Admitámoslo, la mayor parte de nosotros pasamos varias horas al día delante del PC o de una consola. Completar al 100% juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Horizon: Zero Dawn requieren largas sesiones de juego en las que debemos estar concentrados en todo momento. Habitualmente, con el paso de las horas, la silla en la que juguemos puede suponer un problema si nos genera dolores de espalda o, simplemente, no estamos cómodos después de un rato jugando.
Por ello, hemos colaborado por Ofisillas, una tienda que acaba de lanzar su línea de sillas gaming, para probar algunos de los nuevos modelos y hablaros de uno de los modelos que más nos han gustado por precio, comodidad y diseño: la Racer Pro I.
La silla Racer Pro I está fabricada con piel sintética y tiene un diseño similar al de los asientos de los coches de Fórmula 1 y, gracias a su reposacabezas en forma de cojín y respaldo ancho de 47 cm, podremos pasar sesiones de juego bastante amplías sin preocuparnos por la comodidad ya que casi siempre tendremos una postura correcta. El respaldo de la silla tiene un alto de 80 cm y cuenta con dos huecos que se sitúan a la altura de los omoplatos para que podamos reclinarnos en el respaldo sin problema, ya que esos huecos nos permiten colocarnos en una postura correcta que se adapta a nuestra espalda.
El asiento está relleno de un acolchado grueso adaptable, por lo que siempre que nos sentemos tendremos la sensación de que está “mullido”, algo muy de agradecer después de cuatro o cinco horas de juego. Además, su profundidad de 50 cm garantiza que cualquier persona podrá sentarse de forma cómoda sin problemas de espacio.
Los reposabrazos son de material rígido y duro y cumplen su función sin problema. Además, tienen sus 25 cm permiten que podamos apoyar el brazo sin problemas. Aun así, echamos en falta la posibilidad de regular su altura, ya que solo cuentan con una posición estática que no podremos modificar en ningún momento, algo que puede resultar incomodo si estamos jugando en el PC y la altura de la mesa coincide con la de los reposabrazos.
La silla incluye también un sistema de balanceo que se activa moviendo la palanca elevadora hacia fuera y retoma a su estado rígido normal en cuanto la volvemos a pulsar. Aunque nosotros no le hemos sacado partido a esta funcionalidad, si es cierto que suele estar disponible únicamente en sillas de gama alta, por lo que su inclusión es interesante para los usuarios que les interese dicha función.
Como nota, decir que la piel sintética provoca que en entornos con temperaturas altas tengamos la sensación de quedarnos “pegados” a la silla si jugamos con pantalón corto.
En función del tipo de diseño, forma y materiales de fabricación, cada silla es apta para sesiones de una duración máxima concreta y, la Racer Pro I, está pensada para sesiones de un máximo de ocho horas al día, algo más que suficiente para la mayor parte de los jugadores. En nuestro caso, hemos utilizado esta silla durante varias sesiones de trabajo de ocho horas y no nos hemos sentido incomodos hasta las seis o siete horas, donde el cansancio acumulado empieza a hacer mella de verdad.
Si hablamos de lo que encontramos al abrir la caja de la silla, hay que destacar que, pese a que viene totalmente desmontada, las instrucciones son fácilmente entendibles y puede montarse en poco más de 15 minutos. Una vez montada, comprobaremos que su peso ronda los 20kg, algo sorprendente pero que no afecta a la movilidad de las ruedas en ningún momento.
Conclusión
La silla Racer Pro I es una opción muy interesante para todo aquel que busque una silla gamer de gama alta por un precio razonable. Su precio de 200€ lo convierten en una opción a tener en cuenta al ver que otras sillas de características similares se mueven en la franja de los 290 – 350€.
