Steven Spielberg estrena en 2018 la película Ready Player One, basada en la novela best seller del mismo nombre escrita por Ernest Cline y que vio la luz en 2011. Por esta razón, el sello editorial NOVA vuelve a publicarla y nosotros os la reseñamos por si alguien todavía no se ha acercado a este icónico título. La traducción de Juanjo Estrella ha sido revisada en esta nueva edición por David Tejera Expósito, y la portada original (una imagen inspirada en Space Invaiders) se mantiene tapada con una solapa exterior con la imagen de la película.
Ernest Cline (Ohio, Estados Unidos, 1972) es poeta, escritor y guionista. En 2010, vendió los derechos de su primera novela, Ready Player One, a la Warner Bros, y se ha convertido en uno de los estrenos más esperados de este año, con el propio Cline como guionista. Los derechos de la novela se han vendido en medio mundo, después de convencer a los medios y lectores en lengua inglesa, y cautivar a autores de la talla de Charlaine Harris y Patrick Rothfuss, a quien, según ha confesado, le pareció haberla escrito él mismo. Actualmente, Cline vive en Austin, Texas, con su esposa, su hija y una gran colección de videojuegos clásicos. Su segunda novela, Armada, os la reseñamos en Fantasymundo y podeis consultarla aquí.
Si en algo estamos de acuerdo es que Steven Spielberg era la elección perfecta para trasladar a la gran pantalla esta novela donde sus películas son mencionadas en infinidad de ocasiones. Me atrevo a predecir que el libro mantendrá su poder narrativo frente a la puesta en escena pirotécnica de la película. Pero lo que sí puedo afirmar es que la novela me ha entusiasmado, divertido y hecho sentir muchas cosas. Lo lamento, soy de los lectores afortunados; ¿por qué? Porque viví los fantásticos ochenta. Todo aquel que disfrutó su infancia, adolescencia o primera juventud durante esa década tiene un plus para que esta novela le guste. Ernest Cline, uno de los privilegiados, siente devoción por esos años de descubrimiento y de explosión cultural, y aquí rinde un homenaje superlativo a los videojuegos, música, cine y televisión, comics y literatura de la época. Aunque, lo hace curiosamente tirando de recursos vistos en Avatar y Matrix, posteriores en el tiempo. Por lo que podríamos concluir que estamos ante un clasico moderno que hace de puente de la Cultura Popular entre los siglos XX y XXI. Are you ready, Player One?
En 2045 un joven de dieciocho años de Oklahoma City encuentra la primera llave, la de Cobre. Se llama Wade Watts, un huérfano que malvive en la caravana de su tía en las Torres, acumulaciones de vehículos que sirven de refugio a los más desfavorecidos, víctimas de la terrible crisis económica y energética que asola el planeta. OASIS, que es de acceso gratuito tras pagar tan sólo 25 centavos, se ha convertido en la única alternativa para millones de persones que escapan de una vida gris frente al color que les ofrece interactuar con una realidad simulada.
Ocultas, las tres llaves puertas secretas abren. En ellas, los errantes serán puestos a prueba. Y quienes sobrevivan a muchos avatares llegarán al Final donde el trofeo espera.
Wade va a contarnos en primera persona cómo cambió su vida durante la Cacería. Él, pertrechado con su vieja consola, las gafas 3D y unos guantes hápticos, cada día se conecta a OASIS escondido en su refugio lejos de ojos indiscretos. Su avatar viaja hasta el planeta Ludus. Allí, asiste al Instituto (la Escuela pública EPO N 1873) y se entretiene consiguiendo puntos en los más diversos juegos y pruebas. Será cuando encuentre la primera llave que su apodo, Parzival, alcance la primera posición del Marcador y se avive una búsqueda que en los últimos años había quedado detenida. Wade no va estar solo; su mejor amigo virtual es Hache. Ambos pasan horas y horas jugando, viendo películas antiguas y confiándose el uno al otro sus secretos. Wade anota todo lo que va aprendiendo de la extravagante vida de Halliday en su diario del Santo Grial. Eso, junto al Almanaque de Anorak (nombre del avatar de Halliday) serán las herramientas imprescindibles para avanzar en la historia. Más tarde se unirá Art3mis, la protagonista femenina (sabremos si es así al final del libro), una joven especial, fuerte, competitiva y de la que se enamorará irremediablemente Wade. Los tres amigos, junto a Daito y Shoto, harán frente a los Sux0rz y a una trama que se pondrá muy pero que muy peligrosa para nuestros gunters.
Habiendo una recompensa tan importante, no podían faltar los malos malísimos. Nolan Sorrento encabezará como Jefe de Operaciones un ejercito de sixers, los empleados de IOI, Innovative Online Industries, mercenarios de este conglomerado de empresas de comunicación y mayor proveedor de servicios de Internet. Quieren hacerse con el control de GSS Gregarius Simulation Systems de tal manera que puedan cambiar las reglas del juego y empezar a cobrar por usar OASIS.
Emisión de La Nave de LanarkMcKlaor que incluye el tráiler del libro y un documental con Steven Spielberg y Ernest Cline.
El punto fuerte de esta novela es la trepidante acción que se nos describe y la construcción de un mundo sin límites más allá de la imaginación. Unos jóvenes que sólo se conocen de manera virtual se unirán para alcanzar el premio y sobrevivir a los mil peligros que les acecharán. Pero, con la disculpa de la afición del creador de OASIS a los ochenta, la novela es un aluvión de referencias a la época. Creedme, la novela es hiperbólica en ese aspecto y está construida para que todo encaje de una u otra manera. Como os decía al principio, el que vivió esos años sonreirá y recordará una época extremadamente fructífera en campos que hoy en día se apoyan precisamente en esa década. Las menciones a los universos creados por Spielberg, los primeros ordenadores, los juegos tipo Dragones y Mazmorras, las películas como Juegos de Guerra y actores como Matthew Broderick y Tom Cruise, videojuegos como Pac-Man o Zork,… así hasta al infinito. Llega a empachar en ocasiones, lo cual me hace pensar en el lector de las nuevas generaciones y que esto pueda ser un handicap para el disfrute completo de la novela. Aunque, yo os propongo que lo veais como una excelente oportunidad de zambulliros en una época que fue calificada como de fantástica.
Mencionado lo anterior, la otra reflexión inmediata es lo visionario del libro. Han transcurrido sólo siete años desde su publicación y el avance tecnológico nos hace pensar que no es descabellada la distopía que nos propone el autor. En medio del derroche de imaginación que destila esta cromática coctelera, se entrevé la realidad de un mundo cada vez más tecnificado y controlado por las multinacionales que abocan a la población a ser meros consumidores que buscan refugio en un oasis virtual en medio del desierto de sus vidas. Lo sólidas que pueden llegar a ser las relaciones personales en la Red, los avatares como manera de interpretar lo que uno querría y no puede ser, el buscar un rápido placer que fomenta una percepción hedonista y consumista de la vida,… ¿dónde queda sitio para el mundo real en 2045?
Quienes no lo hayais hecho, leed Ready Player One; no sólo es diversión en estado puro, un juego dentro de un juego, sino que me han chivado que en la película hay cosas que se cambian, por lo que aunque la veáis, no olvidéis el libro. Por último, si queréis poner música al libro, en Spotify tenéis la playlist de Ready Player One donde Ernest Cline ha reunido las canciones que se mencionan en el libro. Bienvenidos al túnel del tiempo.
GAME OVER.
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