Hemos leído el tomo 2 de Tank Chair, un tomo que continúa la intensa historia de Nagi y su hermana Shizuka. Una historia un tanto inusual que nos relata cómo Nagi, quien fue el mejor asesino del mundo, quedó en estado vegetativo tras recibir una bala que lo dejó en una silla de ruedas. Su hermana menor, Shizuka, se siente culpable por lo sucedido y descubre que Nagi recupera momentáneamente la consciencia cuando siente impulsos asesinos… (Sí, así de bizarro es todo en Tank Chair).
El tomo comienza con Nagi y Shizuka enfrentándose a los hermanos Kurosaka, quienes son asesinos entrenados por la academia. Durante el combate, Shizuka se da cuenta de que Nagi muestra signos de consciencia cuando está en peligro. A pesar de estar en una silla de ruedas, Nagi logra defenderse utilizando su instinto asesino.
Después de repeler el ataque, los hermanos Taira se ven obligados a abandonar su escondite y buscar un nuevo refugio en la isla Wichen. Durante su huida, Shizuka reflexiona sobre su culpa y su determinación de rehabilitar a Nagi (en el tomo 1 nos explican parte de este proceso).
El Director va a por todas. Kuro está de camino
La mente maestra detrás de la academia, conocida solo como El Director, envía a un nuevo y peligroso enemigo tras los hermanos Taira. Este nuevo adversario, llamado Kuro, es un asesino implacable con habilidades excepcionales. Kuro tiene la misión de eliminar a Nagi y Shizuka a cualquier costo.
Después de darle muchas vueltas, Shizuka decide que la mejor manera de despertar completamente a Nagi es enfrentarlo a Kuro. Planea una trampa para atraer a Kuro y poner a Nagi en una situación de vida o muerte. Durante el enfrentamiento, Nagi muestra una mejora significativa en su estado, reaccionando de manera más consciente y efectiva.
En el clímax del tomo, Shizuka descubre que el Director tiene un interés personal en Nagi debido a su pasado como el mejor asesino del mundo. El Director revela que Nagi fue parte de un experimento para crear al asesino perfecto, y que su estado actual es consecuencia de ese experimento. Shizuka jura destruir la academia y liberar a su hermano de su pasado.
Tank Chair tiene una historia que contarnos
Este tomo de Tank Chair centra casi todas sus páginas en viñetas de acción, por lo que su lectura se hace bastante dinámica y rápida. Estamos ansiosos por recibir el siguiente tomo de la obra de Manabu Yashiro para saber más cosas acerca de Nagi y su pasado, porque aunque a priori pueda parecer una historia inusual y con poco juego, la verdad es que su trama pinta bastante bien.