La lista de títulos empeñados en mostrarnos los amplísimos horizontes del manga continúa creciendo y ha encontrado en ECC Ediciones un buen lugar para presentar algunas de sus mejores bazas.
Este año, además de haber tenido la oportunidad de leer, por primera fuera de Japón, al incisivo mangaka Shun Umezawa en Bajo un cielo como unos pantis y Utopias, se han publicado nuevos títulos de un primer espada de este “manga no convencional”, sin complejos a la hora de arriesgar temática y técnicamente: Taiyô Matsumoto.
Aoi Haru (título original) es un tomo único compuesto por siete historias cortas inspiradas en los años de instituto de su autor. Matsumoto recupera los recuerdos de su juventud en el Japón de los ochenta para retratar a una parte de los adolescentes habitualmente ignorada, no sólo por el manga y no sólo en Japón. Los alumnos de Primavera azul son jóvenes en la antesala de la delincuencia que esperan la llegada del verano entre paredes llenas de grafitis , latas vacías de disolvente y colilllas.
Bajo un cielo que debiera ser azul pero parece gris plomizo, estos rockabilly uniformados ponen a prueba sus habilidades con juegos temerarios en las barandillas de las azoteas o con pistolas que en lugar de tres deseos prometen tres disparos. Como en «Revolver», donde el artista tokiota dibuja los barrios menos pulcros de su ciudad natal y un Shinjuku en el que los neones anuncian armerías y peep shows.
Tanto esperar el verano, para nada. Al menos para aquellos a los que se les ha escapado entre fichas de Mahjong. En el hilarante tercer capítulo de Primavera azul los estudiantes del club de béisbol quedan atrapados en una partida de Mahjong igual de interminable que el campeonato de béisbol juvenil que escuchan por la radio.
Para el Sr. Suzuki, sin embargo, el verano hace tiempo que acabó. Al mafioso cuyo nombre da título al cuarto relato lo volveremos a ver en la obra más celebrada de Matsumoto, Tekkon Kinkreet, la historia sobre la lucha de Blanco y Negro por sobrevivir en la ficticia urbe de Ciudad Tesoro. Por ahora, Suzuki busca sangre nueva para nutrir las filas del crimen organizado y enseña al joven Kimura cómo se cierran los tratos en la bahía de Tokio.
La Primavera azul de Taiyô Matsumoto acaba con una historia en la que el artista japonés da rienda suelta a sus lápices en una persecución a vida o muerte por las calles de Tokio. Un entrenamiento perfecto para las que carreras que nos depara la siguiente obra del artista tokiota editada este año por ECC Ediciones, Tekkonkinkreet, en cuya reseña ¡os espero!