A ver, en realidad no, pero no es porque el pobre hombre no lo intente. Eso sí, con toda su buena fe. El nuevo capítulo de la ¿Por qué matan las mujeres? ya está disponible en HBO España. Si se te pasó, también tienes la crítica del anterior capítulo en FantasyMundo.
Para los nuevos abejorros, primero, les recomiendo ir directos a la crítica del primer capítulo, porque por aquí, aunque una se censura para que no haya destripes, pues tampoco hace milagros. Segundo, les resumo un poco por dónde va la historia. Alma, interpretada por Allison Tolman, una ama de casa cuyas únicas amigas son las petunias de su jardín, y Rita, interpretada por Lana Parrilla, una actriz retirada y diva y centro de su comunidad; enfrentadas, pero con sonrisas en los labios, nos llevarán por un laberíntico jardín con secretos mortales y mucha utilería de jardín oxidada.
Esta capítulo consigue algo que, aunque ya veíamos venir debido a la trayectoria de los episodios anteriores, no deja de ser satisfactorio verlo eclosionar: donde la buena se vuelve mala y la mala se vuelve buena. Lana Parrilla ya tenía experiencia al respecto con su papel como Regina, la Reina Malvada en Once Upon a Time. Alma, que recorre un camino ascendente hacia la aceptación social, y con ello la falsa autoestima y sentimiento de plenitud, va desarrollando más y más espinas. Rita, por el contrario, su encontronazo con el suelo, el barro y las sombras está revelando su dignidad y, sorprende decirlo, principios. Si estos dos personajes seguirán esos caminos opuestos o no, solo el tiempo nos lo dirá. Aunque yo apostaría que el jardín del Edén va a arder.
La cuestión de los principios es retorcida y confusa, enredándose entre los corazones buenos, las malas decisiones, los traumas y las aspiraciones lujuriosamente deformes. Aquellos personajes de los que esperabamos un espíritu honrado e intachable, como Alma, están cambiando completamente al escenario, transformando un inocente jardín de margaritas en un fúnebre parterre de petunias. Mientras, personajes como Bertram o Rita, que se nos presentan de distintas maneras, pero ambos con deseos torcidos y muchos nombres a sus espaldas, resultan ser los mayores defensores de los principios. Este tema da para una disertación, o para un buen debate, pero como no es cuestión de que spoilee todo ni que me pase la vida con este texto, lo dejaremos para más adelante.
Aunque, bueno, me estoy dejando a alguien por fuera. Dee. La amable, fuerte y brillante Dee. Creo que en las críticas anteriores ya ha quedado claro que es de mis personajes favoritos de la temporada. Ver cómo solo necesita un par de frases bien hiladas y un bolsazo para ir despidiendo y alejando de ella clichés que las historias de ficción acuñan a las mujeres gordas es una delicia en sí misma. Y que no necesita estar casada con un detective para llevar la investigación criminal en el nombre. Ella, en sí misma, tan lista y audaz, busca reunir las pistas que expliquen los crecientes y preocupantes misterios que rodean la casa de su vecina. ¿Lo que conseguirá y qué hará con esas respuestas? Eso es un misterio.
Da igual a dónde mire, solo veo desastres por doquier en los capítulos que nos quedan. No es como si eso fuera malo, para nada. Si no, poco tendría ¿Por qué matan las mujeres? de humor negro. Lo interesante es averiguar cuáles son los que realmente tendrán lugar y, quién sabe, quizás al final el marrón termine salpicando al mayordomo.
