Aunque para algunos pueda parecer extraño, cada vez son más los jugadores que optan por disfrutar de propuestas muy distintas a las que se engloban dentro de los grandes lanzamientos y modas anuales. Mientras una gran parte del publico ha pasado los últimos meses jugando a algún tipo de Battle Royale, a un MMORPG o a un shooter online en primera o tercera persona, otros jugadores han disfrutado de propuestas de nicho como la que hoy nos ocupa. Pure Farming 2018 es la opción perfecta para todos aquellos jugadores que quieren un estilo de juego algo más pausado, en el que la organización y la gestión del tiempo y los recursos son el pilar fundamental de la jugabilidad.
La saga Pure Farming ha ido ganando adeptos con el paso de los años y lo que comenzó como una propuesta sencilla y poco profunda, ha ido transformándose en todo un simulador de gestión de granjas en el que hay que tener en cuenta decenas de variables para salir airoso de un negocio más complicado de lo que pueda parecer en un principio.
Debido a la gran cantidad de opciones que hay tener en cuenta desde el primer momento, Ice Flames, la desarrolladora del juego, ha decidido dividir los modos de juego en función de la habilidad y la experiencia que cada jugador tenga con la saga. Así, los jugadores más novatos – entre los que nos encontramos – tendremos una forma de descubrir las mecánicas más básicas sin sentirnos totalmente perdidos y dejados a nuestra suerte en mitad de la granja. De esta forma, el juego cuenta con los modos Mi Primera Granja, Granja Libre y Desafíos Agrícolas.
Mi Primera Granja es la opción perfecta para todos aquellos jugadores novatos, ya que hace las veces de modo historia en el que encarnaremos al nieto de un agricultor que, en sus últimos años de vida, se vio obligado a endeudarse para poder continuar con el negocio. Nuestra misión será hacernos con las riendas de la granja y sacarla a flote devolviendo todos los prestamos asociados a ella y conseguir que sea rentable por sí misma. En este modo de juego, las primeras horas harán las veces de tutorial y aprenderemos el funcionamiento de los distintos tipos de vehículos de trabajo que tendremos que usar. Así, poco después de empezar a jugar, nos enseñarán a utilizar la cosechadora, a transportar el grano a los almacenes, a cargarlo en el camión de transporte y a venderlo en la ciudad para sacar todo el dinero posible por él. También descubriremos lo importante que es mantener en buen estado todos los vehículos y a repararlos antes de que una pequeña avería pueda transformarse en un problema mayor. Antes de que nos demos cuenta, el juego nos estará guiando hacia la creación de nuestro propio rebaño de ovejas, al cuidado de la alimentación de las vacas para obtener la mejor leche posible o la aprovechar los distintos tipos de terreno para plantar diferentes tipos de cultivos.
El hecho de que los objetivos que marca el modo Mi Primera Granja sean directos y sencillos ayuda a ir aprendiendo conceptos y memorizando elementos clave que tendremos que usar de forma casi continua durante las jornadas de trabajo y, con el paso de las horas, seremos capaces de dominar la base de todas las tareas de la granja. Por suerte, las misiones de este modo de juego se van complicando muy poco a poco gracias a una curva de dificultad muy bien ajustada que nos invita a completar cada vez un reto algo más complicado que el anterior, añadiendo nuevas opciones y variables de forma gradual para no abrumarnos con las decenas de datos que manejaremos tras varias horas de juego.
Tener en cuenta la meteorología y actuar en consecuencia será fundamental para el estado de nuestros cultivos. Por ejemplo, si durante una semana llueve demasiado, tendremos que apagar el sistema de riego para evitar que los cultivos se inunden demasiado. Si estamos pensando en comprar un nuevo vehículo o en ampliar un almacén, tendremos que tener muy en cuenta los gastos mensuales para evitar quedarnos sin liquidez. En Pure Farming 2018 todo cuenta y cada pequeño error va cavando poco a poco la tumba de nuestro negocio, por lo que llevar una gestión impecable se convierte, poco a poco, en el principal objetivo de nuestras partidas.
Mientras que el modo Mi Primera Granja nos lleva de la mano mientras damos forma al negocio, Granja Libre nos plantea la propuesta clásica en la que empezaremos con una cantidad determinada de recursos y nuestro único objetivo será hacer prosperar el negocio hasta que nos cansemos. Esta opción es ideal para todos aquellos que buscan jugar sin ataduras, a su ritmo y con sus propias reglas, ya que no tendremos que cumplir ninguna misión u objetivo durante la partida.
Por último, Desafíos Agrícolas nos hacen enfrentarnos a pruebas concretas como sacar adelante una granja endeudada en menos de tres meses mientras pasamos una ola de calor extrema. Estos desafíos son especialmente complicados y están reservados para los jugadores más expertos. En nuestro caso, hemos conseguido completar un solo desafío y lo hemos hecho por los pelos, lo que demuestra que aún nos queda mucho que aprender de este negocio.
Por desgracia, la desarrolladora no siempre nos lo pone fácil, y ciertas opciones de diseño terminarán agobiándonos más de la cuenta, sobre todo, durante las primeras horas. Por ejemplo, el menú desde el que podemos acceder a nuestro correo electrónico, al estado de nuestra cuenta bancaria y a otras muchas opciones que deben consultarse casi constantemente, se encuentra en una Tablet que nuestro personaje lleva encima pero que, por desgracia, cuenta con unos menús muy pocos intuitivos y prácticos, lo que nos obligará a navegar por ellos más de la cuenta. Además, mientras estemos consultando el menú, el tiempo del juego no se detendrá, lo que nos parece una decisión terrible en un juego en el que es necesario estar consultando con detenimiento multitud de variables para ir tomando decisiones. El hecho de que el tiempo no se detenga nos obligará a tomar decisiones poco meditadas o, en ocasiones, prácticamente a ciegas porque el tiempo es un recurso tan valioso que no podremos permitirnos perder ni un solo segundo consultando el menú para según que cosas. Aunque pueda parecer una decisión tomada para garantizar el máximo realismo, en nuestro caso nos ha parecido un error que termina agobiando demasiado al jugador.
A nivel técnico encontramos varios errores que, esperamos, se solucionen mediante un próximo parche. El más importante tiene que ver con el tamaño de los textos y subtítulos y, es que, en un juego en el que tendremos que leer constantemente, se agradece contar con un tamaño de letras grande y, sin embargo, nos encontramos ante una letra incomprensiblemente diminuta que dificulta mucho el leer con claridad.
Los dientes de sierra, el popping y la falta de antialiashing también pasan factura al acabo final del juego, pero esos errores se pueden pasar por alto teniendo en cuenta que pasaremos más tiempo navegando por menús y cosechando cultivos en mitad del campo que fijándonos en el resultado final de las texturas de nuestro almacén.
Dejando a un lado esos errores, lo cierto es que el juego mantiene un nivel más que aceptable teniendo en cuenta el género del que hablamos. La variedad de vehículos – todos representan modelos y marcas reales – es digna de admiración y las variedades entre un vehículo y otro de la misma gama se dejan notar en la jugabilidad y en la conducción de los mismos. Además, el tamaño del mapa es más que suficiente y la libertad para movernos por todo el terreno nos permite desarrollar nuestro negocio como creamos conveniente.
Donde el juego flojea algo más es en el apartado sonoro y, es que, la banda sonora es prácticamente inexistente y se echa de menos algún tema con más presencia que nos acompañe durante las duras jornadas de trabajo. Por suerte, el juego ha sido doblado al inglés, pero cuenta con subtítulos en castellano, algo muy de agradecer y que demuestra que el número de jugadores que apuestan por este tipo de propuestas sigue creciendo poco a poco en nuestro país.
Conclusión
Pure Farming 2018 es la opción perfecta para todos aquellos que quieran adentrase – o seguir dominando – el mundo del trabajo agrícola. Las opciones se cuentan por decenas y la curva de dificultad está lo suficientemente bien medida para no agobiarnos en exceso durante las primeras partidas. Lo único que necesita el juego a día de hoy es un repaso al tamaño de sus subtítulos y un cambio en el diseño de menús, por lo demás, estamos ante un simulador bastante interesante.