El mundo del manganime no ha hecho más que crecer desde que dio sus primeros pasos, no solo a escala nacional, también internacional. En realidad, a día de hoy más que un mundo es un universo tan amplio y repleto de ejes que es difícil definirlo en pocas palabras. No obstante, al igual que un curioso que observa Marte a través de un telescopio, para muchas personas fuera de Japón nos es fácil malinterpretar los mensajes que componen obras que parten de un contexto social completamente distinto y muchas veces idealizado.
Bárbara Fernández ha escrito un glosario y análisis concienzudo, potente y dedicado al icónico mundo de las magical girls, luchadoras contra el mal llenas de color, encantos mágicos imposibles y un futuro lleno de esperanza y sueños. Los Secretos de las Magical Girls es la obra que da título a su estudio, publicado por Héroes de Papel Crossover.
Lo primero en lo que Fernández hace hincapié es en el proceso de desidealizar la cultura japonesa desde la perspectiva de occidente, lo que impide un análisis crítico real alejado del misticismo y la disculpa de aquellas cosas que se toman como intrínsecas del sistema cuando no tienen porqué serlo. No es infrecuente que la propia comunidad afirme que determinados conceptos puede hacerse la vista hacia otro lado porque “es Japón”, como sucede con el lolicon, y no.
A través de un meticuloso recorrido histórico, avanzamos por lo que podría definirse como el árbol genealógico de las magical girls: desde las semillas que le dieron vida, las profundas raíces que a día de hoy sostienen el subgénero y el florecimiento de distintos mangas y animes que surgen de todo ello.
A través de cada escalón recorrido en ese árbol, Fernández pone una enorme lupa en cada uno de los pros y contras que involucran al género, sobre todo el vínculo de la magical girl con el desarrollo de la shojo, lo que implica el paso desde la infancia a la madurez de la doncella. Esto incluye el estudiar todas las relaciones presentes dentro del género y particularmente en el subgénero: relación con el círculo familiar, la separación entre lo masculino y lo femenino, las relaciones homosociales presentes en prácticamente todo el subgénero y su significado.
Si eres fan, no solo de las historias de Sailor Moon, Sakura Kinomoto y compañía, sino del género shojo en general, la lectura del trabajo de Fernández puede provocar toda una rotura de esquemas personal y un replanteamiento sobre los sentimientos que te despierta el género y qué razón los motiva. A título completamente personal, Los secretos de las Magical Girls fue un análisis muy interesante y muy duro de leer porque reventó muchos de los conceptos que tenía sobre el género, dejándolos hechos añicos y llevándome a una deconstrucción completa. Incluso puede que te lleve, igual que me pasó a mí, a una relectura o revisionado de todas esas historias que ya han pasado por tus manos. Te lo dice la que ha empezado a darle caña a la historia de las Sailor Scouts y está viendo cosas que antes no veía.
No soy tan progre como crees
El machismo no funciona igual en cada país del mundo. Cada lugar sigue sus propias reglas en base a los distintos contextos sociales y las épocas donde pongamos el ojo. Por ello, Fernández señala un error común a la hora de analizar las magical girls. Se contemplan muchas veces con la visión de lo que es el machismo en determinados países de occidente, dándole a las batallas de las Sailor Scouts una apariencia progresista, cuando el panorama en el que ha nacido la historia de Usagi (Bunny) es muy distinta y por tanto las reglas del juego también. Así que pasamos de valorar el poder de un grupo de chicas capaz de establecer relaciones de amistad sólidas y de batallar contra el mal en el mundo porque solo ELLAS pueden, a contemplar que todo el desarrollo de Bunny, la perfecta protagonista, está basado en estereotipos machistas sobre cuál debe ser la evolución y culminación de la doncella ideal; esa etapa, la shojo, que la hace más poderosa que una adulta que ya no está sujeta al cambio a ojos de la sociedad.
Luego, por otro lado, cuando hay elementos con una intención con verdadero interés en romper estereotipos, pasan de largo: como enfatizar la idea de que los personajes femeninos tengan aspiraciones en carreras científicas, más allá de la evolución natural de la shojo que es ser madre y esposa; o que haya una relación real, profunda, entre la pareja romántica protagonista sin caer del todo en los tópicos del género.
Más allá de lo que ven los ojos
El libro se presenta con un muy cuidado diseño basado en el merchandising de Sailor Moon, un aspecto muy importante dentro del análisis que realiza Fernández. Está sujeto a distintos tonos de rosa y dorado, principalmente. El interior juega con el sello estrella de Sakura Card Captor. Esa presentación visual puede llevar a error y dar a entender que se trata de un conjunto de curiosidades, pero realmente es un intenso análisis histórico por todo el subgénero.
Eché en falta un mayor uso de imágenes para contextualizar más las referencias, hay un número tan grande que la carencia de esa presencia visual puede resultar apabullante, pero no es nada que San Google no pueda solucionar. No obstante, las páginas cargadas de cuadros rosas sí pueden resultar agotadoras visualmente. Afortunadamente, no hay muchas.