«Este es un gran paso hacia un tratamiento real, y marcar la diferencia».
En una rápida serie de avances reseñables en menos de un año, un grupo de investigadores de la University of North Carolina en Chapel Hill, han dado otro impresionante paso en el desarrollo de un tratamiento efectivo para el glioblastoma, un común y agresivo tipo de cáncer cerebral. El artículo, publicado ayer en la revista Science Translational Medicine, describe cómo células madre humanas, generadas a partir de células de piel humana, pueden cazar y matar al cáncer cerebral, un crítico y monumental paso hacia los ensayos clínicos y un tratamiento real.
El año pasado, un equipo de la UNC-Chapel Hill, liderado por Shawn Hingtgen, profesor asistente en la Eshelman School of Pharmacy, utilizó la tecnología para convertir células epiteliales de ratón en células madre, que podrían acabar con el cáncer cerebral humano, incrementando la supervivencia de estos pacientes entre un 160 y un 220%, según el tipo de tumor. Ahora, no sólo han demostrado que la técnica funciona en células humanas, sino que también lo hace lo suficientemente rápido como para ayudar a los pacientes, cuya supervivencia media es de 18 meses, y la posibilidad de hacerlo más allá de los dos años es del 30%.
«La rapidez es esencial» afirma Hingtgen. «Solía llevar semanas convertir células epiteliales humanas en células madre. Pero los pacientes de cáncer cerebral no tienen semanas o meses, no pueden esperar a que generemos las terapias. El nuevo proceso fue desarrollado para crear células madre lo suficientemente rápido para ser utilizadas con el fin de tratar a los pacientes”.
La cirugía, la radiación y la quimioterapia son tratamientos habituales para tratar el glioblastoma, y no han cambiado en tres décadas. En meses, el tumor se extiende en casi cada paciente, y envía zarcillos que rodean el tejido cerebral. Los medicamentos no pueden llegar a ellos, y los cirujano no pueden verlos, así que es casi imposible eliminar todo el cáncer, según Ryan Miller, coautor del estudio, neuropatólogo en UNC Hospitals, y profesor asociado en la UNC School of Medicine.
«Necesitamos desesperadamente algo mejor”, sentencia Hingtgen.
La clave del tratamiento de Hingtgen es una tecnología utilzada para crear células madre neurales a partir de células de la piel, que ganó el premio Nobel en 2012. El primer paso es recolectar fibroblastos -células epiteliales responsables de producir colágeno y tejido conectivo- del paciente y reprogramarlas para convertirlas en células madre cerebrales inducidas, con la habilidad innata para de alojarse en las células cancerosas del cerebro.
Pero por sí mismas, las células madres pueden sólo encontrar el tumor y chocar contra él, no matarlo, así que el equipo tuvo que modificar las células madre para que pudieran llevar agentes terapéuticos que las células pudieran lanzar al tumor para matarlo. Las células de Hingtgen pueden llevar una proteína que activa una sustancia inerte llamada “profármaco”, que se administra al paciente. Las células pueden entonces generar un pequeño halo con el medicamento que se localiza justo alrededor de la célula madre, en lugar de circular por el cuerpo del paciente, lo que reduce efectos secundarios indeseados.
«Estamos sólo a uno o dos años de los ensayos clínicos, pero por primera vez, mostramos que nuestra estrategia para tratar el glioblastoma funciona con células madre humanas y en cánceres humanos”, asegura Hingtgen. «Este es un gran paso hacia un tratamiento real, y marcar la diferencia”.
Fuente: University of North Carolina en Chapel Hill.