escaso en cuanto a opciones. También es cierto que en la Liga Ferrum existe otro suculento y adictivo extra como un panel de retos que al completarlos (usar X veces la pareja pokémon ayudante, bloquear X veces correctamente) muestra al jugador un dibujo artístico del desarrollo del juego.
Poco más hay que rascar en esta, en teoría, versión “de lujo”. Como ya hemos comentado la base principal sigue intacta pero se le han añadido diversas novedades para justificar este nuevo lanzamiento. Algunas son interesantes mientras que otras no dejan de ser anecdóticas. Además hay que recalcar que gráficamente el juego sigue siendo el mismo, con sus jaggies, su baja resolución (720p, que ya es algo de mejora con respecto al original), modelado y quizás una pequeña mejora en las texturas. El videojuego rinde bien en prácticamente todos los modos a excepción de los combates a pantalla partida con equipos de tres que, si bien es cierto que no es molesto, puede llegar a producir pequeñas ralentizaciones.
Conclusión
Pokkén Tournament DX es la edición perfecta para aquellos que no hayan probado anteriormente su edición en Wii U o para aquellos que no hayan tenido el privilegio de probar la máquina arcade in situ en tierras niponas. No es en absoluto un mal juego de combate pero sí sigue estando a la sombra de los pesos pesados en el género. Su política de actualizaciones sigue siendo a día de hoy un chiste y previsiblemente no contará con grandes parches de contenido, tal y como ocurrió en la pasada consola de Nintendo. Además y tras las pruebas que hemos realizado en este análisis, el modo online anda algo muerto y es bastante difícil encontrar un adversario. Esto también es culpa de la característica implementada en este modo, que tan solo realiza una búsqueda de jugadores conectados de tan solo unos segundos para después, si no ha encontrado a nadie, lanzarte a pelear contra la CPU. No obstante hay contenido para un jugador a mansalva a completar tanto en la Liga Ferrum como en lo que se refiere a títulos, retos diarios, equipación para el avatar o ya sea aumentando las características de nuestros pokémon. Nuevos pokémon con los que luchar, batallas 3 vs. 3 y nuevas parejas de apoyo son quizás las novedades más importantes. La decisión es vuestra.