National Geographic estrenaba el martes 25 de abril su biopic sobre Albert Einstein para la pequeña pantalla. Se trata de una serie que, en 10 episodios, pretende repasar la vida y logros del afamado científico. El estreno fue ampliamente promocionado, muy habitual en todo lo que concierne a esta cadena especializada en documentales. Y el proyecto cuenta con nombres tan conocidos como Ron Howard en la producción ejecutiva o Geoffrey Rush en el elenco: así que no se trata de un producto que, a priori, deba desestimarse. Pero, vistos los primeros episodios, ¿cómo ha quedado la cosa? Vamos allá con unas primeras impresiones de esta serie.
Creo que podemos empezar por comentar un dato importante, y es que la base para construir este biopic es “Einstein. Su vida y su universo”, biografía escrita por Walter Isaacson que nuestros compañeros de Ciencia reseñaron ya en su día. Se trataba de una biografía centrada más en mostrar los aspectos de la vida personal de Einstein que en hacerlo con sus aspectos profesionales; y de ahí parte precisamente la premisa de la serie: en mostrarnos a Albert Einstein como persona, no como personaje, y menos como genio inhumano, que es la imagen que mucha gente puede tener de las mentes más brillantes. Para logarlo, la serie nos transportará a dos líneas temporales en momentos diferentes de su vida: durante su juventud en Alemania y Suiza, por un lado; y durante su madurez, cuando abandona Alemania por el avance nazi en el poder, por otro. Mediante esta narrativa de “antes y después”, y mediante la interacción constante con todos sus amigos y familiares— elementos fundamentales—, consigue que la historia de la vida de un científico se vuelva interesante y cercana para el espectador medio, apoyándose además en un reparto bien elegido que ha realizado un trabajo sólido.
Sin embargo, aunque es un éxito retratando a Einstein con sus virtudes y defectos, fracasa como escaparate de la ciencia. Si bien es un drama correctamente narrado sobre la vida de una persona, como producto divulgativo tiene un valor mucho menor. Al menos por el momento, ha sido muy superficial al presentarnos toda la ciencia sobre la que se Albert Einstein y su círculo trabajan y teorizan en las aulas y en su intimidad, y tampoco se preocupa de mostrar el razonamiento a través del cual los personajes llegan a sus conclusiones. No es mucho mejor que otras muchas series y películas sobre científicos en las que poco más que nos dicen “¡Mira, son muy listos: son unos genios! ¡Mira qué cosas más inteligentes dicen!” en las que nosotros debemos creerlo y asumirlo sin más. Tampoco es especialmente profunda como drama histórico, aunque con las cuatro pinceladas que da, sí consigue transmitir mejor la mentalidad y el ambiente de esos dos momentos históricos que hemos visto. Todo esto no sería grave si no se tratase de una serie especialmente pensada para una cadena especializada en la divulgación del arte, la cultura, la ciencia y la tecnología: en el contexto de su potencial, supone una decepción. Con estos medios, en este canal y con un público objetivo diferente al de una emisora generalista, quizá podría haberse producido un drama igualmente cercano y humano sin renunciar a trabajar mejor la transmisión de ese conocimiento científico.
En cuanto a lo que son aspectos más técnicos, es sin duda una producción de perfil alto. La dirección es correcta sin ser innovadora ni experimentar mucho: es muy similar a la de cualquier drama para el cine, al estilo de una película inglesa de época, por ejemplo. El diseño de producción es excepcionalmente bueno para un producto de televisión y no tiene nada que envidiarle a lo visto, de nuevo, en esos dramas de época. E incluso cuenta con algunos elementos visuales atractivos, como animaciones para ilustrarnos los pensamientos de Einstein en el primer episodio—uno de los pocos destellos divulgativos de la serie hasta el momento—. Por último, queda hablar de la música, que es sin duda el apartado más flojo: es fundamentalmente ambiental y cumple para acompañar a las imágenes, pero es bastante genérica dentro del estilo de los scores compuestos por Hans Zimmer y su cuadrilla de colaboradores.
En definitiva, la primera impresión ha sido bastante tibia, casi fría. Se trata de un drama correcto y, aunque algo lento de ritmo, está excepcionalmente bien producido. Sin embargo, es pobre como producto divulgativo: es poco ambicioso y simplista, algo decepcionante puesto en el contexto del canal National Geographic. El tiempo dirá si este defecto se corrige y consigue educar al espectador sobre el valor y la importancia de la ciencia y lo valioso que es esforzarse en trabajar por su avance.
Enlaces relacionados:
- Crítica de “Einstein. Su vida y su universo”, de Walter Isaacson (en nuestra web)
- Crítica de “Quántum (Einstein, Bohr y el gran debate sobre la naturaleza de la realidad)”, de Manjit Kumar (en nuestra web)
- Artículo “Un siglo de la relatividad general de Albert Einstein”, por José Manuel Uría (en nuestra web)
- Sitio oficial de la serie (en inglés, con más contenidos)
- Sitio oficial de la serie (en castellano, con menos contenidos)
- Perfil de Albert Einstein en el sitio oficial de los Premios Nobel (en inglés)
- “Relatividad Especial”, en Quantum Fracture (canal de YouTube en castellano)
- “La razón de Einstein”, en Informe Semanal (RTVE)
- Galería de imágenes de la serie (en nuestra web)