Estando casi al final de la temporada, Marc Cherry se marca uno de esos momentos en los que ver los títulos de crédito se convierte en una maldición. O alguna palabrota enfadada, también nos sirve. El nuevo capítulo de la ¿Por qué matan las mujeres? ya está disponible en HBO España. Si se te pasó, también tienes la crítica del anterior capítulo en FantasyMundo.
Para los nuevos abejorros, primero, les recomiendo ir directos a la crítica del primer capítulo, porque por aquí, aunque una se censura para que no haya destripes, pues tampoco hace milagros. Segundo, les resumo un poco por dónde va la historia. Alma, interpretada por Allison Tolman, una ama de casa cuyas únicas amigas son las petunias de su jardín, y Rita, interpretada por Lana Parrilla, una actriz retirada y diva y centro de su comunidad; enfrentadas, pero con sonrisas en los labios, nos llevarán por un laberíntico jardín con secretos mortales y mucha utilería de jardín oxidada.
Durante toda la temporada hemos podido ver cómo los caminos de los personajes, que parecían dirigirse en línea recta a su destino, empezaban a torcerse y a tener giros, curvas y nudos cada vez más complejos. Algunos personajes tropezaban unos con otros, pero casi parecía una decisión accidental, un encuentro fortuito o simplemente el destino haciendo de las suyas. Después de tantas vueltas, todos los caminos parecen conducir al mismo sitio y las ruedas de los coches no parecen ser capaces de aguantar mucho más. ¿Se avecina un accidente violento para dar cierre a la historia de Alma y Rita?
Alma, que empezó como la humilde y recta mujer, dedicada con fe a su hogar y nada a sí misma, es probablemente el personaje que más ha cambiado durante los nueve capítulos que llevamos. Poco queda ya de aquella mujer, ni ella misma podría reconocerse. Ha descubierto el «yo» y tiene una sed voraz por alimentarlo después de tantos años ignorado. No tiene miedo a liberar ese lado oscuro recién descubierto, mucho menos cuando las demás tratan de humillarla, reducirla o acosarla con las mismas malas artes que hicieron sufrir a Alma en el pasado. La pregunta es, ¿el camino espinoso que ha escogido realmente la saciará?
Ese momento, tan bien dirigido por Melanie Mayron, donde se produce la rotura final entre la nueva y la antigua Alma al ver a su amiga marchar sin mirar atrás sea probablemente una de mis escenas favoritas de toda la temporada. Que no es que yo fuera fan de Grace particularmente ni la considerara buena amiga en realidad, pero eso no quita que su partida sea efectiva.
Rita, que fue la que empezó la temporada con las líneas más torcidas y la sonrisa más malévola, ha encontrado respuestas que toda la vida se le han escurrido de las manos. Es irónico que haya sido en la cárcel, que es totalmente lo opuesto que ella pensaba que calmaría su angustia y soledad. Bueno, nadie espera que la cárcel le vaya a suponer nada bueno en realidad.
Dee y Vern son los que se mantienen como la línea recta que atraviesa todo ese batiburrilllo de malas decisiones y ansias de poder, y probablemente serán el detonante final cuando todos los arcos y líneas argumentales convergan en el último episodio. Queda poco para despedirnos de ¿Por qué matan las mujeres? Y, bueno, un poco de culpa si tuvo el mayordomo.
