«Por qué matan las mujeres», la tragicomedia de humor negro creada por Marc Cherry nos traslada a finales de los años cuarenta con su segunda temporada que promete ser tan criminal como la anterior. Disponible en HBO desde ayer, 7 de junio, nos esperan 10 capítulos de suspense, giros de guión y falsas apariencias.
En esta temporada acompañaremos a Alma, interpretada por Allison Tolman, una ama de casa que se siente invisible de cara el mundo, siempre se ha sentido así y después de ver cómo los demás disfrutan los focos y las fiestas a través de una vitrina, se ha cansado de esperar que las miradas la alcancen a ella. Esto nos llevará a acompañar a Rita, interpretada por Lana Parrilla, la que Alma considera su ideal y una figura totalmente ajena a ella. Siempre divina, a la moda, en las fiestas y con la atención de todo el mundo. Memorable, con su nombre en boca de todos. Pero no todo es tan idílico como señalan las apariencias y el glamour. Un vistazo tras las puertas de su mansión pueden señalarnos secretos que hagan que pierda su brillo de estrella de hollywood.
El primer episodio se centra especialmente en plantar las bases, presentar a los personajes que nos acompañarán durante la temporada y sembrar con cuidado las bombas que no sabemos cuándo detonarán. En apenas una hora nos da el árbol genealógico de la temporada, con ramas predecibles y otras muy enredadas para sorpresa del espectador, con flores llenas de vida y otras mústias, enfermas y llenas de podredumbre. La forma en que el guión nos lleva por toda su extensión para mostrarnos esto es, cuanto mínimo, hábil y ágil, dando tiempo al espectador a digerir cada una de sus escenas con las emociones que sabe que evocará.
A título personal esperaba con especial atención esta temporada por la incorporación de Lana Parrilla al equipo, quien sin duda no defrauda y cuya interpretación es tan plena como siempre, comiéndose la pantalla con apenas una mirada. Pero, con apenas un episodio, estoy gratamente sorprendida con el rol de Allison Tolman y me mantengo a la espera acerca de las sorpresas que traerá consigo.
Un chiste antes de terminar, en la primera temporada tenemos como una de nuestras protagonistas a Ginnifer Goodwin, un ama de casa de los años sesenta que resulta esconder más en su delantal de lo que ella misma creía, y ahora en el elenco principal está Lana Parrilla, con quien compartió pantalla en Érase Una Vez. Ya saben de qué pie cojeo, este es el tipo de cositas que me hacen gracia en una producción.
Con un primer episodio de diálogos ingeniosos, contraste radical de las vidas de los personajes protagonistas, así como muchas sorpresas escondidas entre el resto de personajes, nos encontramos con una comedia que promete hacernos reír y gritar con su camino por los claroscuros del crimen. Al menos es lo que nos presenta el primer episodio, daré noticias de si cumple con lo que promete la semana que viene.