En el inicio del tomo tenemos un conflicto, se nos mostrará como en los tiempos de las Cruzadas, Promethea se partió en dos habiendo una por el bando cristiano y otro por el mundo árabe, la trágica historia de estas dos heroínas y el dolor que supuso para la niña original, todo ello contado con un estilo de acuarelas para rememorar el aspecto de las antiguos retablos medievales. A la misma vez la historia se repite en la actualidad pues Shopie ha vuelto pero Stacia se niega a abandonar su papel de avatar de la Promethea Grace la cual además es su amante. El contraste del aspecto neofuturista y plástico de los alternativos años 2000 de Sophie con la historia medieval es una gozada. Donde de nuevo Williams compone a doble splash para crear complejas composiciones que rompen los canon clásicos en cuanto pueden, atentos a la brutal batalla entre las antiguas amigas.
La Inmateria no podía dejar que esto quedara así por ello es tiempo de asistir a uno de los más delirantes juicios sobre quién debe ser Promethea. Atentos al surrealismo y la ensoñación del propio juicio tanto en guión como en dibujo, una maravilla visual que hasta ridiculiza al mismísimo Rey Salomon y su famosa solución del caso del bebé, toda una fina ironía que se mete ácidamente con los típicos giros de guión propios de las series y películas procedimentales.
El esfuerzo “imitador” de J.H. Williams III no acaba aquí si no que además cuando Tom Strong decide convocar a los mayores héroes del universo ABC, como “Telaraña” , “Greyshirt” ,“Salpicón” o Jack B. Quick, el niño genio inventor, pues Williams vuelve a “adaptar” su estilo para imitar los trazos de autores como Kevin Nowlan, Melinda Gebbie o Hilary Barta. Si sólo estás leyendo Promethea simplemente descubrirás a un grupo de personajes a los que Williams dibuja de una forma un poco “extraña”, pero sin duda para todos aquellos que leíamos toda la línea ABC, ver un crossover de tres de sus colecciones fue sin duda uno de los mejores momentos de la lectura de la editorial de Moore.
Moore hace un gran esfuerzo narrativo y por ello mezcla el aire pulp de Tom Strong, con la hilaridad desbordante de Tomorrow Stories (Atentos al delicioso e infantil plan de Quick para detener el Apocalipsis de Promethea). Pero es que además a Moore le da tiempo para crear una historia propia de la ciencia-ficción de Assimov con respecto a los ahora 4 tipos majos (de nuevo referencias nada ocultas al cómic de superhéroes que lo cambió todo) y a Muñeco Pintado.
Quizás hasta el momento podía parecer que este cómic volvía a la primera fácil lectura del principio, de la heroína científica y de la lucha entre magia y ficción contra realidad. Pero tranquilos el Apocalipsis llegará, no habrá tipos en mallas que lo resuelvan todo, Promethea no recapacitará sobre su misión, Sophie entiende al final el porqué de ese cometido, y al final los muertos andan la tierra y la “puta de Babilonia” se acuesta con la bestia de múltiples cabezas en una ingeniosa metáfora visual.
Y entonces llega el número 31 de la colección y todo acaba, de veras Moore nos lleva a un Apocalipsis literario que no esperamos y toca un monologo increíble de Promethea sobre lo que es ella, sobre qué es la magia y la imaginación, sobre la importancia y el necesario cambio. Un cómic que supuso meses de trabajo para J.H. Williams III, pues la idea es que sus evanescentes páginas una vez desplegadas formaran un póster doble, por un lado el rostro de Sophie como Promethea al principio de la obra y por el otro el de Sophie como la nueva Promethea tras el viaje por las esferas. Un juego visual que obviamente es imposible no perder en la reedición en tomo de esta imprescindible obra. Llegamos incluso a que se rompa la cuarta pared y el propio Moore o Williams III aparezcan como parte de la magia que se está desarrollando en esta obra.
Moore se despide más optimista que nunca, Promethea ha logrado crear un nuevo mundo, una nueva filosofía de vida, una Utopía donde hasta el villano se ha vuelto héroe, y donde al fin la fantasía y la imaginación ocupan el lugar que les corresponde como principal motor del mundo, pero ¿quién será la Promethea de este nuevo mundo? Una puerta que quedó abierta y no se exploró pero que sin duda deja cerrada una obra que nos cambia al leerla, que nos hace reflexionar y que trasciende el mero entretenimiento para pasar a ser un enfoque casi filosófico.
Pero en la segunda de las historias de la pequeña Margie, la última e inédita historia, no tiene nada de infantil ni tierno, es una genial metáfora sobre como la ilusión y la fantasía se queda pequeña cuando los niños crecen y maduran, sin palabras el dialogo final de Chin, o la preciosa última viñeta donde una escritora sin magia va a tener que encontrar como dar una historia a su pequeña hija que ya nunca será una niña nunca más.
Además se cuenta todo el laborioso proceso del número 31 y podemos ver cómo quedarían los posters ideados por Moore y Williams. Tenemos el guión completo del número 29 de Moore y las anotaciones y bocetos de Williams. Estudios para las las figuras que salieron de Promethea. Además para complementar la saga del Apocalipsis se nos incluyen páginas del Tom Strong 36 para ver cómo afecta el cambio del mundo a Strong, Tesla y su familia. Además hay una historia de Tomorrow Stories de una aventura de Promethea Billy con Salpicón Branighan, y el “detrás de las cámaras” del Universo ABC donde conoceremos a la dobladora oficial de Promethea.
Sin duda una obra mágica e imaginativa, Moore nos intenta guiar al mundo de la Inmateria y hacernos soñar dándonos una paladina que lucha contra el mundo frío gris y banal en el que nos hayamos inmersos. Un imprescindible en la biblioteca de todo soñador.